Las gestoras estiman que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) estaría dispuesta a subir los tipos un 0,75% o incluso un 1% en su reunión de esta semana. Esta subida supondría llevar el tipo objetivo al 2,5%, el nivel que alcanzó en el pico del último ciclo de subida de tipos en 2019. Según muestran las consideraciones previas, Jerome Powell, presidente de la institución monetaria, mantendrá un discurso duro y seguirá apostando por nuevas subidas de tipos en septiembre y octubre, aunque algo más moderados. Por ahora, la pregunta sigue siendo qué tan rápido aumentará la Fed las tasas de interés: ¿estamos ante una carrera de fondo o sprint contra la inflación?
La velocidad de la Fed se terminará en función de cuánto suba los tipos. Para Franck Dixmier, director de inversiones global de Renta Fija de Allianz Global Investors, la Fed seguirá la lógica de su reunión de junio, en la que también se produjo una subida de tipos superior a la prevista. “La idea es subir los tipos lo máximo posible en los próximos meses antes de que se cierre la ventana de oportunidad. Los mercados prevén ahora una recesión, o al menos una fuerte desaceleración del crecimiento a partir de finales de año. Por lo tanto, la Fed debe actuar ahora para seguir anclando las expectativas de inflación y asegurarse un margen de maniobra”.
En general, las gestoras coinciden en que la subida será de 75 puntos básicos. “Las posibilidades de una subida de 100 puntos básicos han disminuido sustancialmente con el retroceso de las expectativas de inflación y el actual endurecimiento de las condiciones financieras. Además, la trayectoria del crecimiento ya es lo suficientemente baja y una subida monstruosa sería innecesariamente arriesgada, especialmente porque podría desencadenar una revalorización sustancial y dificultaría al FOMC el control de las expectativas del mercado en el futuro”, indica Paolo Zanghieri, economista senior en Generali Investments.
Misma visión comparte François Rimeu, estratega senior de La Française AM: “Esperamos que este miércoles el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) suba los tipos de interés en 75 puntos básicos hasta un rango del 2,25%-2,5%, la estimación del tipo neutral a largo plazo de la Fed. No esperamos una subida de 100 puntos básicos a pesar del fuerte IPC de junio, porque las expectativas de inflación han bajado. Si bien, lo más probable es que el presidente Powell reitere la necesidad de que el Comité vea pruebas claras y convincentes de que la inflación está bajando antes de reducir el ritmo de subidas de tipos. Además, es probable que no proporcione demasiada información sobre el tamaño de la subida que llevará a cabo en septiembre para mantener todas las opciones abiertas”.
En cambio, en opinión de Tiffany Wilding, economista de PIMCO para América del Norte, aunque existe una gran incertidumbre en torno al nivel exacto del tipo de interés de los fondos de la Reserva Federal que es coherente con la política neutral (es decir, ni restrictiva ni acomodaticia), lo que está claro es que el nivel actual sigue siendo acomodaticio, y que “está cada vez más desincronizado con los fundamentos económicos”, incluido con el elevado nivel de inflación. “En consecuencia, creemos que la Fed querrá reajustar su política lo antes posible, lo que aboga por una subida de 100 puntos básicos para situar el tipo de interés oficial justo por encima del 2,5%. No obstante, independientemente de lo que decida esta semana, esperamos que la Fed revise sus previsiones de tipos de interés para finales de 2022 cuando se publique el nuevo Resumen de Proyecciones Económicas (SEP) en septiembre, adelantando a 2022 las dos subidas previstas anteriormente para 2023”, indica Wilding.
Por último, sobre las expectativas de la reunión de mañana, Rimeu añade que otra cuestión importante de la reunión de mañana será si Powell confirma que se duplica el ritmo de endurecimiento cuantitativo en septiembre, hasta 95.000 millones de dólares al mes: 60.000 millones de dólares en bonos del Tesoro y 35.000 millones de dólares en valores respaldados por hipotecas. “Esperamos que esta reunión sea una confirmación de que la Fed depende de los datos y no debería tener un impacto significativo en los mercados, y que el banco central mantenga su postura agresiva para restablecer la estabilidad de precios con un tono ligeramente más equilibrado, dada la debilidad de los datos conocidos”, aclara.
