El jueves de la semana pasada, el euro alcanzó su máximo en las últimas once semanas, tras beneficiarse de la debilidad del dólar ante el cambio de expectativas sobre las subidas de tipos de interés en Estados Unidos. Un dulce hito que perdió fuerza el mismo día tras anunciarse la contracción de la producción industrial francesa, lo que arrojó al euro al mínimo entre las divisas del G10.
Según explican desde Menox Europe, la fortaleza que está mostrando el euro es puntual. Tal y como ejemplifica el dicho, es “en la tierra de los ciegos, el euro es el rey”. Bart Hordijk, analista de Monex Europe, lo explica así: “Los analistas siguen las noticias, pero el euro aparentemente no lo hace ya que la moneda única repuntó a un máximo de 11 semanas el pasado miércoles, a pesar de los terribles datos de la producción industrial alemana a principios de esta semana y del proceso Brexit que continúa sin ir a ninguna parte. En la tierra de los ciegos, el euro puede convertirse en el rey de los cíclopes porque , después de todo, a pesar de sus obvias deficiencias, los problemas que pesan sobre otras monedas principales como la libra y el dólar son, en este momento, peores que las que soporta el euro”.
Los analistas señalan que, normalmente, en tiempos de volatilidad o incertidumbre el dólar se convierte en activo refugio, pero situación que atraviesa Estados Unidos –con la polémica en torno a la construcción del Muro en la frontera con México y el cierre que vive la Administración estadounidense– han pesado sobre la divisas y los inversores. “Con el posible pausa en la subida de tipos y el empeoramiento de las señales económicas de Estados Unidos, el dólar puede haber perdido temporalmente su estatus. Especialmente con el cierre del gobierno. Sin una resolución rápida a la vista, se puede decir que el daño sobre el dólar será exponencial”, añade Hordijk.
Al otro lado de esta situación, ¿qué puede estar ayudando a euro? Para Hordijk, el mercado laboral puede ser una de las claves. “Puede ser que con un crecimiento salarial en el nivel más alto en una década, con un 2,5% en el tercer trimestre y un índice de desempleo menor, la buena salud del mercado laboral haya apoyado al euro. Además, la tregua que parece haber dado los problemas con Italia”, sostiene.
De todas formas, el euro no está a salvo de la inestabilidad político. “Los desacuerdos sociales y políticos amplifican la recesión global. Italia posiblemente entre en una recesión y la situación ha empeorado en Francia. Alemania no es la excepción ya que la libertad de movimiento fiscal sigue sin aplicarse”, indica Axel Botte, estratega de Ostrum Asset Management, filial de Natixis IM. Todo esto, tarde o temprano, pasrá factura al euro.
Los pronósticos de cara a 2019 de las gestoras y las entidades financieras, se plantean más si el rally del dólar ha terminado que de buscar argumentos que sostengan la posibilidad de que el euro se mantenga por encima de la divisa norteamericana. Por ejemplo, UBS apunta que el dólar sigue sobrevalorado gracias a los notables diferenciales positivos de los tipos de interés a corto plazo, dado que la Reserva Federal ha ido subiendo los tipos. En opinión del banco suizo, esta coyuntura, sumada a la controversia por el presupuesto italiano, posiblemente genera más ganancias a corto plazo para el dólar frente al euro.
“Prevemos una relación euro/dólar de entre 1,15 y a 1,20 para los próximos seis meses. A nuestro juicio, un riesgo clave es el lanzamiento de un gran programa de infraestructuras capaz de impulsar el crecimiento y la inflación. El dólar podría también mantenerse fuerte frente al euro si las fricciones entre EE.UU. y China se intensifican en 2019, los datos de la zona euro se desaceleran, o el sucesor de Mario Draghi en el BCE tiene una postura monetaria moderada”, refleja UBS en su informe de perspectivas para 2019.