El miedo ante el coronavirus (COVID-19) y su propagación resulta ser mayor en los mercados de lo que justifican los datos oficiales que maneja la Organización Mundial de la Salud (OMS). Según estima este organismo, que depende de la ONU, la mortalidad de los contagios se sitúa entre el 2% y el 4% en Wuhan (China), mientras que fuera del foco principal, la letalidad del virus se reduce al 0,7%.
En cambio, la reacción del mercado está siendo muy alarmante, en parte retroalimentado por la alarma social que ha desatado esta epidemia y que ha puesto el foco informativo en cada nuevo caso confirmado o población puesta en cuarentena. En este sentido, las firmas de inversión apuestan por hacer un ejercicio analítico para separar la paja del grano, y ver cuál será el impacto real y poder hacer una lectura de lo que las bolsas mundiales están reflejando.
El martes las caídas se repitieron en Europa, el Eurostoxx 50 perdió un 2,1%, por las dudas sobre la expansión global del coronavirus, que empieza a mostrarse con más virulencia en Europa. Mientras, “el Nikkei cayó un 0,79% con todos los sectores en negativo y con altos volúmenes de negociación, un 48% superior a la media de 10 días. En China el CSI 300 perdió un 1,23% y el H.K. Hang Seng cae un 0,84% ahora mismo tras conocerse la revisión a la baja del crecimiento por parte de la autoridad fiscal en Hong Kong que además estima un aumento del déficit fiscal hasta el 4,2% del PIB de la región”, resumen los analistas de BancaMarch.
Unas caídas que también se repitieron ayer. «La oleada de ventas en los mercados ha sido sorprendente, no por la magnitud de la caída, sino porque hacía tiempo que tenía que haberse producido. En este contexto, la pregunta interesante no es por qué los mercados cayeron de repente, sino por qué, a tenor del claro impacto sobre la producción económica y los beneficios empresariales, se mostraban tan confiados en los días previos a las caídas que han tenido lugar a partir del lunes pasado», reflexiona Paras Anand, responsable de gestión de activos para Asia-Pacífico de Fidelity.
Frente a estos datos, las gestoras tienen claro que una parte refleja el impacto que tendrá el coronavirus en algunos sectores, como el turismo o el consumo, y, por ende, las economías de los países donde afección esté más extendida, principalmente, China. “El número de muertes por el brote del coronavirus de Wuhan en China ya ha superado el brote de SARS en 2003. Pero el riesgo real para China, y por extensión para el mundo, es que las medidas puestas en marcha para contenerlo causen un impacto económico y de inversión negativo desproporcionado”, advierten desde GlobalData.
Existe un cierto consenso en la revisión a la baja que se ha hecho del crecimiento de China y en que el PIB del país sufrirá durante los dos primeros trimestres a cuenta del coronavirus, pero “no necesariamente el efecto que tendrá en los activos de inversión chinos ha sido el primero en la mente de muchos”, puntualizan desde la consultora.
De hecho, GlobalData también ha revisado las previsiones a la baja para el crecimiento de la inversión minorista en China en 2020. “Las acciones son las más afectadas y los bonos son los que menos sufren en términos de la visión neutral de la compañía sobre el impacto de Covid-19. Estas revisiones dan como resultado una tasa de crecimiento esperada de aproximadamente el 5,6% para el mercado de inversión minorista chino”, apunta GlobalData.
“La corrección del mercado se produce en el contexto de una fuerte recuperación durante varios meses, por lo tanto, los mercados eran particularmente vulnerables. Si la propagación del virus se vuelve incontrolable, el daño económico podría ser grave, por lo tanto, tiene sentido que los mercados corrijan. En nuestra opinión, la corrección podría, continuar, pero creemos que todo dependerá de dos factores: la propagación del virus y las medidas asociadas, por un lado, y la respuesta de las instituciones, por otro”, explica desde la gestora francesa La Financière de l´Echiquier. Ambos factores son, por ahora, impredecibles, por lo que la volatilidad en el mercado continuará.
