Debido al resurgimiento de la inflación y la consiguiente respuesta en forma de política monetaria de los bancos centrales, la perspectiva histórica se ha convertido en algo crucial para orientarse con éxito por el ámbito de la inversión. Esta perspectiva es la que ofrece la última edición del Global Investment Returns Yearbook de UBS.
“El Global Investment Returns Yearbook es una guía solvente sobre la rentabilidad histórica de las clases de activos. Únicamente observando los ascensos y descensos de las distintas clases de activos a lo largo del tiempo se puede entender de verdad la importancia de la diversificación y todo el valor de un enfoque disciplinado en la asignación de activos”, explica Mark Haefele, director de inversiones de UBS Global Wealth Management.
Una de las principales conclusiones del anuario es clara: desde 1900, la renta variable ha cosechado mejores resultados que la renta fija, las letras y la inflación en los 21 mercados analizados en las 25 ediciones de este anuario. “La renta variable ha dominado a la renta fija, mientras que los bonos han batido a las letras del Tesoro. Lo mismo puede decirse del resto de los 35 mercados del Anuario que empezaron a cubrirse con posterioridad al año 1900”, indican desde la entidad.
Una de las principales conclusiones que arroja es que que EE.UU. es la excepción y no la regla en lo que a rentabilidad histórica se refiere. Según el anuario, el mercado estadounidense representa ahora un asombroso 60,5% del valor total de la renta variable invertible a escala mundial, con un claro dominio sobre Japón (segundo con un 6,2%), el Reino Unido (tercero con un 3,7%) y China continental (2,8%).
Según el análisis que realizan los autores del documento, el profesor Paul Marsh y el doctor Mike Staunton, de la London Business School; y el profesor Elroy Dimson, de la Universidad de Cambridge, la mayor parte de la rentabilidad de los activos a largo plazo se consigue durante los ciclos de relajación monetaria. De 1914 a 2023, los mercados de Estados Unidos vivieron durante el 45% del periodo ciclos alcistas de los tipos de interés, mientras que el 55% restante correspondió a ciclos bajistas. La rentabilidad anualizada de las bolsas y los bonos estadounidenses fue del 9,4% y el 3,6%, respectivamente, durante los ciclos de relajación monetaria, en comparación con solo el 3,6% y el -0,3%, respectivamente, en los ciclos de subidas de tipos. Los datos del Reino Unido desde 1930 revelan un patrón similar.
Respecto a las divisas, aunque muestran fluctuaciones considerables, el informe indica que desde 1900 las variaciones de los tipos de cambio reales han reflejado en gran medida las tasas de inflación relativas. “La mayoría de las monedas se depreció frente al dólar estadounidense, y únicamente un par de cruces (sobre todo el franco suizo) demostró una superioridad clara”, señalan las conclusiones.
Otra de las conclusiones más relevantes del anuario de UBS es que los mercados han ido evolucionando desde un escenario de baja rentabilidad a otro de mayor rendimiento gracias al marcado incremento del tipo de interés real y a la escasa rentabilidad registrada en 2022. En este sentido indica que “las rentabilidades a largo plazo previstas para la renta variable y la renta fija se encuentran en este momento dos puntos porcentuales por encima del nivel de hace dos años”.
Por último, las primas de factores como el tamaño, el valor o el dinamismo han experimentado largos retrocesos. Según el anuario, los factores aún serán importantes para explicar la rentabilidad, pero no está claro que vayan a generar primas en el futuro.
En cambio, tomando como referencia datos a largo plazo a partir de 1900 en el caso de EE.UU. y desde 1860 en el del Reino Unido, la deuda corporativa con grado de inversión ha ofrecido una prima de riesgo de crédito significativa sobre la deuda pública equivalente a alrededor de un punto porcentual al año; y la prima de los bonos de alto rendimiento (high yield) es de unos dos puntos porcentuales superior a esta cifra.
En opinión del profesor Paul Marsh, de la London Business School, “ahora que los mercados están acondicionándose a tipos de interés y niveles de inflación más normales, es el momento de reflexionar sobre lo que cabe esperar en el futuro. El Anuario proporciona la evidencia histórica y la perspectiva necesarias para apuntalar la estrategia de inversión futura”