Cuando la amenaza del Brexit y de las finanzas italianas planea sobre el futuro de la economía europea, Per Wehrmann, CFA, responsable de High Yield Europeo de DWS, se muestra confiado en que Europa no entrará en recesión aunque sí en una etapa de menor crecimiento.
Así lo explica en una entrevista a Funds Society durante su reciente visita a Santiago de Chile, en la que Wehrmann confirma que esperan un crecimiento del PIB europeo del 2% para el año 2018 y una ligera desaceleración hasta el 1,8% para el año 2019. Los principales factores de riesgo para Wehrmann son el Brexit y la situación en Italia.
En cuanto al Brexit y los términos de salida de Reino Unido de Europa, espera que el acuerdo pactado con la Unión Europea, que implica una zona de libre comercio amplia, se apruebe puesto que no tendría un impacto demasiado significativo en las relaciones comerciales. Para Wehrmann, «claramente el Reino Unido necesita este acuerdo más que en sentido contrario por su necesidad de acceso a los mercados europeos. Al final, aunque esperamos algo de volatilidad y de riesgo de titulares, pensamos que los términos más importantes de este acuerdo serán aprobados”.
En cuanto a la situación en Italia, cuyo gobierno ya ha confirmado un dato decepcionante de crecimiento para el tercer trimestre del año, esperan que en un futuro se llegue a un acuerdo con la Unión Europea, aunque ven posibilidades de que el gobierno actual fracase y ven altamente probable que se celebren nuevas elecciones. Sin embargo “en algún momento veremos que la situación mejorará y que habrá una menor incertidumbre”, se muestra esperanzado Wehrmann.
Alemania es otro de los países que ha impactado negativamente en la economía europea, con un crecimiento negativo durante el tercer trimestre debido en parte al sector automovilístico. “El sector automovilístico alemán se ha visto impactado por los nuevos métodos de medición de consumo y contaminantes que ha provocado cuellos de botella y que los fabricantes no puedan entregar los coches al mercado”, explica Wehrmann aunque afirma que este impacto está acotado en el tiempo y es menos importante que el futuro de la economía china. “Más preocupante es la situación China y su impacto en la demanda de automóviles», concluye Wehrmann.
Por otro lado afirma que un aspecto positivo es que la composición del crecimiento alemán se está equilibrando hacia una mayor contribución de la inversión doméstica gracias, entre otros, al sector construcción, reduciendo por tanto su dependencia del sector exterior.
También destaca, como aspecto positivo, el papel que juega España en la economía europea que, en su opinión, ha cambiado de grupo: “Anteriormente se encontraba dentro del grupo de países de crecimiento bajo y ahora está en el grupo de países de mayor crecimiento” y añade “incluso cuando hemos visto una ampliación de los diferenciales de la deuda italiana, los diferenciales españoles y portugueses se han visto poco afectados. Mucho menos efecto contagio de lo que vimos en 2011”.
El mercado europeo de high yield: menos crecimiento
“El mercado de high yield europeo es un mercado relativamente joven que ha crecido en los últimos años y desde la crisis de Lehman principalmente por los ángeles caídos, es decir, compañías que han tenido una bajada de rating desde el grado de inversión”, explica Wehrmann. Otro factor importante en la evolución de este mercado fue la bajada de rating de deuda subordinada de los bancos en 2009 y la inclusión en el espectro high yield, que dio lugar a que un 25% del benchmark proviniera del sector financiero cuando había sido inexistente hasta esa fecha.
Desde entonces, el mercado tuvo un crecimiento estable hasta el año 2015 pero, “en los últimos dos años hemos visto una reducción en el volumen del mercado debido a la parte del ciclo en la que nos encontramos. La economía se ha recuperado y hemos visto más “rising stars” que compañías yendo en sentido contrario”, explica Wehrmann, que afirma que el tamaño actual del mercado es aproximadamente de 1 billón de euros.
Con respecto al origen geográfico de los emisores, Italia es el país predominante aunque países como Francia, Alemania, Reino Unido y Estados Unidos también tienen una presencia significativa en el mercado de high yield europeo.
Por sectores los más presentes son los segmentos de industrias básicas, que incluyen químicas, embalajes de papel, material primas, compañías de acero, de TMT (tecnología, medios y telecomunicaciones); bienes de equipo, sector del automóvil y servicios.
Con respecto al sector financiero, aclara que desde que nombres del sector financiero entraron a formar parte del benchmark en el año 2009, los gestores se diferencian entre los que invierten en este sector y los que no. DWS no invierte en bancos ni aseguradoras dentro del segmento high yield aunque sí lo hace en empresas de servicios financieros, por lo que sus carteras están compuestas principalmente por títulos corporativos.
Mayor estabilidad que en el mercado de EE.UU.
Si se compara el mercado europeo de high yield con el mercado americano, Wehrmann afirma que éste ha sido en general más estable desde el año 2011: “A pesar de la incertidumbre en Europa, el crecimiento económico débil y la crisis financiera, el mercado europeo de high yield ha tenido una tasa de default menor año tras año que el mercado americano”, que se sitúa actualmente en el 1% frente al 2,5% del americano. Además, añade que la calidad crediticia del mercado europeo ha mejorado significativamente, y declara: «Actualmente el mercado europeo está dominado por ratings BB que representan el 70% del mercado frente al 50% del mercado europeo”.
Para Wehrmann el principal motivo que explica esta diferencia es la menor exposición al sector energía y commodities del high yield europeo y una mejor calificación crediticia que se ve reflejada en una menor tasa de default y mejor rating medio. “El mercado de americano de high yield, por otro lado, todavía se beneficia de una base de inversores más estable, orientada al valor, que está dispuesta a entrar cuando los diferenciales se amplían”, puntaliza Wehrmann.
Perspectivas optimistas
Las perspectivas de DWS para este mercado son positivas desde el punto de vista de fundamentales aunque se muestra cauto en emisores con mucha exposición a Italia, riesgos derivados del Brexit o algunos sectores críticos como el automóvil o construcción. En opinión de DWS, la selección de créditos adquiere una mayor importancia a medida que la dispersión aumenta.
En cuanto al momento del mercado en términos de valoración, las recientes ampliaciones de diferencial que se han observado en los últimos meses hace que sea un buen momento de entrada en el mercado de high yield europeo teniendo en cuenta la alta calidad crediticia que le caracteriza.
En cuanto a preferencia por ratings, optan por títulos con rating B frente a BB ya que tienen una menor sensibilidad a tipos de interés y esperan que tengan un mejor comportamiento al empezar a recuperarse la economía. Con respecto a plazos, invierten de forma selectiva en vencimientos a corto plazo de emisores sólidos que suelen tener un menor riesgo de mercado.