La economía mundial se enfrenta a un conjunto de graves riesgos. DNB Asset Management advierte en un análisis de que el declive del crecimiento respecto a 2019 parece inevitable, mientras que un número cada vez mayor de empresas está rebajando sus previsiones para el año en curso. Al mismo tiempo, las últimas medidas de política monetaria tomadas por los principales bancos centrales, como la Reserva Federal estadounidense y el Banco de Inglaterra, indican que los tipos de interés probablemente se mantendrán en niveles ultrabajos en el futuro inmediato. Este frágil entorno de mercado requiere una mayor cautela por parte de los inversores a corto y medio plazo.
Para la gestora, una región que está bien posicionada para afrontar estos retos son los países nórdicos. Incluso en la fase crítica posterior a la crisis económica y financiera de 2008, Suecia y Noruega fueron capaces de demostrar su fortaleza y desvincularse del crecimiento más débil de la zona euro. “Los países nórdicos se caracterizan por unos bajos niveles de deuda en relación a su PIB y unas finanzas públicas saneadas, a lo que hay que sumar su voluntad declarada de utilizar la política presupuestaria para contrarrestar una posible desaceleración”, señala. También contribuyen un elevado nivel educativo, unas infraestructuras bien desarrolladas, una baja desigualdad de renta, unas instituciones sólidas y una amplia red de protección social.
Además, según DNB Asset Managment, las economías de estos países cuentan con trabajadores cualificados y empresas con un fuerte componente tecnológico, y se encuentran a la vanguardia de la innovación y la eficiencia en todo el mundo. “Todo ello se ve reforzado por la flexibilidad de los países nórdicos para adaptarse rápidamente a un entorno cambiante”. Por último, la región está acrecentando su importancia gracias a su alto grado de diversificación. Al describir sus economías pequeñas, pero muy abiertas, los expertos ya hablan de una “economía mundial en miniatura”.
Estos factores se reflejan en una rentabilidad considerablemente superior frente a la mayoría de regiones. Por ejemplo, las bolsas de Dinamarca, Suecia, Noruega y Finlandia han registrado una revalorización media anual del 13% desde 1970, mientras que los valores de EE.UU. y Europa únicamente han ganado un 10% anual.
DNB Asset Management, filial del grupo cotizado DNB, se define como una de las gestoras de activos más grandes y exitosas de la región escandinava. DNB es el mayor banco de Noruega y el 34% de sus acciones está en manos del estado noruego. Recientemente, DNB Asset Management fue elegida como la mejor gestora en un ranking elaborado por inversores profesionales de todo el mundo a través de la plataforma de calificación de fondos SharingAlpha. El universo de SharingAlpha está formado por más de 12.000 miembros de 75 países, de los cuales al menos 2.000 son expertos acreditados que evalúan fondos y empresas según criterios como los profesionales, los precios y las carteras. En un análisis realizado por la agencia de calificación Morningstar, en 2018 el DNB Technology Fund se situó a la cabeza de 48.000 fondos atendiendo a la rentabilidad a diez años.
Dirección estratégica estable
Con oficinas en Oslo, Bergen y Luxemburgo, DNB Asset Management gestiona más de 61.000 millones de euros en renta fija, renta variable, inmuebles, fondos de inversión libre, estrategias de capital riesgo y fondos temáticos en nombre de clientes institucionales y privados. Sus productos abarcan inversiones en bonos y acciones de los países nórdicos, estrategias sectoriales y temáticas, y estrategias neutrales al mercado.
Como entidad pionera en la inversión con criterios medioambientales, sociales y de buen gobierno, DNB Asset Management aplica un estricto enfoque ASG a todas las estrategias. Desde la creación del primer fondo sostenible –el DNB Grönt Norden, en 1989-, las tres dimensiones que conforman la inversión ASG (el medioambiente, la responsabilidad social y el gobierno corporativo) han estado integradas en todos los procesos de inversión. “Eso significa que todas las inversiones deben ser acordes con los criterios establecidos por el responsable de la plataforma de sostenibilidad. Si una acción queda excluida, ya no se puede invertir en ella”, destaca la gestora.
Para afrontar los desafíos previstos de la mejor forma posible, hace hincapié en que cada vez será más importante contar con soluciones flexibles para los clientes y una gestión activa. “A la vista del entorno de alta volatilidad y bajos tipos de interés, por un lado, tratamos de seguir nuestro propio camino, pero, por otro, contamos con una dirección estratégica estable que no pierde de vista nuestras metas, incluso cuando se producen reveses”. La brecha entre los activos ponderados por riesgos y la liquidez se ha ampliado hace tiempo y se dispone de reservas de liquidez para aprovechar los puntos de entrada. En esta coyuntura, DNB Asset Management considera que los reveses son oportunidades.