El nuevo escenario causado por la pandemia provocará grandes cambios en el comportamiento tanto del consumidor como las relaciones comerciales que no deberían ser ignorados por las compañías, dice el presidente ejecutivo de Global M&A J.P. Morgan, Hernan Cristerna.
“Es probable que el impacto a largo plazo de la pandemia sea profundo, lo que provocará grandes cambios en el comportamiento del consumidor, así como las relaciones entre los bloques comerciales y la evaluación del riesgo de crédito por parte de las instituciones financieras. Las empresas que ignoren o subestimen estos cambios sísmicos lo harán bajo su propio riesgo”, aseguró Cristerna en una columna publicada en la web de la empresa que dirige.
El primer impacto se sentirá en los bolsillos de los consumidores que estarán afectados por la incertidumbre laboral bajo una recuperación lenta con la constante amenaza de la reinfección.
Esto generará una reducción del gasto de los hogares que ajustarán sus cuentas exigiendo una mejor relación de calidad-precio.
Para Cristerna este panorama hará “tambalear” algunos sectores mientras “que otros florecerán” y los efectos de reacción de las compañías generará una “nueva ola de consolidación”.
“A través de combinaciones de negocios, las empresas obtendrán los recursos necesarios para acceder a nuevas habilidades y tecnología, acelerar la innovación de manera eficiente, reducir de manera responsable su base de costos, mientras reducen la capacidad en los sectores más afectados”, aseguró el directivo.
El sector financiero, por su parte, está más saneado en comparación con la crisis del 2009.
Sin embargo, la magnitud del crédito solicitado, tanto por empresas como consumidores, dejarán “algo traumatizado” al sector, lo que les permitirá una mejor posición a las compañías que estén bien capitalizadas.
Por otra parte, para Cristerna probablemente “la mayor incógnita sea el grado de intervención del gobierno” y cómo los políticos promoverán combinaciones dentro de las regiones o países para evitar que ingresen compradores extranjeros que promuevan la integración vertical.
En este sentido, se destaca “el resurgimiento del nacionalismo de EE.UU.” que en palabras de Cristerna “ganará si elige promover combinaciones entre sus propias compañías que ya representan muchas de las corporaciones más grandes del mundo”.
“Esto crea un gran desafío para las empresas de clase mundial europeas y japonesas que deben evitar perder escala y ventaja competitiva al enfrentar de frente esa tendencia de 2019 creando sus propias combinaciones transformadoras”, asegura el experto.
Sin embargo, asegura que esto no les será fácil, deberán adoptar el compromiso multilateral en todas las regiones y encontrar el deseo de enfrentarse cara a cara con los estadounidenses.
Cristerna asegura que las empresas deberán afrontar estos problemas porque corren el riesgo “de quedarse atrás”, lo que provocaría efectos negativos para los consumidores en sus propios bloques comerciales que pueden volverse más dependientes de las ofertas de multinacionales controladas a distancia.
“Para prosperar y, en algunos casos, sobrevivir, las corporaciones de todo el mundo deben evolucionar, y rápidamente… Si se considera que las juntas y los estrategas corporativos están dormidos mientras se desencadena esta crisis, los inversores los castigarán por su sueño”, concluyó.