En medio de la incertidumbre que deja el “nuevo régimen”, creado por la pandemia de coronavirus y la subida de los tipos de interés, hay una buena noticia: la renta fija está de vuelta. La dificultad es saber qué tipo de renta fija asegurará la prosperidad de las carteras, una situación que Mary-Thérèse Barton, directora renta fija global Pictet AM, se toma como un largo camino. Con más de 20 años a cargo de los mercados emergentes, Barton está preparada para manejarse en medio de la volatilidad.
La tesis de Pictet y la solución para el aquí y ahora
Se están escuchando en el mercado muchas tesis sobre la renta fija, todas espectaculares. La de Pictet AM tiene su lado poético porque habla de un “renacimiento”, o de una “vuelta a la era de la razón” donde el dinero no es tan fácil y los tipos de interés existen.
El Renacimiento fue un periodo de transición entre la Edad Media y los inicios de la Edad Moderna. Sus principales exponentes se hallan en el campo de las artes, aunque también se produjo una renovación en las ciencias. La ciudad de Florencia fue el epicentro del renacimiento.
En lo referente a la renta fija, el epicentro estaría en el edificio neoclásico de la Fed y, pragmática, Mary-Thérèse Barton señala que, de momento: “Hay recompensa en pasar de efectivo a fondos de duración corta; Para las duraciones más largas, puede tener sentido la exposición en determinados mercados, como la deuda emergente o incluso la deuda empresarial europea”. Esa sería la foto del momento actual.
“Estamos saliendo de un entorno de tipos de interés cero, que no volverá en los mercados desarrollados. Ahora, por primera vez en muchos años, asistimos a una convergencia entre la rentabilidad por dividendos, del efectivo y de la rentabilidad a vencimiento de la deuda pública. Es un campo de juego apropiado para que los inversores hagan la evaluación de riesgo-rentabilidad para los ingresos de sus inversiones”, añade Barton, quien desconfía del tan anunciado “rally por reducción de los tipos de interés”, ya que la inflación persiste y las economías mundiales siguen creciendo.
En menos de dos años la industria financiera a pasado de ser un motor del progreso humano, inversión ESG mediante, a especular, e incluso desear, la desaceleración económica, la llegada de una crisis e incluso el aumento del desempleo. Los malos pronósticos se están viendo defraudados y Mary-Thérèse Barton reconoce el catastrofismo de los gestores de activos de renta fija: “En los mercados desarrollados ha sido la forma de pensar para la mayoría de los gestores de renta fija a lo largo de sus carreras. Pero estamos en un período de transición hacia un significativo cambio de mentalidad”.
“En 2023 me preocupaba que este “renacimiento” de la renta fija pudiera desaparecer rápidamente en un rally de duración, vinculado a riesgos de recesión de la economía mundial. Pero ahora hablo con los inversores de renta fija respecto a mayores niveles de ingresos y del valor añadido de gestores con sólida experiencia en selección de deuda empresarial y soberana de mercados emergentes, así como de la curva de rentabilidades a vencimiento en EE. UU. y Europa”, dice la directora de renta fija de Pictet.
Lo que se mantiene y lo que cambia
La lógica de composición de carteras de mantendrá en este nuevo ciclo, esta es la certeza de Pictet AM, que sigue abogando por una sabia combinación activos en un portafolio como mejor manera de lidiar con el riesgo y obtener retornos. Y, por supuesto, gestión activa, más que nunca.
“He estado hablando con clientes y no hay una talla única para todos. Con el aumento de la rentabilidad a vencimiento en bonos del Tesoro de EE. UU. hay recompensa en pasar de efectivo a fondos de duración corta. Con visión a más largo plazo y aceptación de mayor volatilidad, tiene sentido ampliar duración en algunos mercados, como deuda emergente en moneda local o moneda fuerte e incluso deuda empresarial europea”, considera Mary-Thérèse Barton.
