El Banco de Inglaterra, esta vez, no sorprendió como en junio: subió tipos en 0,25 puntos, hasta el 5,25%, y los gestores y estrategas interpretaron sus mensajes como un posible cambio de ciclo. Se uniría, pues, a la Reserva Federal y el BCE en entrar en la antesala de la fase de mantenimiento de tipos.
Para Jamie Niven, Senior Fund Manager de Candriam, el Comité de Política Monetaria (CPM) favorece “un enfoque cauteloso para futuros incrementos y da la impresión de que las tasas restrictivas actuales están cerca del pico”. Sin embargo, el experto admite que habría sido arriesgado comunicar esto por sí solo dada su posible impacto en las condiciones financieras», por lo que el organismo prefiere dar a entender tasas más altas durante más tiempo, en lugar de una tasa terminal más alta seguida de recortes”. Niven concluye que los niveles restrictivos actuales “tendrán un impacto mayor en el crecimiento, lo que eventualmente resultará en políticas de tipos de interés más bajas de lo que actualmente implica las expectativas del mercado”.
Orla Garvey, gestora de carteras de renta fija de Federated Hermes, no vio novedades detacables en el comunicado oficial, pero interpreta que de cara al futuro, “el Banco de Inglaterra sigue en la posición subóptima de tener que ser reactivo a ciertos datos, como el del mercado laboral, dada la volatilidad del mercado de bonos este año”. Esta situación, prosigue, “les deja expuestos a cometer errores de política, y por ello seguimos creyendo que existe el riesgo de que tengan que recortar los tipos con la misma rapidez hasta 2024, a medida que la política restrictiva empiece a repercutir en la economía”.
John Butler, analista macroeconómico, y Marco Giordano, especialista en inversores, ambos de Wellington Management, opinan que, dada la sensibilidad del Banco al crecimiento, esto sugioere que la próxima reunión podría ser testigo de una pausa, ya que el consumidor ha comenzado a mostrar signos de debilidad, y los mensajes del Comité de Política Monetaria apuntan a que los tipos se mantendrán en niveles elevados durante más tiempo. Además, esperan que la curva de los bonos “siga pronunciándose” y, en este momento, su hipótesis de base para septiembre “es una pausa”.
Ulrike Kastens, Economist Europe para DWS, pone el foco en la evolución salarial “para ver si pudieran cristalizar en presiones inflacionistas persistentes” y, por ello, no ve indicios para una pausa en la política monetaria “a pesar de que el banco central calificó de restrictivo el nivel actual de los tipos de interés”. Por lo tanto, el experto espera un nuevo aumento del tipo básico de 25 puntos básicos, hasta el 5,5%, en la próxima reunión del BoE en septiembre.