“Creemos que los riesgos de inflación están subestimados y no están apreciados adecuadamente por el mercado. Ahora puede ser un momento oportuno para los inversores a largo plazo añadan la gestión de riesgos de inflación a sus carteras”, explica en el blog de la firma, Stewart Taylor, portfolio manager de renta fija diversificada de Eaton Vance.
Para Taylor, es fácil entender la falta de demanda de los inversores por esta clase de activos. El índice CITI de Inflación Sorpresa ha sido negativo 52 de los últimos 53 meses. Con la excepción de la crisis financiera, la inflación general interanual ha sido menor que en cualquier momento desde finales de los 60.
“De lo que muchos inversores no se dan cuenta es cómo la persistente debilidad de los precios de la energía y de los alimentos ha ocultado el crecimiento de la inflación subyacente en el sector servicios. Si bien la energía y los alimentos representan sólo el 21% del IPC, explican aproximadamente el 80% de su cambio”, dice nombrando dos factores esenciales:
- El barril de crudo WTI ha caído un 55% desde junio de 2014, mientras que el índice de alimentos S&P Goldman Sachs ha retrocedido aproximadamente un 50% desde el máximo alcanzado en 2011.
- Durante este mismo período, la tasa de proyección para la inflación interanual del sector servicios tiene una media del 2,5% y ha repuntado por encima del 3% en los últimos meses.
Por eso, Eaton Vance cree que el mercado bajista en los alimentos ha terminado y que el mercado bajista en energía ha terminado o está en sus etapas finales. “La fuerza en energía y alimentos debería traducirse rápidamente en un IPC de bienes más alto, que, a su vez, debería ayudar a impulsar el ya elevado IPC del sector servicios. También hay evidencias de un aumento de las presiones salariales, que históricamente se han asociado con períodos de mayor inflación”, cuenta el experto de la firma.
El IPC de abril subrayó el cambio en la dinámica de la inflación: El cambio intermensual del IPC general (0,4%) registró la mayor ganancia mensual desde febrero de 2013. Además, la variación del 2,1% en el IPC subyacente se sitúa por encima del objetivo del 2% de la Fed, mientras que el 1,6% interanual en los gastos de consumo personal subyacente se acerca a su objetivo del 2%.
La tendencia interanual en el IPC subyacente tocó fondo a principios de 2015 y desde entonces ha estado subiendo. Varias medidas del IPC alternativo que tratan de eliminar los componentes del índice más volátiles para determinar mejor la tendencia subyacente también confirman esto.
Taylor estima que los inversores están empezando a darse cuenta de que los mercados bajistas en energía y alimentos están cerca de acabar, ya que después de aproximadamente un año de las salidas, los flujos netos de entrada en los fondos TIPS y los ETF han pasado a ser positivos en los últimos dos meses (terminados de abril de 2016), mientras que las tasas de inflación implícitas en la deuda a 5 años ligada a la inflación han comenzado a descontar una inflación más alta de la esperada.
“Creemos que estas tendencias se encuentran todavía en sus primeras fases y que por lo tanto los activos ligados a la inflación son relativamente poco caros en relación a los crecientes riesgos de inflación”, concluye.