El fondo New Capital Strategic Portfolio es la propuesta de New Capital by EFG Asset Management para invertir en multiactivos con un enfoque flexible y dinámico de alta convicción y un comportamiento consistente a lo largo del tiempo. Su gestor principal, Moz Afzal, también es el director de inversión global de la firma.
El asset allocation del fondo está compuesto por una combinación de apuestas tácticas y estratégicas que el equipo va ajustando en función de su análisis bottom up. El gestor explica que en 2020 “se produjeron enormes dispersiones por clases de activo, factores, divisas y sectores, por lo que, si eras capaz de analizar e invertir en las acciones o factores de éxito, la rentabilidad era muy grande”, una situación que puede repetirse “posiblemente una vez o dos cada diez años”. De cara a 2021, Afzal sigue encontrando oportunidades de batir al mercado, aunque matiza que la rentabilidad potencial no será tan colosal como la del año pasado.
El inicio del año ha sido complejo para los mercados, particularmente en la renta fija. ¿Cómo ha afrontado la cartera el primer trimestre?
Efectivamente, ha sido un arranque del año complicado. Empezamos 2021 bastante cautos con los tipos de interés, y nuestra asignación a duración era bastante baja, básicamente al cubrir nuestra exposición a riesgo de tipos en la parte larga de la curva de EE.UU. y contar con mucho cash. Pero al superar el bono a diez años nuestro objetivo, lo vimos como una oportunidad para normalizar la exposición. Al mismo tiempo, constatamos que la parte larga de la curva – 30 años vs 10 años- se estaba empezando a aplanar, indicándonos que el movimiento de los tipos a largo estaba empezando a agotarse. Ahora nuestra duración es parecida a la del índice, aunque seguimos infraponderados en renta fija.
En renta variable, mantenerse a la vanguardia de los movimientos sectoriales y por capitalización ha sido bastante difícil. Hasta mediados de febrero los grandes ganadores fueron China y las acciones con momento, pero desde mediados de febrero hasta finales de marzo se portaron mejor los sectores deep value, como bancos y energía. Paralelamente, las acciones estadounidenses con sesgo momento registraron caídas de doble dígito. Creo que fuimos capaces de navegar bien este entorno, ya que conseguimos generar rendimientos positivos de nuestra asignación a renta variable en el primer trimestre. Nuestra clase de activo más rentable en el trimestre fue real estate, gracias a nuestra exposición a residencial estadounidense a través de constructoras.
En conjunto, fuimos capaces de generar contribuciones positivas tanto por nuestro asset allocation como por nuestra selección de valores.
¿Cómo ve las valoraciones? ¿Hay algún sector o clase de activo muy sobrevalorado?
El high yield estadounidense está empezando a parecer sobrevalorado, ya que los diferenciales ahora están en mínimos del ciclo. Aunque los balances se han reparado en general, todavía estamos en un entorno de incertidumbre por el covid. Cualquier shock provocado por dudas sobre la eficacia de la vacuna o la aparición de nuevas cepas de covid dañarán seriamente al high yield y no hay suficiente colchón por diferenciales para ofrecer protección.
En renta variable, encontramos sobrevalorado al sector de la energía, después de haberse portado muy bien los últimos doce meses. Bajo nuestro punto de vista, deberíamos empezar a ver que los productores de shale oil en Estados Unidos vuelven a incrementar la producción, así como de productores fuera de la OPEP, y los inventarios aún no han corregido del todo desde los niveles pre-pandemia. Por tanto, pensamos que el sector energía es vulnerable en el corto plazo.
¿Dónde está encontrando oportunidades?
La valoración de la renta variable global está entre su precio justo tirando a ligeramente barata según nuestras estimaciones, reflejando el entorno actual de tipos de interés, nuestras previsiones de crecimiento de beneficios en los próximos 18 meses y, francamente, lo que nos ofrecen otras clases de activo en términos de retornos potenciales. Tras el pull-back que se produjo en los mercados asiáticos en marzo, las acciones chinas están volviendo a parecer bastante atractivas. La acción regulatoria y un endurecimiento suave de la política monetaria fueron los principales catalizadores del pull-back, aunque ha venido acompañado de un contexto positivo de mejora de las condiciones económicas locales y globales. Por tanto, esto proporciona un fuerte impulso para los beneficios.
Por sectores, seguimos prefiriendo el consumo discrecional, pues globalmente el consumidor se desatará durante los próximos meses, al disponer de una importante cantidad de ahorros que impulsará el consumo, apenas existente en los últimos doce meses.
¿Están los mercados poniendo adecuadamente en precio el riesgo de inflación? ¿Qué otros riesgos macro le preocupan?
Pensamos que los mercados están exagerando ante las perspectivas de inflación en el corto a medio plazo. Los efectos de base, los problemas en la cadena de suministro e incluso el regreso del personal al trabajo presencial crearán reflación en el corto plazo, pero para finales de año y en 2022 estos efectos empezarán a disiparse. Entonces seremos capaces de evaluar si los desafíos del covid y las medidas de gobiernos y bancos centrales han creado inflación.
Es necesario recordar que muchos bancos centrales de países desarrollados han fracasado en la generación de inflación que llegase a su objetivo del 2% en más de una década. ¿Por qué iba a ser diferente esta vez? Por supuesto que deberíamos estar abiertos a esta posibilidad, pero somos escépticos.
Sí que vemos otros riesgos potenciales. El primero, que se comenta un error político, como por ejemplo que los gobiernos sean demasiado agresivos al incrementar los impuestos para pagar los paquetes de estímulos y esto asfixie el crecimiento que están intentando generar. Este fue el problema en Europa tras la Crisis Financiera Global. El segundo error potencial es que los bancos centrales empiecen a subir tipos demasiado pronto, aunque pensamos que este riesgo es bajo en 2021 y posiblemente también en 2022. Finalmente, está el riesgo de que haya cepas de Covid resistentes a la vacuna. Por eso es tan importante vacunar a cuanta gente sea posible para que se inmunicen de Covid-19 antes de que se produzcan cepas resistentes a las vacunas actuales.