Cuándo pisar el freno
Según el experto de Allianz GI, el mensaje de la Fed ha sido bien entendido por los mercados, que anticipan un tipo de refinanciación del 3,50% a finales de año y un primer recorte de 50 puntos básicos en 2023, así como un descenso de la inflación a medio plazo. “La Fed ha recuperado el control, aunque a costa de su forward guidance, que ha sacrificado. Sabe que la oportunidad de subir los tipos se verá probablemente reducida por la desaceleración económica que se avecina y se centra, con razón, en su mandato de estabilidad de precios”, asegura.
Desde BlackRock coinciden en que las opiniones del mercado sobre lo que cabe esperar de los tipos han sido volátiles. “Los bancos centrales creen que pueden frenar la inflación y provocar solo una leve desaceleración, pero nosotros opinamos que eso es poco probable en realidad. Esperamos más volatilidad en el futuro hasta que los bancos centrales tomen partido en la dura disyuntiva entre crecimiento e inflación a la que se enfrentan”, advierte la gestora en su último comentario semanal.
“El mercado está volviendo a una visión macro que sugiere que es posible un aterrizaje suave. El desempleo es bajo en todas partes y existe la firme expectativa de que los altísimos niveles de inflación anual que se están imprimiendo en este momento bajarán. Las expectativas de tipos se han estabilizado, los bancos centrales no han sugerido que sus expectativas de tipos terminales tengan que ser más altas, y los factores de riesgo en los mercados de crédito y de renta variable podrían haber anticipado que los balances y los flujos de caja de las empresas no se verán tan dañados como en ciclos anteriores”, añade Chris Iggo, CIO Core Investments AXA IM.
Para el economista senior en Generali Investments, la cuestión clave es la magnitud de la subida de tipos en septiembre. “Los miembros del FOMC parecen dispuestos a mantener sus opciones abiertas y quieren evitar cualquier orientación fuerte. Esperamos que Powell recuerde que las subidas de 75 puntos básicos son inusualmente grandes y que el tipo de los fondos está ya cerca de la estimación del FOMC de su nivel a largo plazo. Esto, y los signos de una desaceleración material de la economía, deberían inclinar la balanza hacia una subida de 50 puntos básicos, seguida de otra en noviembre o diciembre. Sin embargo, el informe sobre el IPC de junio, que muestra una inflación elevada y generalizada y, en particular, una fortaleza persistente en el sector de la vivienda, plantea un riesgo al alza para nuestras previsiones de inflación y de la Fed», afirma Zanghieri.
Frenar la inflación
Tal y como recuerda Christian Scherrmann, U.S. Economist en DWS, los miembros de la Fed han sido claros al señalar que están “firmemente comprometidos” con la lucha contra la inflación. “La pregunta es qué se necesita para controlar unas tasas demasiado altas y cómo la función de reacción de la Fed incorpora el impulso económico incierto en este momento. Esto último se refleja principalmente en el mandato dual de la Fed a través de las condiciones en los mercados laborales”, afirma Scherrmann.
La inflación estadounidense volvió a sorprender al alza en junio, con un IPC del 9,1% frente al 8,8% esperado, y un IPC subyacente del 5,9% frente al 5,7% previsto. La gestoras consideran que estos datos, junto a los del mercado laboral, van moldeando las expectativas sobre lo que hará la Fed.
“En el estado actual de las cosas, no se puede descartar el riesgo de que el actual entorno inflacionista se convierta en permanente, sobre todo a través de los efectos de segunda ronda. En este contexto, la Fed no tiene más remedio que centrarse en su mandato principal de estabilidad de precios y seguir actuando con rapidez y firmeza. Por lo tanto, creemos que debería anunciar una nueva subida de los tipos de interés de la Fed de 75 puntos básicos”, advierte Dixmier.