El BCE ha adoptado nuevas medidas para incorporar el cambio climático en sus operaciones de política monetaria. En concreto, el Consejo de Gobierno ha decidido ajustar sus tenencias de bonos corporativos en las carteras con fines de política monetaria del Eurosistema y su sistema de activos de garantía, introducir requisitos de divulgación de información climática y mejorar sus prácticas de gestión de riesgos.
Según explican, estas medidas se han diseñado en plena conformidad con el objetivo primordial del Eurosistema de mantener la estabilidad de precios. “Su finalidad es tener mejor en cuenta el riesgo financiero asociado al clima en el balance del Eurosistema y, en relación con nuestro objetivo secundario, apoyar la transición verde de la economía en línea con los objetivos de neutralidad climática de la UE. Asimismo, nuestras medidas proporcionan incentivos para que las empresas y las entidades financieras sean más transparentes sobre sus emisiones de carbono y las reduzcan”, han explicado.
Por su parte, Christine Lagarde, presidente del BCE, ha señalado: “Con estas decisiones nuestro compromiso con la lucha contra el cambio climático se materializa en actuaciones reales. En el marco de nuestro mandato, estamos tomando medidas adicionales concretas para incorporar el cambio climático en nuestras operaciones de política monetaria. Y, como parte de la evolución de nuestra agenda climática, seguiremos dando pasos para alinear nuestras actividades con los objetivos del Acuerdo de París”.
En opinión de Silvia Dall’Angelo, economista senior de Federated Hermes, con estas medidas el BCE ha querido dejar claro que las consideraciones sobre el cambio climático están subordinadas a sus objetivos de política monetaria. En consecuencia, el BCE aborda el cambio climático desde el punto de vista de la estabilidad financiera: la gestión y la reducción de los riesgos para la estabilidad financiera del sistema -incluidos los relacionados con el cambio climático- forman parte del mandato del banco central.
“Aunque la medida del BCE es un paso en la dirección correcta, los bancos centrales no pueden hacer mucho para abordar el cambio climático dentro de su limitado mandato. En última instancia, corresponde a los políticos elaborar planes concretos para luchar seriamente contra el cambio climático y sus implicaciones. Los gobiernos deben dirigir la transición verde, haciendo uso de la normativa y los incentivos, cordinándose a nivel mundial para garantizar una acción coherente (por ejemplo, con respecto a la fijación de precios del carbono) y una transición justa e inclusiva, y asegurándose de que el sector privado esté a bordo con asociaciones y proyectos conjuntos. Es cierto que, en el actual entorno de precios elevados de los combustibles fósiles y la abrumadora preocupación por la seguridad energética a corto plazo, se trata de una tarea especialmente difícil”, ha afirmado Dall’Angelo.
Medidas concretas
Entre las medidas aprobadas están las relacionadas con las tenencias de bonos corporativos, ya que el Eurosistema se propone descarbonizar gradualmente sus tenencias de bonos corporativos, en una senda en línea con los objetivos del Acuerdo de París. Para ello, el Eurosistema orientará las tenencias hacia emisores con mejor comportamiento climático mediante la reinversión de las considerables amortizaciones esperadas en los próximos años. Según explican, el mejor comportamiento climático se medirá en relación con unos niveles más bajos de emisiones de gases de efecto invernadero, unos objetivos de reducción de las emisiones de carbono más ambiciosos y una mejor divulgación de información climática.
Respecto al sistema de activos de garantía, el Eurosistema limitará la proporción de activos emitidos por entidades con una huella de carbono elevada que pueden utilizarse como garantía por entidades de contrapartida individuales para obtener financiación del Eurosistema. “El nuevo sistema de límites tiene por objetivo reducir los riesgos financieros asociados al cambio climático en las operaciones de crédito del Eurosistema. En un primer momento, el Eurosistema aplicará dichos límites solo a los instrumentos de renta fija negociables emitidos por empresas no pertenecientes al sector financiero (sociedades no financieras). En el nuevo sistema de límites también podrán incluirse otras clases de activos a medida que mejore la calidad de los datos climáticos. Se espera aplicar esta medida antes del final de 2024 si se dan las condiciones técnicas necesarias. Para animar a las entidades de crédito y a otras entidades de contrapartida a prepararse con antelación, el Eurosistema realizará pruebas del sistema de límites antes de su introducción efectiva. El calendario y otros detalles se anunciarán en su momento”, explican.
Otro ámbito de actuación serán los requisitos de divulgación de información climática en relación con los activos de garantía. En este sentido, el Eurosistema solo aceptará como activos de garantía en las operaciones de crédito del Eurosistema activos negociables y créditos de empresas y deudores que cumplan los criterios establecidos en la Directiva sobre información corporativa en materia de sostenibilidad (CSRD) (una vez se implemente plenamente).
En último lugar, el Eurosistema continuará perfeccionando sus herramientas y capacidades de evaluación de los riesgos para tener mejor en cuenta los riesgos climáticos. Por ejemplo, el análisis del BCE ha demostrado que, pese a los progresos ya realizados por las agencias de calificación, los requisitos de divulgación actuales aún no son satisfactorios.
Según indica, para mejorar la evaluación externa de los riesgos climáticos, el Eurosistema instará a las agencias de calificación a ser más transparentes sobre su manera de incorporar los riesgos climáticos en sus calificaciones y más ambiciosas en sus requisitos de divulgación de información sobre este tipo de riesgos.
De cara al futuro, el Consejo de Gobierno se ha comprometido a revisar periódicamente todas las medidas descritas. Todas estas decisiones, forman parte del plan de actuación climática presentadas en julio de 2021. Además, el BCE también está incorporando consideraciones climáticas en otras áreas de trabajo además de la política monetaria, como la supervisión bancaria, la estabilidad financiera, el análisis económico, los datos estadísticos y la sostenibilidad corporativa.