El proceso histórico de divorcio entre la Unión Europea y Gran Bretaña culminó el pasado 24 de diciembre evitando un “Brexit duro” y dando lugar al mayor acuerdo comercial de la historia. Sin embargo, los expertos confiesan que no es suficientemente ambicioso.
Según explican desde Renta 4 Banco, las 1.246 páginas del acuerdo descansan sobre tres pilares básicos. El primero es el acuerdo de libre comercio de bienes, sin aranceles ni cuotas, y muy reducido en servicios, que probablemente se intentará ampliar en el futuro. Igualmente, se establecen los derechos pesqueros de la flota europea en aguas británicas, que se tendrán que reducir un 25% durante los próximos cinco años, uno de los temas más controvertidos durante las negociaciones. Asimismo, el acuerdo dota de certeza a los transportes y líneas aéreas. Finalmente se acordaron las condiciones para mantener unas condiciones competitivas equilibradas, así como un mecanismo de resolución de disputas.
El segundo pilar es el acuerdo de cooperación en materia de seguridad, estableciendo un nuevo marco de refuerzo legal y cooperación judicial. Por último, el acuerdo sobre gobernanza, dando la máxima certeza legal posible a empresas, consumidores y ciudadanos en general, estableciendo un consejo conjunto que vigilará la aplicación del acuerdo, permitiendo represalias en caso de violaciones al acuerdo, sin ningún papel de la corte europea de justicia.
“Este es un acuerdo bastante ajustado que está muy lejos de lo que muchos habrían esperado. Sin embargo, cumple la promesa de abandonar tanto la unión aduanera como el mercado único y de recuperar la soberanía del Reino Unido, al tiempo que equilibra algunas de las cuestiones más complejas y políticamente tóxicas como Irlanda del Norte. También debería reducir al mínimo las perturbaciones en las fronteras”, valora James Athey, director de Inversiones en Aberdeen Standard Investments.
Por estas razones, el experto espera que sea recibido por los mercados financieros como una alegría navideña, pero advierte de que aún queda por ver si esa alegría navideña da paso a una resaca de Año Nuevo cuando los analistas empiecen a desgranar los detalles.
Desde Banca March también consideran que el acuerdo alcanzado por los negociadores, cuyo proceso de ratificación se inició el mismo día de Navidad, no es tan ambicioso como pretendía la Unión Europea y “refleja el talante de Boris Johnson, que optaba por rebajar de forma importante el alcance de la relación con Bruselas tras la consumación del Brexit el pasado 31 de enero y el final del período transitorio de salida el próximo jueves”.
En cualquier caso, desde la entidad defienden que será un pacto muy importante, por el que Reino Unido seguirá comerciando libremente con la UE, como hasta ahora, sin aranceles y sin cuotas en un acuerdo valorado en 700.000 millones de euros. Y, además, recuerdan que se evita un “Brexit caótico” tras más de cuatro años de negociaciones.
En cuanto a la parte de servicios, según explican desde Banca March, el acuerdo establece mecanismos para facilitar la contratación de empleados de alta cualificación y contratación pública en igualdad de condiciones si bien Reino Unido pierde los beneficios de libertad de movimientos en este sector incluyendo el reconocimiento de títulos profesionales.
En el terreno energético también hay un amplio acuerdo -cooperación en conectividad y marco de colaboración en renovables y cambio climático- aunque Reino Unido ya no será miembro del programa europeo de energía nuclear EuroAtom. También se alcanza un importante acuerdo en torno a la movilidad (no se discriminarán visados para estancias cortas o viajes turísticos y habrá coordinación en materia de Seguridad Social), aviación y transporte por carretera.
En contra, los británicos no disfrutarán más de la libre circulación de personas o de poder vivir, trabajar o abrir una empresa en la UE y perderán el acceso completo a las bases de datos europeas de información sensible.
Queda pendiente la aprobación por parte de los parlamentos
Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, recuerda que el proceso no ha acabado. “Estas han sido negociaciones muy difíciles, pero el proceso no ha terminado. Ahora es el momento de que el Consejo y el Parlamento Europeo analicen el acuerdo alcanzado a nivel de los negociadores, antes de que den su luz verde».
Tal y como explican los expertos de Renta 4 Banco, “queda pendiente la aprobación del acuerdo en los respectivos parlamentos, programado en Londres para el día 30 y más problemático en el parlamento europeo, con la Comisión proponiendo la aplicación provisional del acuerdo hasta el 28 de febrero mientras se tramita la aprobación definitiva. Se da por segura la aprobación en Westminster donde el Partido Conservador tiene una amplia mayoría y el Partido Laborista ha anunciado su apoyo”.