Durante el 2017, Uruguay emitió su primer bono en pesos a tasa fija de su historia, “un contrato de cinco años equivalente 1.000 millones de dólares que abrió un mercado completamente nuevo para el país sudamericano”, considera la International Financing Review (IFR) en su balance del año.
“Puede que no haya sido el mercado soberano más grande del año, pero la emisión marcó un cambio significativo para un país que hasta entonces se había basado exclusivamente en el dólar estadounidense o en una costosa emisión ligada a la inflación en el exterior” comenta Paul Kilby, de IFR.
Según la publicación, la operación fue “un evento histórico para Uruguay, que por primera vez en 2017 cubrió todas sus necesidades de financiamiento en pesos”.
IFR cita a Surya Bhattacharjee, director general de mercados de capital de deuda de América Latina en BBVA, que lideró el acuerdo con Bank of America. Merrill Lynch y Morgan Stanley: “Ser capaz de construir una curva de tasa fija internacional a 10 años en cuestión de meses fue un cambio de juego».
Para el economista Ricardo Hausmann, la incapacidad de los países en desarrollo de pedir préstamos en el extranjero en su propia moneda, es uno de los temas pendientes de los mercados.
“A primera vista, la venta de un bono en pesos a tasa fija a cuentas extranjeras parecía un duro tramo para un país con una historia de alta inflación, ”, describe el artículo de IFR.
Pero al final, con un rendimiento del 10%, la demanda superó por seis la histórica oferta del bono uruguayo en pesos.