El último informe de Apollo, titulado «¿Qué es acuerdo de Mar-a-Lago?» suena como un nuevo Bretton Woods, con el cual vamos vislumbrado, al fin, cómo Donald Trump tiene la intención de bajar el dólar.
El fondo soberano que ya ha ordenado crear es una pieza central de ese nuevo orden monetario que el analista Torsten Slok, economista jefe de Apollo, resume así: “La idea es que Estados Unidos brinde seguridad al mundo y, a cambio, el resto del mundo ayude a presionar el dólar hacia abajo para que crezca el sector manufacturero estadounidense”.
La historia del dólar fuerte
El asunto es de sobra conocido: el dólar estadounidense es la moneda de reserva global, porque Estados Unidos es la economía más dinámica del mundo y brinda estabilidad y seguridad. Como resultado, existe una presión alcista sobre el dólar, porque todos quieren poseer el activo más seguro del mundo. Y esta presión supera el impacto negativo que tiene el déficit de cuenta corriente.
El informe de Apollo explica que, “como los flujos de activos seguros ejercen una presión alcista constante sobre el dólar, es necesario un acuerdo (el Acuerdo de Mar-a-Lago) para presionar a la baja el dólar estadounidense y aumentar las exportaciones estadounidenses y traer de vuelta los empleos manufactureros a Estados Unidos”.
Aranceles y un fondo soberano: las herramientas de Trump
La administración cuenta con dos instrumentos para lograr su objetivo, según Apollo. El primero son los aranceles, que también tienen el beneficio de que aumentan los ingresos fiscales del gobierno estadounidense. El segundo es un fondo soberano de riqueza, que probablemente acumule monedas extranjeras como el euro, el yen y el yuan, para intervenir en los mercados cambiarios y ayudar a ejercer una presión adicional a la baja sobre el dólar estadounidense.
Para los mercados, esto plantea tres preguntas, dice Torsten Slok:
1) Los cambios que se requieren en la producción manufacturera estadounidense actual, incluida la eliminación de Canadá y México de todas las cadenas de suministro de automóviles, llevarán muchos años. ¿Puede EE.UU. lograr la ganancia a largo plazo sin demasiado dolor a corto plazo?
2) La globalización ha ejercido durante décadas una presión a la baja sobre la inflación estadounidense. ¿Una economía global más segmentada con un sector manufacturero mucho más grande en Estados Unidos ejercerá demasiada presión al alza sobre la inflación estadounidense, dados los costos salariales más altos en el país que en muchos otros países?
3) Con la implementación de los aranceles, el resto del mundo podría comenzar a disminuir con el tiempo su dependencia de los mercados estadounidenses y también a aumentar su propio gasto en defensa. En tal escenario, ¿cuáles son los incentivos para que el resto del mundo firme un acuerdo de Mar-a-Lago?
La bajada del dólar es una de las grandes promesas de campaña de Trump, un problema que no se resuelve con los niveles de deuda que tiene actualmente el país y que podría depender de un plan de reforma del sistema financiero mundial. Nada más y nada menos.