DNB Asset Management, en colaboración con el instituto independiente ISS-ESG, ha elaborado un estudio que demuestra por primera vez cuántas emisiones se han evitado por una inversión de un millón de euros. De acuerdo con el informe, el DNB Fund – Renewable Energy ha generado un ahorro de emisiones de 2.838 millones de toneladas de CO2 por cada millón de euros. El fondo invierte en empresas con productos y servicios que se caracterizan por unas emisiones más bajas que las fuentes tradicionales (es decir, energías renovables) o que permiten a sus clientes reducir las emisiones.
En un comunicado, la gestora asegura que este análisis, realizado en estrecha colaboración con el propio equipo ESG del fondo, demuestra que las emisiones netas son, de hecho, cinco veces más grandes que la huella de carbono del fondo (medida en los alcances 1, 2 y 3). Además, refleja que el plan de recuperación verde de la UE, que asciende a 750.000 millones de euros, podría ayudar a la economía a reponerse de la pandemia haciendo la transición hacia las energías verdes.
“Esto revitalizaría la economía y protegería el empleo, además de contribuir a alcanzar el objetivo de 1,5 grados del Acuerdo de París”, destaca. Para conseguirlo, el IPCC calcula que se necesita una reducción de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero del 6% anual entre 2020 y 2030.
El equipo del fondo también ha realizado un análisis adicional para entender las emisiones que pueden evitarse utilizando las tecnologías actuales. Concretamente, el sector eólico y el solar realizan una importante contribución a las emisiones potencialmente evitables. Mientras, DNB AM considera que podría sorprender que el sector de los materiales se sitúa justo detrás. Este todavía no ha recibido la misma financiación ESG que otros sectores y, debido a la intensidad de las emisiones de carbono que intervienen en la producción de materiales, las empresas del sector no han sido un foco de atención para los inversores concienciados con el medioambiente.
“Sin embargo, los materiales fabricados por las empresas en las que invierte el fondo son cruciales para la transformación del sistema energético. Además, este sector es clave por su contribución a la eficiencia y el reciclaje de recursos”, afirma.
Caso práctico: AMG Advanced Metallurgical Group
Esta empresa produce metales y minerales especializados de alta tecnología y suministra sistemas de horno de vacío y servicios para los mercados finales del transporte, las infraestructuras, la energía y los metales y productos químicos especializados. Según la gestora, AMG ofrece soluciones de gestión del reciclaje en el sector de los metales y la minería que contribuyen considerablemente a reducir las emisiones. “Los ahorros generados posibilitan un fuerte impulso a la inversión”, añade al destacar que estas contribuciones relativamente indirectas a las emisiones están suscitando un interés cada vez mayor entre los inversores.
Asimismo, apunta que la empresa se encuentra actualmente inmersa en el proceso de ampliar de forma considerable su compromiso con el reciclaje del vanadio presente en catalizadores usados y las operaciones de post-procesado de litio, lo que generará un crecimiento sólido durante los próximos años. El informe completo sobre la evaluación de las emisiones potencialmente evitables y el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU se encuentra publicado aquí.