La posición de los gestores
Está claro que la epidemia presenta claramente riesgos para los inversores en renta variable. Mientras los activos más cíclicos están a la baja y el mercado de valores pierde las ganancias de los últimos meses, los activos de refugio ganan atractivo. “Tendrá un impacto negativo en el crecimiento económico a corto plazo, y las empresas más cíclicas y apalancadas podrían enfrentarse a una mayor presión que las que tienen un crecimiento de las ganancias impulsado por factores estructurales. La volatilidad resultante de los acontecimientos exógenos puede crear oportunidades para los inversores a largo plazo”, Matt Benkendorf, el CIO de Quality Growth, boutique de Vontobel AM.
“En mi opinión, llegados a este punto las perspectivas dependerán de la propagación del coronavirus, de la velocidad de la misma y de lo que ello conllevará en última instancia para el crecimiento mundial. Considero que los inversores tienen que ser conscientes de la manera en que las carteras están posicionadas actualmente. Si el problema del virus sigue agravándose y el crecimiento mundial se ralentiza, creo que los sectores más defensivos, como los de salud y suministros públicos, registrarán una mejor evolución. También opino que las empresas y los sectores que no estén tan expuestos a las perspectivas de crecimiento mundial y al comercio, incluido el comercio mundial, registrarán un mejor desempeño en esta coyuntura”, afirma John Lloyd, corresponsable de análisis de deuda corporativa mundial de Janus Henderson.
En opinión de Nitesh Shah, director de análisis de WisdomTree, los activos defensivos seguirán funcionando bien. Según defiende en su análisis, “un viento de cola podría introducir el oro en carteras que han ignorado en gran medida la clase de activos en el pasado. Mientras tanto, los activos cíclicos podrían tener dificultades para rendir. Sin embargo, si el coronavirus fuera perdiendo fuerza, por ejemplo si el contagio se contiene y las vacunas se desarrollan rápidamente, podríamos ver que se abren fantásticas oportunidades para cazar gangas. Hay algunas materias primas como el petróleo que, bajo el auspicio de un cártel que controla el 60% de la producción mundial, podría recibir un impulso a corto plazo con un aumento de la producción”.
Desde La Financière de l´Echiquier señalan que intentarán aprovechar la situación comprando valores de calidad cuyos precios han bajado drásticamente, invirtiendo parte de sus recursos en efectivo para otros, o ajustando la exposición a renta variable en algunos fondos. “Por lo tanto, consideramos aconsejable hacer frente a la volatilidad a corto plazo en un intento de aprovechar las medidas a medio plazo que creemos que tomarán las instituciones financieras en los principales estados occidentales y en China. El lema es: paciencia y movilidad”, matiza.
Para David Page, responsable de análisis macro de AXA Investment Managers, es muy complicado predecir exactamente cómo se desarrollará la situación a corto plazo. Según su análisis, es probable que la interrupción del lado de la oferta sea un problema para los mercados, como se demostrará en los resultados corporativos, lo que podría retrasar una recuperación generalizada de los beneficios. «Nuestra confianza en estas expectativas se ha visto afectada por la incertidumbre relacionada con el virus. En la renta fija, los rendimientos deberían estar respaldados por las previsiones de una política acomodaticia adicional en 2020, particularmente si entramos en un período prolongado de preocupación por la propagación del virus. A corto plazo, la situación es claramente volátil. En el medio plazo, una modesta recuperación de la producción manufacturera global será apoyada por una política monetaria laxa después de que pase el shock de suministro inducido por el virus. Si bien esperamos una volatilidad continua, tanto en los mercados como en los datos económicos, la política monetaria y el estímulo fiscal están siendo empleados cada vez más para amortiguar el impacto en la actividad. Pero esto llevará un tiempo, mientras se acumulan preguntas sobre la profundidad del choque inicial”, explica Page.
El punto final a este análisis lo pone Esty Dwek, responsable de estrategia global de mercados de Natixis Investment Managers Solutions. En su opinión, “mientras los casos disminuyen en China, están creciendo fuera”, así, tal y como señala, “los recientes casos de propagación fuera en Italia, Corea del Sur y Japón hacen crecer la idea de que el impacto puede ser más amplio y duradero de lo que se creía inicialmente”. A pesar de ello, destaca que desde Natixis IM siguen creyendo que “el crecimiento de 2020 no se frustrará”, a pesar de que “el impacto en el crecimiento podría extenderse más allá del primer trimestre”.