La onza de oro comenzó el año siguiendo la misma tendencia alcistas con que acabó 2020. Según indican la mayoría de las firmas de inversión, puede que el metal precioso esté llegando a su máximo de revalorización y se mantenga en los mismos niveles durante los próximos trimestres. ¿Será este el año en que el oro deje de brillar?
En su último informe de WisdomTree señala que, al igual que en 2020, “es probable que el oro salga a relucirse como un gran instrumento de cobertura contra las incertidumbres”. Se refiere a las incertidumbres que la evolución de la pandemia y el proceso de vacunación en todo el mundo, así como la vuelta a la normalidad de las economías, puedan encontrarse por el camino.
“Hemos estado viviendo en estado de shock por la pandemia mundial durante más de tres cuartos de año y las instituciones han intentado mitigar algunas de las consecuencias económicas de ello. Hemos visto la mayor respuesta fiscal y monetaria a un shock económico jamás vista en la historia, como las de Estados Unidos. Estas audaces decisiones monetarias y fiscales, si bien son necesarias, probablemente causen grandes distorsiones. Se incrementa el riesgo de inflación elevada en los próximos años. También es probable que los mayores niveles de endeudamiento que los gobiernos contraigan sean perjudiciales para aquellos que se encuentran en apuros de cancelarla. Esta carga a menudo recae sobre el segmento de la población más joven y menos rico en activos. Es probable que esto a su vez afecte al contrato social intergeneracional y por lo tanto, abre la siguiente pregunta: ¿Podría 2021 convertirse en otro año de malestar social? Una vez más, el oro como activo de cobertura contra el riesgo geopolítico, puede relucir su atractivo”, señala el documento.
Teniendo en cuenta cómo evolucione el contexto global, WisdomTree apunta tres escenarios del precio del oro hasta el cuarto trimestre de 2021.
El primero sería un escenario de consenso, es decir basado en el consenso de estimaciones de todos los resultados macroeconómicos y el supuesto de que el sentimiento de los inversores hacia el oro permanece sin variar sobre los niveles actuales. En tal caso, “el oro podría apreciarse a los 2.130 dólares la onza, así como marcar un récord superando la cota máxima registrada en agosto de 2020 de 2.075 dólares la onza”, apunta.
Un segundo escenario estaría caracterizado por una incertidumbre económica continuada. En este caso estaríamos ante una mayor intervención monetaria, posiblemente a través del control de la curva de rendimientos, acotando de esta forma a los rendimientos de las Letras del Tesoro y extendiendo el debilitamiento del dólar. Además, en paralelo, el sentimiento de los inversores hacia el oro se fortalece.
Ante un entorno así, WisdomTree considera que, a medida que la Fed aprobase nuevas herramientas de política monetaria y el dólar se depreciara, el sentimiento de los inversores hacia el oro se incrementaría y el posicionamiento en los futuros sobre oro crecería a los 350.000 contratos netos largo. Cuanto más negativos se conviertan los rendimientos reales, mayor será el atractivo del oro. En este escenario, el oro podría valorizarse a los 2.340 dólares la onza, lo que equivaldría a una subida del 24% desde los niveles de diciembre de 2020”.
Por último, en un tercer escenario en el que la Fed tomara una posición restrictiva y los rendimientos de las letras del Tesoro subieran considerablemente, mientras que el dólar recupera los valores de junio de 2020 y la inflación se mantiene muy por debajo del objetivo, el posicionamiento en los futuros sobre oro se reduciría.
“Asumiendo que hay una mejora genuina en las condiciones económicas que no provocan efectos inflacionarios y el mercado no cree que la Fed incurre en un error de política, el posicionamiento en los futuros sobre oro podría reducirse más a su media histórica de 100.000 contratos netos largos. En este escenario, el oro podría caer a los 1.595 dólares la onza, contrayéndose a niveles no vistos desde abril de 2020”, señala el informe el informe.
La conclusión que obtiene WisdomTree de este análisis es que, en términos generales, la incertidumbre económica persistirá durante esta crisis pandémica que no ha sido resuelta por completo. “Aunque el escenario de consenso de mercado le tiende al oro una alfombra para que recupere su terreno perdido, creemos que el metal precioso podría apreciarse muchísimo en el escenario de incertidumbre económica. Si bien no podemos descartar un escenario en donde la economía mejora considerablemente, somos escépticos a que la Fed proceda con un accionar muy restrictivo y por lo tanto, le asignamos a esto último una probabilidad de ocurrencia muy reducida”, concluye la gestora.