Según los datos publicados por S&P Global Ratings, las acciones tomadas por el Banco Central Europeo (BCE) para canalizar la liquidez a las empresas no financieras en medio de la volatilidad causada por el COVID-19 han contribuido a un incremento en la emisión de bonos de grado de inversión. Sin embargo, el mercado de emisiones primarias con grado de especulación, o de emisiones high yield, se quedará atrás.
“El Banco Central Europeo ha dado un paso adelante en su enfoque doble que combina programas de compra directa como el programa de compras de emergencia frente a la pandemia (PEPP), junto con medidas de relajamiento del crédito para facilitar el préstamos bancario está apuntalando los mercados de financiación corporativa”, dijo Patrick Drury Byrne, analista de crédito de S&P Global Ratings. “Sin embargo, la recuperación en las condiciones de financiación ha sido desigual”.
Después de las medidas de apoyo anunciadas tales como el programa de compras de emergencia frente a la pandemia (PEPP) y acciones similares por parte de otros bancos centrales, la emisión de deuda corporativa con grado de inversión europea a cierre del mes de abril aumentó en 128.000 millones de euros, incluyendo unos 56.000 millones en el mes de abril, superando ampliamente el total registrado durante el mismo periodo en 2019.
La emisión con grado especulativo, por el contrario, ha permanecido en gran medida acallada. Gran parte de los 21.000 millones de euros en deuda high yield que fueron emitidos antes del 30 de abril fueron lanzados antes de los cierres de las economías por el COVID-19. Esto deja a las empresas de grado de especulación dependientes de las fuentes de fondos existentes, en su mayoría patrocinadores, líneas de crédito comprometidas y sus relaciones con los bancos.
Si bien la emisión de grado especulativo atraviesa dificultades, el préstamo bancario está creciendo fuertemente. En marzo, los nuevos préstamos bancarios a las empresas no financieras alcanzaron un total de 117.000 millones de euros, superando el conjunto total de los 10 meses anteriores.
“Los esquemas de apoyo nacionales también pueden alentar a los bancos a continuar canalizando préstamos al sector privado, lo que puede a su vez estar contribuyendo a la reapertura más lenta de los mercados de emisión de grado especulativo”, afirma Drury Byrne.
Aunque los programas de compra directa de activos del BCE y el estímulo financiero han sido efectivos para reducir la volatilidad del mercado, los diferenciales siguen siendo elevados y las medidas adicionales que el banco central puede tomar la volatilidad del mercado son inciertas. Además, las medidas podrían dar como resultado que haya demasiada liquidez disponible para ciertas empresas vulnerables, según apunta el informe de S&P Global Ratings. “Si bien algunas empresas podrían evitar el estrés en el corto plazo asumiendo una liquidez adicional, existe el potencial de que estés acumulando unos desafíos más grandes en el medio plazo”, añade Drury Byrne.
En S&P Global Ratings reconocen un alto grado de incertidumbre sobre la tasa de propagación y el pico del brote del coronavirus. Algunas autoridades gubernamentales estiman que la pandemia llegará a su punto máximo a mediados de año, y en S&P Global Ratings están utilizando estas suposiciones para valorar las implicaciones económicas y crediticias. Con todo, la agencia de calificación cree que las medidas adoptadas para contener el COVID-19 han llevado a la economía mundial a la recesión y seguirá revisando sus supuestos.