En el documento de minuta complementaria que acompañó al informe de estabilidad financiera publicado por el Banco Central chileno el día 4 de noviembre, la autoridad monetaria analizó como las recientes turbulencias sociales y políticas pueden impactar en la estabilidad financiera del país.
Así, el informe señala que «estas vulnerabilidades son particularmente relevantes para evaluar los riesgos asociados a una prolongación o intensificación del escenario de turbulencia social surgido en la segunda quincena de octubre. En particular, aunque indicadores del mercado financiero, como el tipo de cambio, los precios de acciones y las tasas de largo plazo, tuvieron movimientos relevantes con el surgimiento de las protestas, el canal más importante de transmisión a observar corresponde a la actividad, el empleo y la situación de sectores particularmente afectados, como el comercio».
En esta linea, el documento explica que los ejercicios de tensión realizados en el IEF, “sugieren que las turbulencias políticas y sociales internas podrían llegar a tener un impacto más importante sobre la estabilidad financiera en la medida que sus efectos negativos sobre la actividad y el empleo sean más persistentes.” Sin embargo, desde el punto de vista del Banco Central, una mayor volatilidad del tipo de cambio y de tasas de interés, tendrían un impacto más acotado, “dada la menor exposición de los agentes económicos a este tipo de riesgos”.
Por otro lado, la minuta resume el comportamientos de los mercados financieros durante los últimas dos semanas de octubre: “ Entre el 17 y 30 de octubre el costo del financiamiento en pesos medido como la tasa de depósitos a plazo a 30 días, se redujo a 2,03% (influido por el recorte de la TPM), y las tasas soberanas de largo plazo presentaron un aumento de 52 puntos bases, en un escenario donde los afiliados habían estado migrando desde el fondo E (más intensivo en renta fija local) hacia el fondo A (más intensivo en renta variable extranjera) en los días previos.
Por otro lado, el peso chileno ha tenido una depreciación de 3,8%, mientras el IPSA presentó una caída de 7,4%. Firmas relacionadas a los sectores retail, energía y construcción vieron su capitalización bursátil en dólares disminuida sobre un 15%”
Finalmente, la minuta destaca la necesidad de monitorear con mayor profundidad el comportamiento de las cadenas de proveedores de las industrias más afectadas por la destrucción de infraestructura y caída de ventas. ““Asimismo, será importante evaluar en qué medida un aumento de la incertidumbre pueda afectar las decisiones de consumo e inversión”, concluye el documento