A nivel mundial, las expectativas de crecimiento de las principales economías del mundo se han revisado al alza debido a la reactivación de la economía gracias al relajamiento progresivo de las medidas para mitigar el virus y la buena marcha de las campañas de vacunación, que han fortalecido la confianza.
En el caso de la economía española, la contracción del PIB en el primer trimestre del año (-0,4%) ha sido menor a la adelantada en abril, debido fundamentalmente a un mejor comportamiento del consumo y sobre todo de la inversión, aunque las exportaciones han tenido un comportamiento peor (-10,7% frente al -9,5% adelantado). En el trimestre actual, los datos de consumo, exportaciones, construcción, demanda y optimismo empresarial comienzan a ser positivos, aunque todavía se resienten manufacturas y servicios.
Para el tercer trimestre se espera una recuperación de al menos el 50% del turismo perdido en 2020, que, de producirse, anticiparía para el segundo semestre del año un fuerte crecimiento en la actividad y por tanto en la facturación de las empresas del sector.
Asimismo, el elevado nivel de ahorro acumulado por los hogares –que ha pasado de representar un 25,7%, un euro de cada cuatro, a quedar, con datos a primeros de año, en el 10,6%–, la demanda externa y la normalización del flujo turístico son factores que pueden ayudar a impulsar el crecimiento económico a lo que hay que unir el plan de recuperación aprobado por la Unión Europea, que incidirá fundamentalmente en los tres primeros trimestres de 2022 y, que se prevé tenga un importante efecto en el crecimiento de la demanda interna.
Crecimiento dispar
En base a estos buenos pronósticos, el Observatorio Financiero del Consejo General de Economistas eleva su previsión de crecimiento de la economía en 2021 al 6,3%, y de 5,5% en 2022, año en el que las ayudas europeas tendrán más incidencia. No obstante, pese a estas buenas perspectivas deben tenerse en cuenta las disparidades de los distintos sectores para compensar el repunte de la inflación que se está produciendo en el año 2021. Una parte representativa del sector servicios no tiene capacidad para trasladar al consumo el incremento de los costes de producción. Asimismo, hay que considerar, que existe un porcentaje significativo de pymes muy endeudadas, que requieren ayudas directas y refinanciación del endeudamiento.
Este desequilibrio entre sectores productivos afectará a la renta disponible de los hogares, en función de su capacidad de ingresos, a lo que se une la inflación, que corroe el ahorro y también el poder adquisitivo de los salarios.
La tasa de variación interanual del IPC adelantado del mes de junio se ha incrementado el 2,6% (una décima menos que en mayo) mientras que se mantiene la inflación subyacente en el 0,2% y la inflación armonizada en el 2,4%, con un diferencial adverso de cuatro décimas con respecto a la media de la eurozona, con una inflación del 2% (6 décimas menos que la española) mientras que la subyacente se sitúa en el 0,9%, 7 décimas más que la española. Por su parte, la deuda pública se sitúa actualmente en el 125,24% del PIB, y se espera que se mantenga en esos niveles a final de año, mientras que el déficit, se prevé que se sitúe en una horquilla de entre el 8% y el 9,5%
En cuanto al sector exterior, las exportaciones de bienes y servicios han presentado una variación del -10,7% respecto al primer trimestre del 2020 según datos del INE del primer trimestre del 2021. La evolución de la movilidad, a nivel nacional e internacional, va a generar en 2021 y siguientes años un auge exportador sobre todo para el sector industrial, al contrario que el sector servicios y turístico que van a tener una recuperación mucho más lenta, aunque, por otra parte, la recuperación de países de nuestro entorno, fundamentalmente europeos, va a ejercer de tracción a nuestra economía. Las importaciones también han sufrido una caída del 5,2% interanual en el primer trimestre del año y en el segundo trimestre se han visto muy afectadas por la elevación del precio de las materias primas.
Empleo e índices bursátiles
En cuanto al empleo, los datos del INE relativos al primer trimestre del 2021 reflejan que el número de horas efectivamente trabajadas han sido un 2% inferior al cuarto trimestre de 2020. En términos interanuales, el número de horas efectivamente trabajadas aumenta 2,5 puntos, hasta el −3,6%. Esto puede ser un buen síntoma, dada la complejidad para medir la evolución del empleo en 2020 y 2021 al haber trabajadores afectados por los ERTEs. En cualquier caso, mantenemos una previsión de la tasa de paro a final de año en torno al 15,5%.
La evolución interanual de los principales índices bursátiles europeos hasta mayo ha estado por encima de los 30 puntos, a excepción del FTSE 100 (15,57%) y del IBEX 35 (28,9%), que se ha situado a finales de mayo en 9.148,9 puntos, aunque en el mes de junio ha perdido la barrera de los 9.000 puntos perdiendo en lo que va de mes, el 2,56%.
Los precios de las materias primas han seguido subiendo en mayo y junio en un contexto de expectativas de recuperación de la demanda. El precio de barril de Brent ha aumentado de los 14,3 dólares por barril en abril de 2020 a 64,5 del mismo mes de este año, superando los 75 actualmente.
El euro se ha apreciado ligeramente, con respecto al dólar (0,4%) y más intensamente frente al yen (4,0%) depreciándose un 1,2% frente a la libra esterlina. Con respecto a los tipos de interés en los mercados interbancarios, destaca el descenso de los rendimientos en los mercados nacionales de renta fija durante el 2021. El nivel de tipo de interés continuará siendo muy reducido en el segundo semestre del año.
El BCE comprará deuda por valor de 1,85 billones de euros hasta marzo de 2022
En relación a la deuda soberana, el pasado 10 de junio el Consejo de Gobierno del BCE aprobó garantizar la estabilidad financiera y evitar riesgos asociados al alza de las rentabilidades de la Deuda. En el mercado secundario de la deuda, la rentabilidad del bono español a 10 años se situó a 31 de mayo de 2021 en el 0,47%, siendo el diferencial España-Alemania de 66 puntos básicos en términos similares al de final del 2020. A 28 de junio, el diferencial se ha reducido a 63 puntos básicos. Asimismo, el Banco Central Europeo ha decidido comprar deuda por valor de 1,85 billones de euros hasta finales de marzo de 2022. Los países más beneficiados hasta la fecha por la compra de deuda de emergencia por la pandemia han sido Italia y España, que podrían verse muy afectados de endurecerse, a partir de esa fecha, la política del BCE de inyección de liquidez y compra de bonos, y sobre todo por una elevación de los tipos de interés, que dado el elevado nivel de deuda podría ser insostenible para nuestra economía.
El Consejo General también incide en que a tenor de todos los indicadores, será importante que, una vez iniciada la senda del crecimiento, se aborden reformas necesarias fundamentales para cimentar el crecimiento –plan de consolidación fiscal, flexibilización mercado laboral, reforma inexcusable de pensiones, impulsar la competitividad de las empresas y la productividad, fomentar la inversión privada y foránea, etc.– que, de no producirse provocarán una factura muy pesada que comenzará a pagarse cuando termine la ayuda de Europa.