Tras un difícil 2018, los datos parecen indicar que los flujos de dinero hacia fondos de deuda emergente han vuelto a reactivarse. Claudia Calich, gestora de cerca de 1.000 millones de dólares en deuda emergente de M&G Investments, recalca que la entrada de flujos se ha producido tanto en fondos en moneda de local como en hard currency, ya que “el mercado ha quitado un poco de riesgo a la preocupación en puntos como las relaciones entre Estados Unidos y China y ha mejorado la percepción de riesgo de algunos países.”
En este sentido, Calich espera que al final, Trump sea igual de pragmático que lo fue con las negociaciones del Nafta y llegue a un acuerdo con China porque asegura que “no quiere una catástrofe financiera, ya que este asunto tiene implicaciones en los mercados americanos, la confianza del consumidor y el efecto riqueza”. Sin embargo, la gestora reconoce que el problema con China es que es mucho más grande, y por ende, su impacto en el crecimiento mundial es mayor y que hay problemas más difíciles de resolver, como el tema de la propiedad intelectual.
Hard currency versus Local currency
Así pues, desde M&G Investments no ven un escenario en el corto plazo de recesión, aunque si un crecimiento un poco más débil. Para Calich este no es un entorno desfavorable para los mercados de deuda emergentes y puntualiza que, salvo casos aislados como en el 2008, en los años donde el crecimiento mundial ha disminuido la rentabilidad de la deuda emergente ha sido positiva. Además, añade que en deuda hard curreny no ha habido dos años de rentabilidad negativa seguidos.
No ocurre lo mismo con los activos en moneda local porque, según explica la experta, la mejoría de los activos en moneda local depende de factores más estructurales que no se corrigen de forma inmediata, concluyendo que “el allocation entre hard y local es muy importante”.
A día de hoy, los spreads de los activos corporativos en hard currency están ligeramente por debajo de los spreads de los bonos soberanos aunque la diferencia es muy pequeña. Para Calich esta diferencia se explica “porque hubo un cambio gradual pero importante en el índice”. En los corporates hubo un incremento de la presencia de empresas chinas que son investment grade y que reducen los spreads, mientras que por el lado de los gobiernos hubo emisiones de países como Argentina y países de África que son de menor calidad y que en sentido apuesto amplían el diferencial.
En general, la gestora comenta que la mayoría de las emisiones corporativas disponibles en mercados emergentes son en divisa fuerte, aunque afirma que sí existen emisiones en moneda local que son suscritas en su mayoría por los inversores institucionales de cada país y que no se dan a negociar fuera.
Por nivel región, la estrategia de M&G Emerging Markets Bond Fund en estos momentos infrapondera Asia y sobreponderada África Subsahariana. El resto de las regiones están relativamente neutrales, aunque con diferencias en las posiciones por países.
Un crecimiento a la baja en China
Con respecto a China, desde un punto de vista macroeconómico, Calich espera que el crecimiento chino siga bajando y en su opinión su principal desafío es “rebalancear la economía para cambiarla por un modelo que crezca más por consumo que por inversión.”
Señala además la creciente dependencia de la economía china de la inversión extranjera, que es la justificación para los proyectos de apertura de los mercados financieros como la iniciativa Bond Connect. En este sentido, Calich señala que es importante que China forme parte de los indicies mundiales, pero hay que tener en cuenta los riesgos como, por ejemplo, los capitales golondrinas) sobre los que Calich puntualiza “los flujos entran pero también salen”.
Una vez que desde M&G estén listos para invertir desde el punto de vista operativo en Bond Connect su idea es invertir en bonos soberanos en moneda local. Para Calich los bonos corporativos chinos están caros porque no trasmiten la percepción correcta del riesgo. Así pues, explica que las agencias de calificación domésticas lo califican todo como AAA o AA por suponer que están implícitamente avalados por el gobierno y por tanto los spreads son muy estrechos: “La gente tiene que empezar a pensar y acostumbrase que el gobierno al final no podrá salvar todas esas compañías y algunas tendrán que entrar en default”, explica Calich.
Estrategia en Latinoamérica
En Latinoamérica, la estrategia flexible se encuentra ligeramente por debajo de su punto neutro. En Brasil, en moneda local, mantienen algo de Petrobras y algunos bonos corporativos. Desde su punto de vista, y tras una reacción eufórica de los mercados tras la victoria de Bolsonaro, la realidad parece que está llegando: “Hay cosas que bajo un punto de vista económico tienen sentido, aunque hay cosas que tendrán que negociar con el Congreso. La reforma previsional, por ejemplo, esto es siempre algo muy complicado. Hay que ver como manejan los próximos meses porque si la reforma no sale o sale algo muy licuado no será bueno para los mercados”, concluye Calich.
En cuanto a otros focos de atención en la región, Calich comenta sobre la situación en Argentina y México. Para la gestora, los mercados argentinos reflejan la incertidumbre hasta que lleguen las elecciones: “Hay muchas dudas y temas que mirar, incluso el nivel de dolarización de la población que puede impactar el tipo de cambio.” Pero en su opinión, el año 2020 va a ser más importante que el 2019 porque “gane quien gane va a heredar una economía que aun esta o en recesión o quizá con crecimiento muy débil, una inflación que a lo mejor baje algo, pero que seguirá siendo muy alta, y con un colchón de financiamiento mucho menor que el colchón de este año, porque la plata del fondo monetario internacional llega este año no el año que viene”, concluye Calich.
México deberá de formalizar la economía para aumentar su recaudación
Para México, uno de sus principales desafíos en opinión de Calich, además de PEMEX, es su tasa de recaudación de impuestos cercana al 20%, que es muy baja para una economía tan desarrollada como la mexicana. “Para un crecimiento y cuentas fiscales más fuertes necesitan mejorar la recaudación. En México tienen que formalizar una parte de la economía”, asegura la experta.
Tras este fuerte inicio del año, ¿qué cabe esperar en términos de rentabilidad en esta clase de activos para lo que queda del mismo? El retorno de la estrategia en deuda emergente flexible se sitúa ya en el entorno del 6-7% y para el resto del año la gestora espera “un retorno proveniente más del carry que de los precios de los bonos cercano a la tir del fondo del 7,5% que en opinión de Calich es “un proxy de lo que podría pasar en el año”