Los fondos, y las posibles tensiones de liquidez derivadas de potenciales reembolsos, pueden suponer un riesgo para la estabilidad financiera de la zona euro en los próximos dos años. Así lo cree que el Banco Central Europeo que, en su último informe semestral sobre Financial Stability Review, identifica cuatro riesgos principales: además de la liquidez de los fondos, señala el riesgo de acusadas caídas de los precios de los activos, la inquietud en torno a la insostenibilidad de la deuda y los impedimentos a la capacidad de intermediación de las entidades de crédito.
En definitiva, en BCE explica que los cuatro riesgos están claramente interrelacionados y, si llegaran a materializarse, podrían reforzarse mutuamente.
El riesgo de liquidez en los fondos
Es el cuarto riesgo, y enumerado en último lugar, que señala el BCE en su informe, que habla de posibles tensiones de liquidez. En primer lugar, el BCE comenta la importancia del sector y advierte de su asunción de riesgo: “En la zona del euro, los activos totales de este sector se han duplicado con creces en los diez últimos años, pasando de 5,7 billones de euros a finales de 2008 a 13,8 billones de euros en junio de 2018. El sector de fondos de inversión representa actualmente casi el 20% de los activos totales del sector financiero de la zona del euro y sus tenencias de activos de riesgo siguieron creciendo en 2018”, explica la autoridad.
Además de asumir riesgo, dice el BCE, los fondos tienen menos colchones de liquidez, aumentando la vulnerabilidad del sector ante posibles perturbaciones en los mercados financieros mundiales. “Por consiguiente, en caso de que se produzcan reembolsos significativos por parte de los inversores, es posible que los fondos necesiten liquidar partes relativamente considerables de sus carteras, lo que podría comprimir los precios de mercado”, advierte el organismo.
Aunque considera que la legislación actual de la UE proporciona un marco sólido para abordar la protección de los inversores y las vulnerabilidades propias de los fondos, asegura que “crece la preocupación por los riesgos cíclicos asociados a una mayor asunción de riesgos de liquidez y a una presencia cada vez mayor del conjunto del sector en el mercado”.
Riesgo de acusadas caídas de los precios de los activos
El primer riesgo importante para la estabilidad financiera que señala el BCE para los próximos años es el relativo a la posibilidad de un aumento desordenado de las primas de riesgo a escala mundial. “Los principales detonantes de dicho aumento estarían relacionados con factores tanto internos como externos. Entre ellos se incluyen reacciones desordenadas de los mercados ante la incertidumbre política o de política económica, un incremento de las tensiones en las economías emergentes con posibles efectos de contagio a las economías avanzadas y un giro brusco de las perspectivas macrofinancieras en Estados Unidos”, dice el informe.
Los focos de altas valoraciones de los precios de los activos y las elevadas correlaciones entre los precios de los activos financieros a escala mundial pueden amplificar un posible repunte de las primas de riesgo a nivel global, advierte.
Inquietud en torno a la sostenibilidad de la deuda
El segundo riesgo principal estaría relacionado con la inquietud en torno a la sostenibilidad de la deuda: “Los indicadores de tensiones en los mercados de deuda soberana de la zona del euro repuntaron ligeramente a mediados de 2018, como consecuencia de los acontecimientos políticos en Italia. Con todo, los repuntes fueron relativamente moderados, lo que indicó que la propagación de las tensiones a otros países de la zona había sido limitada. El endeudamiento de los estados soberanos de la zona del euro se mantuvo en niveles elevados y la ratio de deuda ha seguido aumentando en varios países altamente endeudados en los últimos años. Además, en algunos países, los niveles de deuda del sector privado siguieron siendo altos, tanto en términos históricos como internacionales, y se situaron por encima de los umbrales normalmente asociados con el sobreendeudamiento, aunque la dinámica de la deuda continuó beneficiándose del fuerte impulso cíclico de la economía de la zona del euro, al que se sumaron unas condiciones financieras muy favorables”, advierte el BCE, que también señala la fuerte recuperación de los mercados inmobiliarios en la zona euro.
Impedimentos a la capacidad de intermediación de las entidades de crédito
El tercer riesgo principal que señala el BCE está relacionado con las perspectivas de rentabilidad reducida de las entidades de crédito de la zona del euro y los posibles impedimentos a su capacidad de intermediación: “La rentabilidad de los bancos de la zona se estabilizó, situándose la rentabilidad agregada de los recursos propios en el 6,9% en el tercer trimestre de 2018. El nivel de solvencia de las entidades de crédito se mantuvo bastante estable y la ratio de capital de nivel 1 ordinario (CET1) agregada de las entidades significativas alcanzó el 14,2 % al final del tercer trimestre de 2018, frente al 14,3% un año antes. Las cotizaciones de las entidades de crédito de la zona del euro cayeron alrededor de un 30% en 2018, como consecuencia de la mayor incertidumbre política y de la inquietud en torno a las perspectivas del entorno exterior. Esta caída contribuyó a la disminución de las ratios de cotización, con la ratio de cotización sobre valor en libros agregada de los bancos cotizados de mayor tamaño situándose en 0,6 al final de 2018”.
En su informe, el BCE explica que los préstamos dudosos (NPL) de las entidades de crédito de la zona del euro siguieron disminuyendo de forma continuada: “Su volumen se redujo en 94 millones de euros en los tres primeros trimestres de 2018 y la ratio agregada de préstamos dudosos de las entidades significativas de la zona del euro se situó en el 4,2%, frente al 5,2% registrado un año antes. El proceso de reducción de estos préstamos se aceleró o prosiguió a buen ritmo en la mayoría de los países que tenían niveles elevados. El detalle de las variaciones de las ratios de préstamos dudosos en este período muestra que la mayoría de las reducciones de estas ratios se debieron a curas, liquidaciones y saneamientos. Al mismo tiempo, la mayor actividad del mercado secundario de activos deteriorados también contribuyó significativamente a reducir el nivel de estos préstamos. Por países, las ventas continuaron siendo más intensas en Italia y España. Pese al incremento de las operaciones, la liquidez de los mercados secundarios de préstamos dudosos siguió viéndose afectada por varios tipos de fallos de mercado. Las plataformas de transacciones para préstamos dudosos podrían ayudar a solventar fallos de mercado ofreciendo perspectivas de mayor transparencia en los mercados de préstamos dudosos, fomentando una participación más amplia de los inversores y dando respuesta a cuestiones de coordinación”, dice el informe.