India despierta cierta polémica entre los gestores y los analistas. Algunos ven en este país una gran oportunidad de inversión, en parte gracias a las medidas que va implementando su primer ministro Narendra Modi, pero otros ven una apuesta cargada de riesgos y cuya economía se enfría.
Siendo justos, Modi se enfrenta a una desaceleración del crecimiento y una creciente crítica sobre sus reformas. Aunque ha tenido algunos factores a favor como la buena imagen que tiene su administración en los bancos centrales o los bajos precios del petróleo. Para Stéphane Monier, director de Inversiones de Lombard Odier Private Bank, esto no quita que la economía india tenga un gran potencial. “Si el crecimiento se refleja en la demografía y la productividad, la población joven de India es una carta de triunfo. Más de la cuarta parte de las personas que se unirán al mercado laboran desde hoy hasta 2025 serán indias”, afirma.
Hay que tener en cuenta que, en los años previos a la crisis financiera mundial, India disfrutó de la expansión y bajo el mandato de Modi, el país firmó un crecimiento del 7,9% en 2015, y la inversión extranjera se disparó. “Pero en el primer trimestre de 2017, el crecimiento había caído por debajo de su nivel anterior al marcado por Modi, al 6,1%, y en el segundo trimestre, las expectativas del mercado no alcanzaron el 5,7%”, advierte Monier.
Además, aparecieron otros indicadores negativos como por ejemplo la contracción de créditos a la industria; por lo que los inversores comenzaron a cuestionar las medidas de Modi y su compromiso con la disciplina fiscal en los meses previos a las elecciones generales de 2019.
Luces y sombras
“Ciertamente, hay mucho que elogiar en las acciones de Modi hasta la fecha. Bajo su supervisión, India ha logrado una inflación de dos dígitos, un déficit de cuenta corriente inflado y, en cierta medida, un gran déficit presupuestario bajo control. La inversión extranjera y las reservas de divisas se han disparado. El índice de acciones líderes de India ha aumentado más de un tercio en valor; e incluso, Modi ha logrado algún progreso limitado en materia de corrupción. Pero sus principales reformas han tenido un éxito desigual”, afirma.
Entre las medidas más importantes que ha tomad, destaca la recapitalización bancaria que ha iniciado. En octubre de 2017, el gobierno anunció un plan de 32.000 millones de dólares para recapitalizar los bancos estatales. Según Monier, el plan fue bienvenido, ya que “los préstamos tóxicos de los bancos han obstaculizado por mucho tiempo los préstamos y, con ello, el crecimiento. El tamaño de la inyección de capital debería comenzar a permitir que los bancos vuelvan a prestar”.
Sin embargo, la lista de tareas pendientes es larga. Para este experto de Lombard Odier Private Bank algunas de las mas urgentes son: limitar la burocracia y la participación del estado en las empresas en determinados sectores, abordar una reforma laboral y agraria, y mejorar las infraestructuras del país.
Oportunidades de inversión
Con este escenario de aciertos y retos, Monier defiendo que la esntidad tiene una visión matizada de las oportunidades que pueden surgir en India. “En los próximos meses, creemos que la actividad económica probablemente se mantendrá moderada y, hasta las elecciones de 2019, podríamos ver alguna reforma fiscal”, apunta. A corto plazo, considera que la burocracia y la estructura federal del país podría pesar sobre el ritmo y la magnitud del cambio que necesita el país.
En cambio, a largo plazo –en concreto en las próximas décadas–, “creemos que la India podría figurar entre las historias de crecimiento más positivas del mundo, dada su demografía, su bajo punto de partida y el alcance de las reformas que quieren desarrollarse a favor de la iniciativa privada”, explica Monier.
A la hora de invertir, Monier advierte que hay que ser muy selectivos con las empresas. “En particular nos fijamos en el sector consumo, pero son pocos los nombres con calidad financiera para invertir. Si bien las valoraciones no parecen baratas, han sido elevadas desde hace algún tiempo y, a menudo, pueden justificarse por el alto rendimiento de las acciones o el crecimiento de las ganancias de dos dígitos”, matiza.
Según explica, “en las próximas décadas, las empresas de consumo también deberían disfrutar de un crecimiento favorable a medida que aumenta el actual bajo ingreso per cápita de la India. Y a medida que crece la riqueza, también podemos ver oportunidades en sectores como el transporte, las finanzas y los servicios de pagos con móvil”.