El gobierno estadounidense suspenderá a partir de septiembre de 2019 el Estatus de Protección Especial del que se beneficiaban unos 200.000 salvadoreños, una medida que afectará negativamente al país, señala la agencia calificadora Moody´s.
“Alrededor del 20% de quienes envían dinero a El Salvador se benefician de ese estatus y envían alrededor de 600 millones de dólares al año en remesas, lo que equivale al 10% del total de remesas (5.000 millones de dólares a octubre de 2017), o el 2.2% del PBI”, señala el informe.
Según Moody´s, la decisión de EE.UU. tendrá un impacto negativo si provoca deportaciones masivas y la consiguiente reducción de las remesas. Los slavadoreños que se benefician del estatuto especial son en su mayoría empleados (cerca del 90%) y, por lo general, son trabajadores de la construcción y de restaurantes o trabajan por cuenta propia. La mayoría reside en California, Texas y Virginia.
“En 2017, los temores a las deportaciones y a las limitaciones para obtener fondos en EE.UU. contribuyeron al 10% de crecimiento en las remesas con dirección a El Salvador, aumentando la proporción del PBI a 18.3%, mientras que en 2016 fue del 17%, de acuerdo con nuestras estimaciones. Este fue el porcentaje más alto desde 2006 y el más grande de América Latina junto con Honduras”, señala la agencia internacional.
Las remesas respaldan el consumo, el principal motor del crecimiento del PIB, y también son una fuente importante de entradas de divisas extranjeras, superando con creces la inversión extranjera directa neta, que solo equivale al 1,4% del PIB.
Pero, aunque se espera un fuerte crecimiento de las remesas en 2018, Moody´s considera que una ola de deportaciones a partir del término del programa especial para inmigrantes salvadoreños provocaría una inevitable reducción de las remesas y será perjudicial para el crecimiento económico.