De acuerdo con las perspectivas económicas más recientes de Candriam, el crecimiento económico de Estados Unidos reanudará su aceleración tras la fuerte desaceleración del primer trimestre, lo que allanará el camino para un aumento de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal en otoño.
“Nuestras previsiones sobre la economía estadounidense siguen siendo optimistas. El crecimiento debería acelerarse, a pesar del lastre que suponen la fortaleza del dólar y el recorte en las inversiones de gas y petróleo, hemos de tomar en consideración una significativa y mejor distribuida creación de empleo. La evidente mejora del mercado laboral hará que la Reserva Federal aumente los tipos en otoño, antes de que los riesgos de no hacer un ajuste superen a los riesgos de hacerlo”, explica Anton Brender, economista jefe de Candriam.
Brender añade que Estados Unidos está creando muchos más y mejor remunerados puestos de trabajo que hace 18 meses. Los trabajadores con menores ingresos están disfrutando de un mayor incremento salarial, gracias en parte a las iniciativas adoptadas por Walmart y otras grandes empresas que cuentan con trabajadores escasamente cualificados con el propósito de impulsar mejoras en los paquetes salariales. También regresa la creación neta de puestos de trabajo para la maltrecha clase media. Es probable, por lo tanto, que se evidencie una escasez de mano de obra cualificada y una inflación salarial a medida que la economía estadounidense se acerque al pleno empleo.
Petróleo estable
Candriam considera que el precio actual del petróleo en torno a los 65 dólares por barril representa un nivel sostenible para este año y el próximo. Ese nivel debería evitar que las “tres grandes” cuencas estadounidenses productoras de petróleo y gas, que han representado la mayor parte del aumento de la producción nacional y mundial en los últimos años, sufran nuevos desplomes en inversión y producción. No obstante, si el precio del petróleo experimenta otra etapa descendente con reducciones de 20 a 30 dólares durante un periodo prolongado, la demanda de crudo producido por la OPEP aumentaría con rapidez y los precios subirían pronto.
La fuerza gravitacional del programa de compra de bonos del BCE limitará los tipos estadounidenses
La zona del euro por fin comienza a recuperar el consumo, impulsado temporalmente por la caída en el precio del petróleo. También ha contribuido el impacto positivo en la confianza que generó el anuncio del Banco Central Europeo acerca de un programa de compra de activos mucho mayor de lo previsto. Sin embargo, la zona del euro no está aún fuera de peligro. Los procesos de reducción de la deuda pública y privada están lejos de terminar, mientras que las tasas de desempleo se mantienen insosteniblemente elevadas. Además los tipos bajos a largo plazo europeos se mantendrán.
El éxito reciente del programa de expansión cuantitativa del BCE para disminuir los tipos de interés a largo plazo también ofrece una buena oportunidad para Janet Yellen, presidenta de la Reserva Federal de Estados Unidos. “La Reserva Federal desea realizar un ajuste sin conmocionar los mercados ni desacelerar la economía, que es lo que sucedería si los tipos de interés a largo plazo repuntan drásticamente como una repetición del pánico ocasionado ante la perspectiva de una reducción gradual de los estímulos monetarios. Esto pone de relieve que Yellen no seguirá el modelo tradicional de realizar aumentos periódicos que implicarían un ajuste importante en pocos trimestres. En esta ocasión, los aumentos de los tipos de interés serán menores y a un ritmo favorable. El BCE presta su ayuda, ya que si el diferencial entre la deuda soberana europea y la estadounidense se amplía demasiado, muchos compradores de renta fija de la zona euro comprarán renta fija de Estados Unidos, limitando por tanto subidas de los tipos estadounidenses en los tramos largos”, concluye Florence Pisani, economista en Candriam.