El informe de ingresos y gastos personales de julio mostró que las finanzas de los hogares están en muy buena forma y esto lo mantendrá entre los consumidores respaldado, dice un informe del banco holandés ING.
Mientras tanto, la inflación continúa aumentando e intensificará la presión sobre la Fed para que se mueva antes en la reducción gradual de la política monetaria y eventuales subidas de tipos, asegura ING.
El deflactor básico del gasto de consumo personal de mayo, la medida de inflación favorecida por la Fed, se situó como se esperaba en un 3,6% interanual.
Esta es la lectura más alta desde el verano de 1991 y todavía existen muchos riesgos de inflación dadas las continuas fricciones de suministro, el aumento de los costos de transporte y el hecho de que las empresas están luchando por encontrar trabajadores.
Esto está elevando los costes y, en un entorno de fuerte demanda de los consumidores, existe una creciente evidencia de que las empresas son cada vez más conscientes de su propio poder de fijación de precios.
Es un desafío cada vez mayor para la Fed decir con franqueza que la inflación es “transitoria” y respalda una estrategia anterior de reducción gradual de la política monetaria de la Fed mientras seguimos buscando al menos una subida de tipos de interés el próximo año.
Por otro lado, el crecimiento de la renta privada se está recuperando con los ingresos de los hogares aumentando un 1,1% intermensual, muy por encima del consenso del 0,4%.
Además, los sueldos y salarios aumentaron un 1% intermensual y ahora han aumentado constantemente desde marzo, mientras que los ingresos de los propietarios cayeron un 0,2% y los pagos de transferencias aumentaron un 2,9%.
Esta es una excelente historia que puede impulsar el gasto en los meses. Con el regreso de los empleos y los salarios subiendo, puede compensar con creces la finalización de los beneficios federales por desempleo extendidos y debería proporcionar una base sólida para la demanda de los consumidores.
El gasto apunta hacia los servicios
Completando los detalles del informe, el gasto personal aumentó un 0,3% en el mes y cayó un 0,1% en términos reales después de que el reciente estímulo impulsó el aumento a principios de año. Se ve un reequilibrio desde la compra de bienes físicos, particularmente bienes duraderos, hacia servicios, con el primero experimentando una caída del 2,3% intermensual y el segundo con un aumento del 1%.
El resurgimiento del COVID-19 puede significar que esta historia pierde un poco de impulso a corto plazo, ya que la precaución del consumidor conduce a menos gastos de ocio y viajes. No obstante, el éxito de las vacunas significa que a medio plazo todavía se espera ver más y más gasto centrado en los servicios.
Es importante destacar que el mayor gasto del sector de servicios no significa que el gasto deba caer de manera significativa en otras áreas. Con los ingresos del sector privado creciendo con fuerza gracias a la creación de empleo y los salarios más altos, los hogares seguirán teniendo dinero en efectivo para gastar. Debemos recordar que los balances de los hogares también están en buen estado.