El último informe SDG Reckoning de M&G Investments revela que el mundo va camino de cumplir tan solo seis de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas (ODS de la ONU). Estos ODS de la ONU, puestos en marcha en 2015, constituyen un llamamiento a escala mundial para erradicar la pobreza, proteger el planeta y garantizar que todas las personas disfrutan de paz y prosperidad en 2030.
Es más, el análisis de M&G* muestra que los avances en cerca de un 65% de los ODS van por detrás de los objetivos, y que “no hay tiempo que perder” para conseguir una sociedad más inclusiva, que proteja la naturaleza e impulse una economía regenerativa de carácter circular. Uno de los datos más significativos que arroja el informe es una puntuación media de progreso en 2020 de 4,1 sobre 10 en el conjunto de los 17 objetivos, sin variación respecto a 2019, y con nueve ODS sin cambios desde el informe del año pasado.
Además, se observa que cuatro objetivos han registrado un deterioro notable y, de ellos, tres están centrados en el ámbito social: ODS 1 (Fin de la pobreza), ODS 8 (Trabajo decente y crecimiento económico) y ODS 10 (Reducción de las desigualdades). En cambio, cuatro objetivos muestran mejoras: se han llevado a cabo algunos avances en los ODS 6 (Agua limpia y saneamiento), ODS 9 (Industria, innovación e infraestructura), ODS 11 (Ciudades y comunidades sostenibles) y ODS 13 (Acción por el clima).
Pese a registrar ligeras mejoras, el ODS 13 (Acción por el clima) muestra una puntuación de tan solo 3 sobre 10 en la escala de progreso de M&G. Según las conclusiones del informe, acontecimientos destacados como la Conferencia sobre el Cambio Climático COP26, que se celebrará en noviembre, serán una prueba fundamental sobre el grado de eficacia con que las colaboraciones por el desarrollo sostenible están funcionando.
Sobre la evolución de los ODS, el documento señala que los avances en los ODS 14 (Vida submarina) y ODS 15 (Vida de ecosistemas terrestres) —dos objetivos directamente vinculados con la lucha contra la pérdida de biodiversidad— son preocupantemente lentos. De cara a la próxima celebración de la Conferencia de la ONU sobre Biodiversidad, los responsables políticos deberán adoptar un enfoque iterativo para establecer objetivos a corto plazo ampliados pero alcanzables en materia de biodiversidad.
“Cumplir los ODS es una responsabilidad colectiva, en la que tanto los Gobiernos como las empresas, las organizaciones no gubernamentales, los inversores y los particulares desempeñan un papel relevante. Así, será preciso adoptar medidas de carácter urgente y colaborativo en áreas clave, lo que constituye un desafío abrumador, pero no imposible. No obstante, en lo relativo a los plazos no hay un minuto que perder: debemos actuar ya”, ha declarado Ben Constable-Maxwell, responsable de Inversión de Impacto de M&G Investments, a la luz de las conclusiones del informe.
“Nuestro análisis muestra que aún queda mucho por hacer a escala mundial para cumplir los 17 objetivos de Naciones Unidas. Este esfuerzo colectivo resulta imprescindible en el ámbito del mandato social de los ODS, pero especialmente en áreas como la reducción de la pobreza, trabajo decente y mejor educación, que han quedado rezagados durante la pandemia. La inversión sostenible puede desempeñar un papel clave en la canalización de la inversión hacia las compañías con «elevados beneficios sociales”, ha añadido Constable-Maxwell.
En su opinión, yendo un paso más allá, “la inversión de impacto puede liderar los esfuerzos mediante la financiación de soluciones en fase inicial o menos desarrolladas para los principales desafíos que afronta el mundo, así como propiciando mejoras en la medición y contabilización de los resultados no financieros. Debemos redoblar la presión, tanto sobre las compañías, para que informen sobre sus impactos en el mundo real, como sobre los inversores, para que adopten enfoques orientados al impacto”.
Por último, el informe identifica tres temáticas fundamentales y estrechamente interconectadas que, a juicio de M&G, deben recibir atención e inversión adicional. En primer lugar, concluye que es preciso desplegar mayores esfuerzos para fomentar la inclusión social, ya que la crisis del COVID-19 ha sumido a millones de personas en la pobreza.
El informe también alerta sobre la necesidad urgente de cambiar a una economía mundial de carácter circular, dejando atrás el actual modelo lineal que genera residuos. Por último, indica la biodiversidad ha acaparado mayor interés en los últimos 12 meses, durante los que el mundo ha tomado conciencia de la cruda realidad de la pérdida de hábitats y recursos naturales, así como de las repercusiones que esto tiene sobre los ecosistemas que proporcionan los cimientos del bienestar humano y de la estabilidad del clima.
Sobre el informe
El segundo informe SDG Reckoning de M&G evalúa el conjunto de los 17 ODS —a partir de una perspectiva general y desde el ángulo de la inversión de impacto— aplicando una escala del 1 al 10 a fin de evaluar el progreso llevado a cabo desde el ránking inaugural del año pasado. Con esta información, se determina si el mundo ha comenzado a llevar a la práctica sus compromisos de recuperación sostenible asociados a la pandemia. El informe de este año no solo se concentra en los objetivos que precisan inversiones con mayor urgencia, sino que también sugiere la forma que dicha inversión podría adoptar, así como el modo en que los inversores activos pueden apoyar y potenciar el efecto de las actuaciones en los distintos sectores.