Tras el triunfo electoral del republicano Donald Trump y con el peso mexicano sufriendo una devaluación cercana al 10%, José Antonio Meade, ministro mexicano de Hacienda, y Agustín Carstens, gobernador del Banco Central, anunciaron en un comunicado conjunto que en el corto plazo se mantendrán “especialmente vigilantes” con la evolución de los mercados financieros antes de realizar cualquier intervención.
“El Banco de México, en el ámbito de su competencia y siguiendo el calendario prestablecido, ponderará la situación y tomará las decisiones de política monetaria que su Junta de Gobierno considere pertinentes para cumplir con su mandato prioritario de mantener una inflación baja y estable. Recuerdo que la Junta de Gobierno sesionará, para consideraciones de política monetaria, la próxima semana”, comentó Carstens.
Si bien el proceso electoral de Estados Unidos ha provocado un incremento en la incertidumbre en los mercados financieros internacionales, para Meade es importante reconocer que el funcionamiento de los mercados se ha mantenido ordenado, a pesar de que las variables económicas de México han experimentado episodios de volatilidad, especialmente en la cotización del tipo de cambio.
“México está en una posición de fortaleza para enfrentar el nuevo entorno. En efecto, nuestro país goza de estabilidad macroeconómica que se ha logrado a través de muchos años de la aplicación de políticas fiscal y monetaria responsables, prudentes y oportunas, de un sistema financiero bien capitalizado, solvente y sin problemas de liquidez”, comentó Meade. “El Gobierno de la República y el Banco de México tomarán las medidas que sean necesarias, de manera coordinada, con el objeto de mantener el funcionamiento adecuado de los mercados”.
Por último, subrayó que México ha vivido en el pasado retos de volatilidad que fueron enfrentados en unidad, aprovechando la solidez económica del país y tomando decisiones correctas y prudentes de política. Para el ministro de Hacienda, esta ocasión “no habrá de ser la excepción”.