Un fondo financiado por los bancos centrales de ocho países en América Latina ha acordado prestar dinero a Venezuela mientras el país atraviesa una crisis tan severa en su balanza de pagos que ha obligado al país a incluso cortar con las importaciones de bienes de primera necesidad.
El Fondo Latinoamericano de Reservas, o FLAR, aprobó un préstamo de tres años por unos 482,5 millones de dólares, para contribuir a la estabilidad económica de la región. Los miembros de este organismo multilateral regional realizan aportaciones de capital para ayudarse durante eventos que afecten su balanza de pagos. Entre sus miembros se encuentran Bolivia, Colombia, Venezuela, Perú, Ecuador, Uruguay, Paraguay y Costa Rica. La decisión de realizar el préstamo fue unánime.
La cuantía del crédito es demasiado pequeña para hacer frente al déficit crónico de divisas de Venezuela, según comentó Siobhan Morden, jefe de la estrategia de renta fija de Nomura a la publicación Bloomberg. Las reservas internacionales de Venezuela están en mínimos desde años, situándose en torno a los 12.000 millones de dólares.
Debido al derrumbe de los ingresos procedentes de la industria petrolera, el Banco Central de Venezuela ha estado consumiendo sus derechos especiales de giro depositados en el Fondo Monetario Internacional y ha realizado ventas y canje de oro para obtener liquidez. Venezuela todavía no había recurrido al Fondo Latinoamericano de Reservas, donde tiene depósitos por unos 500 millones de dólares.
El Banco Central de Venezuela informó al consejo del FLAR que la Corte Suprema del país había aprobado su derecho a pedir prestado dinero al organismo. Los legisladores de la oposición venezolana han mostrado su oposición a esta solicitud, alegando que el banco central necesita la aprobación del Congreso.