En Estados Unidos, es probable que la desaceleración de la creación de empleo solo sea temporal y que la actividad se recupere, aunque la salida del Reino Unido de la UE reduce la probabilidad de que la Reserva Federal suba los tipos en sus próximas reuniones, dice Julien-Pierre Nouen, economista jefe de Lazard Frères Gestion.
La creación de empleo ha sido decepcionante en mayo, aunque hay que contextualizar el dato. Solo se han creado 25.000 empleos en el sector privado, es decir, el peor dato desde el final de 2010, explica. “La desaceleración de la creación de empleo siempre se debe tomar en serio, pero sin olvidar que esa serie puede ser muy volátil”. Los indicadores restantes del mercado laboral resultan más tranquilizadores para el experto, que cita como ejemplo las solicitudes semanales de subsidio de desempleo, que se han mantenido a niveles bajos durante las tres primeras semanas de junio.
“La tasa de desempleo ha reanudado el descenso, y los salarios presentan signos de aceleración”, señala. Debido a la bajada de la tasa de participación, la tasa de desempleo ha retrocedido del 5,0% al 4,7% en el mes de mayo, coincidiendo con la media de previsión de los miembros del FOMC para final de este año. El crecimiento del salario horario que se desprende de la encuesta de población activa se ha estabilizado en el 2,5% anual, si bien otros indicadores describen una aceleración gradual, en especial el de la Reserva Federal de Atlanta, menos afectado por efectos de composición.
Por otro lado, “se confirma el repunte del crecimiento americano en el segundo trimestre. Las encuestas ISM del mes de mayo son mitigadas, pero los buenos datos de las ventas minoristas en abril y mayo denotan una aceleración del consumo en hogares”, añade el economista, que también observa una mejora de la producción del sector minero, que crece por primera vez desde agosto pasado. Las estimaciones en tiempo real apuntan a un crecimiento próximo al 2,5% en ritmo anual en el segundo trimestre, tras un avance del +0,8% en el primer trimestre.
En este contexto, en junio la Reserva Federal “ha pasado palabra”, y la probabilidad de que suba los tipos en las próximas reuniones se reduce claramente, opina Nouen. La mala sorpresa de la creación de empleo y la inminencia del referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la UE disuadieron a la Reserva Federal de modificar los tipos en su reunión de junio. Ahora que el riesgo británico se ha materializado, es menos probable que la Reserva Federal suba los tipos en sus próximas reuniones. “La media de las previsiones de tipos de los miembros del comité de política monetaria se mantiene en dos subidas de aquí a final de año, si bien ahora los participantes están más divididos al respecto”. Seis miembros prevén una única subida de tipos para este año, cuando anteriormente solo uno de los vocales era de esa opinión. “Como el tipo de interés adecuado se ha revisado del 3,25% al 3,00%, los miembros del FOMC ya solo prevén tres subidas de tipos en 2017 y 2018”, concluye.