En su reunión de política monetaria celebrada el día 29 de enero, el consejo del Banco Central de Chile acordó mantener la tasa de interés de política monetaria en 1,75%. La decisión fue adoptada por la unanimidad de sus miembros.
Para BICE Inversiones, esta decisión fue consistente con el comunicado del mes de diciembre donde “el Consejo indicó explícitamente que no realizaría cambios en el nivel de la TPM al menos en el corto plazo. De esta manera, la decisión estuvo en línea con lo esperado por el consenso.”
Del comunicado posterior a la reunión, desde Santander Chile señalan que “el instituto emisor destacó una mejora parcial en las condiciones externas, aunque mencionó que la emergencia del coronavirus en China ha impactado las primas por riesgo y castigado de manera particular el precio del cobre. En el plano interno, se reconoce que la inflación cerró por debajo de la proyección del IPoM, pero mantiene una visión ambigua hacia delante al señalar que hay fuerzas contrapuestas que incidirán en los precios.”
En cuanto a señales de movimiento a futuro, desde Itaú Chile destacan que el ente rector reiteró “que el IPoM de marzo (abril 1) sería donde revalúe el escenario económico, anticipando que la política monetaria no sería tan independiente (neutral) de los datos como había anticipado en diciembre.”
Debilidad de la demanda marcará evolución de la inflación
Para BICE Inversiones el panorama económico local luce incierto, aunque ha habido ciertas señales de estabilización en el corto plazo. Así, para el próximo año esperan un consumo privado cercano al 1% y una caída de la inversión entorno al -6%.
Por el lado de la inflación, aunque en el corto plazo puede verse presionada por un mayor tipo de cambio, en el medio plazo se vería compensada por un menor dinamismo económico. “La inflación en el corto plazo estaría presionada por el traspaso de un tipo de cambio más alto, lo que en el mediano plazo sería compensado por el débil consumo privado, una comprensión de los márgenes de las empresas, regulación de tarifas de bienes y servicios básicos, entre otros factores”, explican desde BICE Inversiones.
Para BCI Estudios, la debilidad de la demanda interna dominará frente a un aumento del tipo de cambio en la evolución de la inflación. Así, concluyen que esta menor demanda “moderaría las presiones inflacionarias y ante lo cual podría haber una posibilidad de disminución de TPM hacia fines de año”.
Sin cambios hasta el final del periodo de intervención
De la misma opinión es el equipo de BICE Inversiones que, aunque creen en la TPM se mantendrá estable en el corto plazo no descartan futuras bajadas en el medio plazo: “En la medida que exista mayor certeza con respecto al nivel de desaceleración de la economía local y la volatilidad de los activos financieros locales esté contenida, creemos que es posible un aumento en el nivel de estímulo monetario”, concluyen.
En esta misma línea, desde Itau Chile afirman que “si la incertidumbre amaina y el peso se estabiliza, el Banco Central podría considerar necesario incrementar el estímulo monetario en un escenario en que las presiones bajistas para la inflación emanan de una crecientemente negativa brecha del producto».
Con respecto a cuando se producirá el próximo movimiento del Banco Central, Santander Chile e Itaú Chile no esperan cambios hasta que se termine el periodo de intervención anunciado hasta mayo. Así, una vez terminado el periodo de intervención desde Santander Chile no descartan que se produzcan nuevos recortes aunque afirman que la autoridad monetaria será “particularmente cauta en sus próximos movimientos” por un posible incremento de la volatilidad en los mercados financieros.
“En un escenario de mayor sensibilidad de los precios financieros, un ajuste de tasa podría inducir mayor volatilidad, lo que sería contraproducente con la idea de entregar un mayor impulso. Por lo mismo, prevemos que la TPM se mantendrá en su nivel actual por un tiempo prolongado, tal como se desprende de las tasas swap”, concluyen.