Eduardo Roque, director de inversiones de Mutuactivos, la gestora de fondos de inversión y de pensiones del Grupo Mutua Madrileña, considera que el escenario actual para las inversiones es complejo, básicamente porque las valoraciones de los activos, en general, son elevadas. Respecto a la renta variable estima que la bolsa estadounidense está cara, por lo que sus posiciones en este segmento se concentran en Europa, con un peso destacado en España. Así lo ha manifestado durante su intervención en la II Jornada Mutuactivos-El Nuevo Lunes «Invertir en un horizonte de crecimiento” que ha tenía lugar recientemente en el Auditorio Pérez-Llorca, en Madrid. La jornada estuvo inaugurada por Juan Aznar, presidente ejecutivo de Mutuactivos, y José García Abad, editor y director de El Nuevo Lunes.
Roque expuso su visión de cautela respecto a los activos tradicionales de inversión (tanto renta fija como renta variable) durante la mesa redonda “Oportunidades de inversión. Novedades para 2018”. Roque señaló que, “pese a que el escenario económico puede resultar muy positivo para invertir, las valoraciones de los activos son altas, lo que nos hace actuar con prudencia”.
En relación con la renta fija, el director de inversiones de Mutuactivos mantiene una visión negativa respecto a la deuda pública y a los activos con grado de inversión (títulos de renta fija privada de la mayor calidad). “No vemos valor en ambos tipos de activos”, apuntó. 2018 se presenta como un año de retos en renta fija. “En Mutuactivos estamos apostando por la flexibilidad y por una doble estrategia: estamos acortando la duración de la renta fija con futuros y swaps, de modo que, cuando los tipos suban, las carteras no sufran. Por otro lado, estamos más expuestos a crédito con bastante riesgo (fuera del grado de inversión). Contamos, en concreto, con bastante exposición a deuda subordinada bancaria”, comentó el director de inversiones de Mutuactivos.
Para Eduardo Roque estamos en un escenario de inversión que invita a proteger el capital, más que a ganar, por lo que argumenta que tener un alto porcentaje en bolsa no es lo más conveniente. “En la gestora estamos llevando a cabo estrategias como invertir en inflación americana a través de bonos ligados a la inflación, en renta fija emergente (en divida local y fuerte), en dólares y algo de materias primas. Tenemos, además, un alto porcentaje en liquidez, con vistas a poder aprovechar oportunidades que surjan cuando aumente la volatilidad”, señaló.
Por su parte, Jacobo Blanquer, consejero delegado de Tressis Gestión SGIIC, apuntó durante su intervención en esta misma mesa redonda que, en su opinión, estamos ante “la mayor burbuja de la renta fija de todos los tiempos”. “Mientras el BCE continúe con su política de compra de activos, estaremos fuera de este segmento”, ha comentado. Para Blanquer, el mejor activo para invertir ahora es la renta variable. “Apostamos por sectores más cíclicos. Nos gustan, entre otros, el sector de la automoción, las aerolíneas, el financiero… Acabamos de comprar, por ejemplo, títulos de una eólica española. En cualquier caso, es fundamental el “stock picking”, la selección minuciosa de valores”, comentó. Como activos alternativos, Blanquer desveló su interés por el oro, entre otros.
Marian Fernández, responsable de Análisis Macroeconómico de Andbank, afirmó, por su parte, que su cartera modelo está actualmente formada por un 60% de renta variable y un 40% de renta fija, en esta última parte con un alto porcentaje en flotantes, en crédito de emergentes y activos de gestión alternativa. “El peso de renta variable estaría prácticamente equilibrado entre Europa y Estados Unidos”, comentó.
Para Ángel Olea, director de inversiones de Abante Asesores, una cartera ideal estaría también formada por un 60% de bolsa y un 40% de renta fija. En la parte de renta variable, otorgaría un mismo peso a los activos europeos que a los americanos. “No obstante, si la bolsa americana baja, reduciríamos nuestra exposición en torno a un 10-15%”, puntualizó. En la parte de renta fija de la cartera, Olea incluye un porcentaje de liquidez, activos high yield a corto plazo, bonos flotantes y el desarrollo de estrategias muy conservadoras.