“El espectro de Pictet AM abarca mercados monetarios, crédito privado y componentes tradicionales de deuda de mercados emergentes, pasando por deuda en dificultades. Pero nuestra oferta se basa en la asociación, es decir el diálogo con los clientes Lo que necesitan puede ser una combinación de deuda empresarial de mercados emergentes, con o sin China o una cartera centrada en América Latina y deuda europea. Hay mucha discusión, pues depende del mix entre renta variable y renta fija y del apetito por el crédito privado o los mercados emergentes del cliente”.
Lo que cambia, es que la combinación de un portafolio ahora tiene nuevos ingredientes: “Puede ser que estemos ante un nuevo mundo de presiones inflacionarias estructurales, por las “3D”: demografía, descarbonización y desglobalización. Podríamos debatirlo, sobre todo la desglobalización. Pero en cualquier caso va a ser diferente, la solución del pasado no es necesariamente la del futuro, pero la renta fija va a jugar un papel importante. Los bonos están de vuelta”.
Volatilidad y lo que los inversores internacionales no están viendo
Se considera que el Renacimiento de prolongó desde 1492, con el descubrimiento de América, hasta 1789, fecha de la Revolución Francesa. Evidentemente, el mercado es incapaz de moverse pensando en décadas o siglos, y el auge de la gestión pasiva hace que cualquier proceso esté sometido a una montaña rusa de emociones que se traduce en pérdidas reales.
Los asesores financieros y sus clientes todavía tienen en el retrovisor la espectacular caída de 2022, cuando básicamente no había donde esconderse, y el extraño 2023, cuando muchas veces sufrieron las carteras más conservadoras.
Ante el credo de la gestión activa se presenta el desafío de los ETFs, con sus enormes flujos, capaces de arrastrar el mejor trabajo de selección de una gestora cuando una caída es pánico y se vuelve sistémica.
Barton señala que “la gestión pasiva es a veces un indicador útil de liquidez, pues cada vez más los gestores de activos lo utilizan para replicar el mercado”.
“Proteger a los clientes en tiempos de alta correlación entre activos, como en 2022, requiere de sentido común y una gestión prudente de la cartera. A veces es beneficioso aumentar los niveles de liquidez. Hay que tener convicción sobre países o empresas, por fundamentales, pero a veces se requiere liquidez, dada la naturaleza de nuestros vehículos, los fondos de inversión, en lo que hay que hacer frente a las salidas de inversores”, dice Barton.
“Cada vez va a ser más importante el análisis de fundamentales, dados los crecientes déficits fiscales y niveles de deuda en países desarrollados. Se requiere un enfoque mucho más activo frente a los índices y mayor error de seguimiento, pues en estos índices los países o empresas más endeudados aumentan su peso”, añade.
Barton piensa que “la deuda emergente volverá”: “Ha sido desplazada por las altas rentabilidades a vencimiento deuda de mercados desarrollados. 2023 fue crucial porque se dio el primer gran ciclo de subidas de tipos de interés de la Reserva Federal, pero sin que haya habido crisis de mercados emergentes, que han mostrado credibilidad de gobernanza fiscal y de bancos centrales frente a los países desarrollados. Ahora hay conciencia de que la deuda no es solo un problema para los mercados emergentes y que la volatilidad de tipos de interés puede ocurrir en los mercados desarrollados”.
“Los países de mercados emergentes van a comprar menos bonos estadounidenses a medida que aumenta su ahorro interno y se invierte en los activos propios del país. De hecho, Brasil ha aumentado la emisión en denominación local. Ahora bien, puede que el inversor internacional haya despertado algo tarde, pues en lo que va de década, la deuda pública de mercados emergentes ya ha superado a la deuda pública de los mercados desarrollados”, asevera la directora de renta fija de Pictet AM.
“Fui nombrada directora de inversiones de renta fija el primero de octubre de 2023. Esa semana los tipos de interés de EE.UU. alcanzaron 5% por primera vez. Luego, a finales de año, vivimos el mayor rally en bonos del Tesoro de EE.UU. en 40 años, tras lo cual en abril asistimos a la segunda mayor liquidación masiva en 20 años”, dice la responsable con 20 años de experiencia en mercados emergentes.
Dos décadas dedicada a mirar los países emergentes es una buena preparación para una historia que se está construyendo: la de la nueva renta fija en un mundo financiero volátil, con un entorno económico de inflación.