Apoyada por una combinación de factores locales e internacionales, la bolsa india ha ido tomando cada vez más prominencia dentro de los portafolios globales. Esto también es cierto dentro de Invesco, que destacó esta estrategia en un roadshow reciente por América Latina, de la mano de su socio local, LarrainVial. El encanto, describieron en entrevista con Funds Society, está en la dinámica interna del país asiático, junto a su posición privilegiada respecto a las tensiones comerciales.
“La importancia de India ha aumentado significativamente”, delinea el gestor Chandrashekhar “Shekhar” Sambhshivan, director de inversiones que ha estado a cargo de los portafolios de renta variable india de Invesco desde 2006.
El ejecutivo viajó a la región andina para presentar en el ciclo del tradicional Seminario Mercados Globales. Este evento se realizó el 4 de marzo en Santiago de Chile y tuvo ecos en Perú y Colombia, con Sambhshivan replicando su presentación el 5 de marzo en Lima y el 6 de marzo en Bogotá. Parte de estas visitas es reunir a los managers que participan en estos eventos con inversionistas y actores de la industria financiera local.
Por un lado, esta fórmula ha ido aumentando en prominencia dentro del esquema de Invesco. Desde la firma la describen como una de las estrategias activas que ha ganado más atención dentro de la compañía, llegando incluso a formar parte de la suite de productos UCITS que tienen domiciliados en Luxemburgo.
Además, desde la gestora han visto un mayor interés –y flujos– a este tipo de productos, por parte de inversionistas latinoamericanos. “Hemos visto en los últimos años un aumento en posicionamiento”, indica el director de inversiones.
Viento a favor
La economía india está en una posición relativamente mejor que la de los emergentes, ofreciendo un crecimiento económico alto y sostenible y niveles de apalancamiento corporativos que está controlado y en un piso más bajo que otros mercados comparables, describe Sambhshivan.
A esto se suma una fortaleza fiscal que no se ve con frecuencia en estos tiempos. “India es uno de los pocos países donde el ratio deuda/PIB está bajando”, explica el ejecutivo, mientras que el grueso de los países está aumentando su deuda.
Por el lado de los activos mismos, el panorama de valorizaciones se ve sano. Si bien la bolsa local ha tenido un desempeño sobresaliente en los últimos cinco años, las utilidades corporativas han ido creciendo a un ritmo similar, manteniendo las valorizaciones bajo control. Esto, sumado a la corrección que vivió la rueda india en los últimos meses, ha descomprimido las cotizaciones.
“Las ganancias han producido creación de riqueza. Esta ha sido la historia de India por los últimos años”, sostiene el profesional, superando la creación de riqueza financiera a nivel global en lo que va del siglo. Y la expectativa es que esa expansión de ganancias corporativas se mantenga durante los próximos tres años.
Otra particularidad del país es su ventaja demográfica: cuenta con una población grande y joven, con una alta tasa de consumo y mejoras a nivel de inversión y ahorro.
A prueba de tarifas
Además, mientras otros países ven con preocupación el rol del comercio exterior en sus economías –en medio de las crecientes tensiones comerciales globales–, india se ve en una posición un poco más resguardada.
“Es una gran audiencia doméstica, en términos de mercado”, en palabras del director de Invesco. Para ilustrar, señala que las exportaciones sólo representan un 16% del PIB del país asiático. Esa proporción tiende a ser más alta en otros países.
En ese sentido, Sambhshivan comenta que India está relativamente poco expuesta al endurecimiento de la postura de EE.UU. respecto al comercio exterior. “Casi todos los países están teniendo problemas en cuanto a qué negociaciones tendrán que hacer con EE.UU. y qué impacto tendrán las tarifas en su economía. En India, es distinto, porque los parámetros de crecimiento están más apoyados en un crecimiento intrínseco”, indica.