Crecimiento económico sostenido
Por su parte, en la mesa redonda, “Perspectivas de la economía y de los mercados financieros”, Conrado Espí, director del Servicio de Estudios Económicos y Sectoriales de Mutua Madrileña, señaló que vivimos una etapa de crecimiento significativo tanto en Europa como en Estados Unidos, aunque, en su opinión, no podemos perder de vista riesgos como el Brexit, la sostenibilidad de la economía china o la evolución de la banca europea. “Italia, concentra el 30% de los préstamos en mora de la zona euro”, señaló Espí.
Para Espí, para entender el contexto económico actual es fundamental comprender la política monetaria de los bancos centrales, que en los últimos años ha estado marcada por su compra de activos. Espí considera que la actuación del Banco Central Europeo ha sido acertada, si bien apunta que quien está soportando el precio de los bajos tipos de interés es el ahorrador. “La actuación del BCE no podía haberse realizado de otro modo. Ha estado instrumentalizada a través de un esquema que está siguiendo una secuencia lógica. En este momento se encuentra todavía en la fase de compras netas de activos. Posteriormente, pasará a la fase de ejecutar reinversiones y de realizar subidas de tipos para, finalmente, llegar a la reducción de balance. En este contexto, el claro perdedor ha sido el ahorrador y el ganador, la deuda”, ha apuntado.
Pablo Hernández de Cos, director general de Economía y Estadística del Banco de España, afirmó, por su parte, que la recuperación económica europea está siendo significativa. “No obstante, su sostenibilidad no está clara en caso de que se abandonen las políticas monetarias de intereses bajos o negativos”, señaló. En su opinión, existen problemas estructurales que no se han resuelto, entre los que se encuentran la productividad, el envejecimiento poblacional o el endeudamiento de carácter público. Pablo Hernández de Cos apuntó que el Gobierno debería plantearse reformas que traten de combatir estos riesgos. Igualmente, mencionó el proteccionismo como un riesgo de medio plazo importante. Para el directivo del Banco de España, la política monetaria que ha llevado a cabo el Banco Central Europeo ha sido correcta.
Cataluña: impacto en el PIB
Respecto al conflicto en Cataluña, Hernández de Cos ha señalado que en el Banco de España manejan dos escenarios para estimar el posible impacto económico que podrían generar las tensiones que se viven en la actualidad. En su opinión, algunos indicadores están evolucionando en línea con el que sería el escenario más benigno para la institución, que se materializaría en una reducción de tres décimas en el PIB. En el escenario más dramático, en el caso de que persista la incertidumbre en el tiempo, la pérdida acumulada en el PIB podría alcanzar el 2,5% entre finales de 2017 y 2019.
En relación con las pensiones, el directivo del Banco de España señaló que las reformas de 2011 y 2013 se hicieron con el objetivo de garantizar la sostenibilidad del sistema a largo plazo, si bien apuntó que es necesario aumentar los ingresos para evitar que se reduzca la tasa de sustitución en España, que es una de las más altas de Europa. Conrado Espí, en este sentido, expuso la necesidad de incrementar los incentivos en los instrumentos de ahorro a largo plazo pensados para la jubilación.
Jesús Sánchez Quiñones, director general de Renta 4, comentó, durante su intervención en esta mesa redonda, que uno de los mayores problemas que existen en torno a las pensiones es de concienciación, ya que la mayoría continúa pensando que el Estado le proporcionará una pensión suficiente. “Existe un problema de falta de ahorro. La mentalidad en España es peculiar. Mientras en Alemania los ciudadanos han optado por ahorrar en el contexto actual de bajos tipos de interés, en España se están inclinando hacia el consumo. “La gente piensa ‘como no hay rentabilidad, no ahorro. Me lo gasto’. Son dos formas de pensar muy diferentes”, argumentó Quiñones.
José Manuel Amor, responsable de Análisis de Mercados de Analistas Financieros Internacionales (AFI), por su parte, mencionó las inciertas expectativas de rentabilidad como un factor de incertidumbre que justifica la baja tasa de ahorro a largo plazo. “Ahorrar a largo plazo está muy bien, pero los ciudadanos se preguntan qué expectativas de rentabilidad existen. La incertidumbre desincentiva el ahorro”, señaló.