En pleno entorno de subidas de tasas de interés a escala internacional, los niveles de deuda globales están bajando. Sin embargo, el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por su sigla en inglés) mira con preocupación al mundo emergente, donde un estudio reciente de la entidad advierte que se está “gestando una crisis”.
Cifras del Instituto muestran que la deuda global cayó nuevamente en el tercer trimestre del año, alcanzando los 290 billones de dólares (millones de millones). Esto llevó al ratio de deuda/PIB en torno al 343%, 20 puntos por debajo del punto álgido que marcó en el primer trimestre de 2021.
Sin embargo, la historia emergente es distinta, con el segmento aumentando su relación deuda/PIB en el tercer cuarto de 2022, especialmente en el sector financiero.
“Los déficits presupuestarios persistentemente amplios –junto con un crecimiento económico deprimido– ha traído a la relación deuda /PIB de los emergente de vuelta a su máximo histórico, de 254%, visto anteriormente en el primer trimestre de 2021”, señaló el informe del IIF.
Según el documento, aunque el impacto de reducción de deuda de la inflación ha apoyado la reducción de la deuda global, en muchos mercados emergentes no ha sido suficiente para frenar los ratios de deuda.
En el tercer trimestre, la deuda emergente superó el 65% del PIB. El sector financiero, por su parte, superó el 40% del PIB, a medida que los bancos aceleraron la emisión de deuda.