El Consejo de Gobierno del BCE ha decidido en su reunión de septiembre elevar los tres tipos de interés oficiales en 25 puntos básicos. Se trata de la décima subida consecutiva decidida por el organismo y, en consecuencia, deja el tipo de interés de las operaciones principales de financiación en el 4,5%, el más alto desde mayo de 2001. La facilidad marginal de crédito se queda en el 4,75% y la de depósito, en el 4%.
El comunicado del BCE explica que el movimiento pretende reflejar la valoración del Consejo de Gobierno de las perspectivas de inflación, “a la luz de los nuevos datos económicos y financieros, la dinámica de la inflación subyacente y la fortaleza de la transmisión de la política monetaria”. En definitiva, el BCE ha revisado al alza sus proyecciones de inflación media para 2023 y 2024, hasta el 5,6% y el 3,2%, respectivamente, mientras que rebaja la de 2025 al 2,1%. “La revisión al alza refleja principalmente una senda más alta para los precios de la energía. Las presiones subyacentes sobre los precios siguen siendo elevadas, aunque la mayoría de los indicadores han empezado a remitir”, señala el comunicado de una de las reuniones más difíciles de predecir para el mercado.
El Consejo de Gobierno, asimismo, reconoce que las anteriores subidas de los tipos de interés del “siguen transmitiéndose con fuerza”, ya que “las condiciones de financiación se han endurecido aún más y están frenando cada vez más la demanda, que es un factor importante para que la inflación vuelva a situarse en el objetivo”. Pero los efectos de la política monetaria también se dejan notar en las proyecciones económicas del organismo, que en el comunicado recoge que “ante el creciente impacto de este endurecimiento sobre la demanda interna y el debilitamiento del entorno comercial internacional, los expertos del BCE han rebajado significativamente sus previsiones de crecimiento económico. Ahora esperan que la economía de la zona del euro crezca un 0,7% en 2023; un 1% en 2024 y un 1,5% en 2025”.
La subida de los tipos y los ajustes en las proyecciones económicas no fueron las únicas novedades que presentó la reunión del BCE, puesto que el Consejo de Gobierno ahora “considera que los tipos de interés oficiales del BCE han alcanzado niveles que, mantenidos durante un período suficientemente prolongado, contribuirán sustancialmente a que la inflación vuelva a situarse oportunamente en el objetivo”, y, de cara al futuro, las decisiones “garantizarán que los tipos de interés oficiales del BCE se mantengan en niveles suficientemente restrictivos durante el tiempo que sea necesario”. Eso sí, el BCE no abandona su “enfoque dependiente de los datos para determinar el nivel y la duración adecuados de la restricción”.
Programa de compra de activos (APP) y Programa de compra urgente en caso de pandemia (PEPP)
La cartera del programa de compra de activos (PPA) “está disminuyendo a un ritmo moderado y predecible, dado que el Eurosistema ya no reinvierte los pagos del principal de los valores que van venciendo”, según recoge el comunicado del BCE, que también señala que en lo que se refiere al PEPP, “tiene la intención de reinvertir los pagos del principal de los valores que venzan adquiridos en el marco del programa al menos hasta finales de 2024. En cualquier caso, la futura renovación de la cartera del PEPP se gestionará de modo que no interfiera en la orientación adecuada de la política monetaria”.
Asimismo, el Consejo de Gobierno seguirá aplicando la flexibilidad en la reinversión de los reembolsos que vayan venciendo en la cartera del PEPP, con el fin de contrarrestar los riesgos para el mecanismo de transmisión de la política monetaria relacionados con la pandemia.
Operaciones de refinanciación
El texto posterior a la reunión también recoge que dado que las entidades de crédito están reembolsando los importes tomados en préstamo en el marco de las operaciones de financiación a plazo más largo con objetivo específico, el Consejo de Gobierno evaluará periódicamente en qué medida las operaciones de préstamo con objetivo específico y su reembolso en curso están contribuyendo a la orientación de su política monetaria.
Opiniones de los expertos
Desde la firma XTB, afirman que lo más sorprendente de esta decisión ha sido la falta de consenso, ya que el BCE ha tratado siempre de telegrafiar todos sus movimientos para controlar la volatilidad. «Hasta principios de semana, la mayor parte de los inversores apostaban por una pausa ante el empeoramiento de los datos económicos, el desplome en el crédito, la desaceleración de la inflación subyacente, la débil recuperación de China y la pausa en Estados Unidos».
Eso sí, la propia presidenta del BCE, Christine Lagarde, reconoció en la rueda de prensa posterior al encuentro que «algunos miembros del Consejo no vieron las mismas conclusiones» que han motivado la subida de tipos, pero también que hubo «una mayoría sólida» en el alza de tipos de septiembre.
«Con este movimiento, el BCE reiteró su mensaje de que ‘hará todo lo posible para estabilizar los precios, aunque esto genere un menor crecimiento’. Además, se adelanta a los posibles repuntes que pueda sufrir la inflación durante los próximos meses ante el avance de los precios energéticos. Las siguientes decisiones de tipos seguirán condicionadas por la evolución de la inflación», comentan desde XTB.