A pesar de que cada vez más existe un nivel de consenso para el dólar, Investec cree que la divisa estadounidense seguirá estando bien respaldada y alcanzará el próximo año nuevos máximos cíclicos conforme se normaliza la política monetaria estadounidense de forma lenta, aunque sin pausa. Tras superar la fase de recuperación económica, Estados Unidos está en condiciones de elevar el precio del dinero. Europa, sin embargo, sigue estando, al menos, tres años por detrás de esta etapa, que sólo ha empezado a verse en la deuda del sector privado. Asia, y China en particular, están muy lejos de esta etapa y su relación deuda-PIB sigue siendo alta, lo que sugiere que, en los próximos años, la política monetaria seguirá siendo acomodaticia, dice Investec.
Divergencia monetaria entre Estados Unidos y el G10 (2014-2015)
La firma se volvió positiva en el dólar en 2012, cuando se hizo evidente que la economía había avanzado en las cotas del desapalancamiento, los bancos estadounidenses habían mejorado sus ratios de capital y que la revolución del shale gas avanzaba firmemente. El dólar estaba entonces extremadamente barato y con baja demanda. Sin embargo, tres años después, el dólar ha experimentado una revalorización sustancial frente a una amplia gama de monedas tanto de las economías avanzadas como de los mercados emergentes.
Los expertos de Investec consideran que gran parte de este rally se ha visto impulsado por las políticas monetarias divergentes. Mientras la Reserva Federal lleva meses indicando que subiría los tipos de interés en 2015, el Banco Central Europeo (BCE) logró despejar los suficientes obstáculos como para poner en marcha su propio programa de expansión cuantitativa y el Banco de Japón ha adoptado medidas enérgicas para aumentar la oferta de dinero de manera significativa.
Cambio en la dinámica
Un aspecto interesante de la reciente apreciación de la cotización del dólar, cuenta Investec, ha sido el cambio de comportamiento de la dinámica de las divisas. Tradicionalmente, el dólar estadounidense actuaba como valor refugio, subiendo cuando los mercados están nerviosos y cayendo cuando los mercados son optimistas. Sin embargo, el euro también ha comenzado a mostrar este tipo de comportamiento defensivo. “Creemos que hay dos factores que explican este cambio. En primer lugar, con tipos de interés negativo, el euro se ha convertido en una moneda de financiación para las divisas de mayor riesgo y en segundo lugar, la zona euro ha acumulado un superávit por cuenta corriente substancial y el exceso de ahorro se dirige hacia inversiones más allá de sus fronteras”, explican.
Cuando los mercados están tranquilos esta situación presenta pocos problemas, pero tan pronto como la volatilidad sube o el mercado se pone nervioso, estos flujos se revierten rápidamente a medida que las operaciones de divisas generan una mayor beta y los flujos de capital vuelven de nuevo a la zona euro, impulsando la moneda única. Esto, por supuesto, es exactamente el comportamiento tradicional de la cotización del yen.
Esta situación plantea un posible riesgo para otro rally del dólar estadounidense, pero hay otros factores a tener en cuenta. En particular, la trayectoria de cara a los próximos años de la economía de Estados Unidos es crucial, y, además, mientras el mercado laboral se ha recuperado, la inflación se mantiene muy por debajo del nivel deseado por el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) por lo que el organismo tiene que estar seguro de que sus previsiones son lo suficientemente robustas como para asegurar que la inflación sube de nuevo hacia el nivel objetivo.
Dado que es probable que la Fed vuelva a subir los tipos de interés en 2016, se espera que el dólar se mantenga bien respaldado por los inversores. La continua fortaleza del dólar mantendrá la presión sobre los prestatarios de mercados emergentes que tienen deudas en divisas. Los países más afectados serán aquellos cuyos ingresos dependen del precio de las materias primas, que es probable que siga siendo moderado.