Dunas Capital AM encara 2022 con una cartera orientada a la reapertura económica. Según ha explicado su director de Renta Variable, Carlos Gutiérrez, en este contexto, caracterizado por la volatilidad, la inflación y los cambios de políticas, apuestan por negocios afectados por tres megatendencias: redes de transporte y distribución de energía, transporte (entendido como producción de vehículos y empresas de transporte) y la salud y el envejecimiento poblacional. Además, la entidad se aleja de sectores como la tecnología o el lujo debido a los bajísimos tipos reales.
“Son megatendencias que en un entorno incierto nos dan fiabilidad”, argumenta Gutiérrez. Concretamente, la cartera de renta variable, según matiza Alfonso Benito, CIO de Dunas Capital AM, está centrada en el sector financiero, bancario, ferrocarril, automoción, salud y energético. Además, han incorporado algunas estrategias satélites que les aportan diversificación, entre las que destacan los activos alternativos. “Ofrecen diversificaciones y riesgos distintos, además están más protegidos frente a las subidas de inflación y de tipos reales”, apunta Benito.
Asimismo, los expertos de Dunas Capital recuerdan cómo la pandemia llevó a premiar los “stay at home stocks” de duración larga frente a las empresas de “reopening”, para apuntar que creen que esa dispersión no es sostenible ante el escenario de normalización de la vida social, económica y financiera que esperan (salvo nuevas variantes de COVID-19 que nos llevaran a nuevos confinamientos).
Pasando al gran reto de los gestores, la renta fija, José María Lecube, director de esta área, explica que partimos de un mundo muy complicado, donde los bonos de gobierno tenían rentabilidades negativas, se intuía una normalización de tipos y empezaba a aparecer la inflación.
Para 2022 esperan repetir su estrategia de 2021, debido a que les ha dejado un retorno “interesante”, aunque con ciertos cambios. Consiste en combinar compras de bonos de alto rendimiento a muy corto plazo, con ventas de bonos de gobierno utilizando futuros. “Esa combinación nos ha permitido arañar unos puntos básicos. Para el año que viene estamos acortando aún más la duración de los activos de crédito y estamos manteniendo, y posiblemente aumentemos, nuestras posiciones en deuda pública, porque pensamos que es el año del inicio de la normalización de los tipos”, continúa.
A corto plazo, esperan que vuelva a ser un año complicado para la renta fija, pero Benito añade un tono positivo: “Se abren nuevas oportunidades de coger bonos de mejor calidad, pero hay que esperar y ser pacientes”, advierte.
El impacto de la inflación
2022 seguirá siendo un año con un crecimiento positivo, pero los expertos de Dunas Capital ya advierten de que no será tan bueno como el pasado. Este año tendremos que vivir con una inflación más prolongada, que hará, según explica Gutiérrez, que los bancos centrales tengan que ser activos en su lucha con este viejo fantasma.
Según explica el equipo, los problemas logísticos, las estrecheces del mercados laboral en el países más desarrollados, los costes de la energía y una cierta “relocación” de la industria cerca de los centros de consumo, generará una inflación estructural mayor a vista prepandemia. Sin embargo, consideran que la inflación ya ha tocado su pico y que, aunque seguiremos viendo niveles más altos a los que estamos acostumbrados, se moderará.
Con todo esto, los expertos avisan de que los márgenes empresariales se ven amenazados por subidas de costes salariales, de materias primas, energía, costes logísticos, impuestos… “La capacidad de cada sector y cada empresa en poder trasladar a subidas de precios esos incrementos será critica en su evolución en los mercados bursátiles y de bonos”, apuntan.
Objetivos cumplidos
Los expertos de Dunas Capital pueden presumir de haber cumplido sus metas, ya que como comenta Borja Fernández-Galiano, head of sales de Dunas Capital, todos los fondos han alcanzado el objetivo de rentabilidad de su folleto, algunos con creces, como es el caso del Dunas Valor Prudente. Además, según comenta, con una volatilidad muy contenida.
En la parte de sostenibilidad también han cumplido, teniendo buena parte de sus fondos clasificados en el artículo 8 de la taxonomía de la UE. El año pasado reconvirtieron el fondo Selección USA en uno puramente ESG y, además, sus dos últimos fondos de capital riesgo, Dunas Clean Energy y Absolut Impact, también van en este línea de sostenibilidad.
“En 2021 hemos alcanzado los 1.350 millones de euros en activos bajo gestión en productos tradicionales tras captar 465 millones de euros, lo que nos posiciona en el Top 25 de gestoras nacionales por tamaño. Esto nos ha permitido, entre otras cosas, complementar la gama Dunas Valor con el fondo Dunas Valor Cauto, que añade un peldaño más en la escala rentabilidad-riesgo que ofrecemos a nuestros clientes, y que ha una tenido una muy buena acogida en el mercado», reflexiona Fernández-Galiano.