El dólar protagoniza su peor comportamiento en la última década. Según los analistas de Monex Europe, las pérdidas que está sufriendo, medidas por el índice DXY, se agravan debido al avance del COVID-19 en el país y a las tensiones con China. Ayer comenzaba la semana estabilizándose a la espera de la medidas políticas que se discuten en el Congreso de Estados Unidos.
Desde Ebury coinciden en que las preocupaciones en torno a la continuación de las altas cifras de contagios por el virus en EE.UU. y la alta posibilidad de una prolongación de las medidas de contención son “las principales culpables de enviar al índice de dólar a su nivel más bajo desde mayo de 2018”. En este sentido, julio fue el peor mes para el dólar desde 2010, con un incremento en los datos de infectados, fricciones políticas y rentabilidades a la baja causaron una fuga en masa de posiciones en dólares.
De hecho, todas las divisas del G10 finalizaron el mes en positivo respecto al dólar, lideradas por la Corona Sueca y la Libra Esterlina, divisas de más riesgo, con esta última repuntando incluso a pesar de la incertidumbre que rodea al Brexit. “La mayor parte de las divisas emergentes también terminaron el mes de julio en positivo frente al dólar. Aún así, vimos nuevamente bastantes ventas violentas la semana pasada, especialmente por parte del Rand Sudafricano y el Rublo Ruso, que terminaron la semana con los peores dos resultados del tablón”, apuntan los analistas de Ebury.
Los expertos indican que esta semana podría ser muy importante para el dólar. Según los analistas de Ebury, “no solo podremos obtener noticias del congreso, pero también veremos varias noticias económicas publicadas, de las cuales la mayoría aportaran información sobre el periodo tras la reintroducción de las medidas de confinamiento en un puñado de estados. Prestaremos más atención al PMI no manufacturero y al informe de empleo del viernes, donde, dado los últimos datos a la baja, vemos posible una nueva sorpresa negativa”.
A la espera del Congreso
Los analistas de Monex Europe y Ebury coinciden en poner todo el foco de atención en el Congreso, ya que sigue pendiente el acuerdo para la prolongación de las medidas de apoyo para la economía. “La incapacidad del Congreso estadounidense para acordar una extensión al programa de ayudas adicionales al desempleo tampoco ayudó a la moneda americana la semana pasada, amplificando las ya fuertes preocupaciones sobre el estado de la recuperación de los Estados Unidos”, apuntan estos últimos.
En opinión de los analistas de Banca March, sin embargo, los rumores de medidas unilaterales por parte del presidente Trump, para extender los beneficios de desempleo ya finalizados, terminaron por extender el optimismo a ambos lados del Atlántico.
“En Estados Unidos, Donald Trump presiona al Congreso para que renueve el plan de ayudas al desempleo. En concreto la Casa Blanca busca medidas para seguir entregando 600 dólares semanales a 17 millones de personas. El plan, aprobado en marzo, venció el viernes y 17 millones de parados dejaron de recibir 600 dólares semanales para afrontar los efectos del cierre de la economía por la pandemia. Republicanos y demócratas negocian la extensión de las ayudas, mientras la Casa Blanca presiona con posibles soluciones por su cuenta que aseguren el mantenimiento de unas ayudas clave para la economía”, explican sobre la situación política en el Congreso.
Entre las posibles medidas unilaterales de Trump, The Wall Street Journal adelantaba la declaración de “emergencia económica nacional” para emprender el programa de ayudas por su cuenta. Los demócratas, por un lado, proponen una extensión del mismo programa aprobado en marzo, que además del seguro de desempleo también incluya ayudas para quienes no pueden pagar sus hipotecas hasta el próximo año. Por su parte, los republicanos aspiran a reducir el monto que el Estado entrega a los parados a 200 dólares semanales, pero también añade recursos para respaldar a los pequeños negocios y beneficios fiscales para las empresas.
Por último, “los inversores también esperarán ansiosamente una serie de publicaciones de datos económicos, en particular el informe de nóminas no agrícolas de EE.UU. para el mes de julio”, añaden desde Ebury