Además, el país es uno de los menos impactados, en términos de superávit comercial con EE.UU., lo que lo dejaría fuera de la “zona de peligro” donde están México, Canadá y la Unión Europea. Incluso en el caso de que se diera un escenario de tarifas recíprocas, el profesional no prevé un “mayor impacto”. “Vamos a ver ciertas negociaciones, algo de tira y afloja y el número va a ser menor que eso”, acota.
En esa línea, el ejecutivo de Invesco enfatiza en que la política internacional que ha llevado a cabo el gobierno liderado por Narendra Modi –un gobierno que describe como estable y que ha estado en el poder durante los últimos diez años– ha generado buenas relaciones comerciales con todos los actores internacionales.
“India puede tener buenas relaciones con Rusia y con EE.UU. Tiene buenas relaciones con Irán y con Israel y con el Medio Oriente. Y con China… El marco político actual está diseñado para tener una política internacional menos volátil con todos los países”, indica, augurando que el gobierno mantendría la dinámica a futuro.
Tendencias de consumo y capital
En este contexto virtuoso, de una fuerte demanda interna, Sambhshivan destaca el rol de las nuevas generaciones. “Hay una gran población india que es joven y que está impulsando los cambios estructurales en el país, a diferencia de otros países”, comenta, agregando que eso va a favorecer a los sectores de consumo y financiero.
“Dos tercios de la economía es consumo”, acota el profesional, agregando que esa cifra les da confianza en cuanto a construir su cartera en ese rubro. En ese sentido, la dinámica demográfica les juega a favor: con una edad promedio de entre 29 y 30 años, las nuevas generaciones tienen una mentalidad y un acercamiento distinto al consumo, el ahorro y las inversiones. Por ejemplo, consumen más y se apalancan –a través, por ejemplo, de tarjetas de crédito– más temprano.
En este contexto, en Invesco favorecen las compañías de consumo discrecional, un segmento que ha tenido un desempeño “muy fuerte”. Esto incluso ha compensado el letargo de los bienes básicos, que aún no se sacuden los impactos de la pandemia de COVID-19, según Sambhshivan.
Por el lado de la industria financiera, desde la gestora subrayan el aumento en la demanda de servicios financieros. En la última década, la banca ha abierto 500 millones de cuentas en el país, mientras que, más recientemente, las cuentas para invertir en valores financieros se han quintuplicado desde 2019, alcanzando las 170 millones.
“Toda esta gente joven está sacando dinero de los activos físicos, que en India normalmente eran oro o tierras, y eso se está moviendo a activos financieros”, indica el director de inversiones. Esta “financialización” de los ahorros, señala, “es un arma muy importante de cómo el ahorro en India se va a canalizar para el propósito del crecimiento económico. No hay otro país que tenga este tipo de arma fuerte”.
Respecto a la estrategia de selección de activos, Sambhshivan dice que la mejor forma de capitalizar esta tendencia es a través de acciones de la banca tradicional, más que por el lado fintech.
Auge en manufacturas
Otro espacio de interés para el gestor de renta variable india de Invesco es el de manufacturas.
Para el profesional, los últimos cinco años –particularmente después de la crisis del COVID-19– se ha visto un mayor interés en el gobierno en apoyar al rubro, lo que proyecta un escenario de oportunidades para los inversionistas.
Actualmente, la manufactura representa entre 16% y 17% del PIB del gigante asiático, y el gobierno quiere llevar esa cifra a 25%, explica Sambhshivan. Esta apuesta, incluso si no alcanzan esa meta por completo, implica un volumen relevante de oportunidades de inversión.
El gobierno está dando incentivos y ofreciendo su mano de obra preparada a cambio de que las compañías multinacionales vayan a India a establecer sus bases de producción. Desde ahí, indica el ejecutivo de Invesco, pueden vender a la masiva audiencia doméstica y, además, exportar lo que quieran.
Con todo, dentro de los principales segmentos de interés que identificaron en la gestora –que el gobierno está impulsando– están ferrocarriles, defensa, insumos para automóviles, semiconductores, manufactura electrónica, farmacéutica y químicos, entre otros.