El dólar y euro han sido grandes protagonistas este año, pero ¿qué pasa con las divisas de los mercados emergentes? Según el último informe de Ebury, fintech especializada en pagos internacionales e intercambio de divisas, el real brasileño es y será la moneda con mejor comportamiento entre las emergentes.
Si analizamos el mercado de divisas emergentes en este último año, se observa que la mayoría han perdido terreno frente al dólar estadounidense, que se ha fortalecido desde junio. “Casi todos los principales bancos centrales del mundo han subido los tipos de interés a un ritmo muy agresivo en los últimos meses con el fin de frenar una altísima inflación, la cual ha hecho aumentar las preocupaciones por una posible recesión. Esto ha generado un entorno difícil para las divisas de los mercados emergentes”, explican Enrique Díaz-Alvarez, Matthew Ryan, Roman Ziruk, Itsaso Apezteguia y Eduardo Moutinho, autores del informe de Ebury.
En este sentido señalan que los dos principales índices que utilizan para analizar estas monedas, el de JP Morgan y el MSCI, han caído de forma relativamente marcada desde el verano. El segundo de ellos, en el que las divisas de los BRICS ponderan más de la mitad, ha caído aproximadamente un 7% desde principios de junio y un 9% en lo que va de año. Y el de JP Morgan, que se enfoca menos en Asia, se ha comportado algo mejor, aunque ha caído en torno a un 7% desde el comienzo del año. Sin embargo, al igual que en nuestro último informe de junio, la mayoría de estas divisas han tenido un mejor rendimiento frente al dólar que sus homólogas del G10: el índice del dólar ha subido un 16% en lo que va de año”, indican.
Según reflejan en su informe, el buen comportamiento general de las divisas de los mercados emergentes principalmente a dos factores: por un lado, la mayoría de bancos centrales de los países emergentes han subido los tipos de interés a un ritmo más agresivo que los principales bancos centrales durante ese tiempo, encabezados por entidades como el Banco Central de Brasil (BCB); por otro, los precios de las materias primas han bajado desde junio (lo que puede explicar en parte la magnitud de la venta de activos de los mercados emergentes), aunque el índice de precios de las materias primas del CRB sigue cotizando aproximadamente un 20% por encima de lo que lo hacía a principios de año.
Los protagonistas
Aparte del rublo ruso, que está excluido de sus análisis de los países BRICS hasta nuevo aviso, el real brasileño ha seguido siendo la moneda que mejor se ha comportado entre las emergentes. “Lo atribuimos en parte al agresivo ciclo de endurecimiento llevado a cabo por el BCB y a los sólidos fundamentos macroeconómicos de Brasil. Las tres divisas restantes de los BRICS que se cubren en este informe han caído un 10% o más frente al dólar estadounidense en lo que va de año”, apuntan en el informe.
En este sentido, los expertos de Ebury se mantienen optimistas con los sólidos fundamentos macroeconómicos de Brasil, y creen que deberían seguir proporcionando un buen respaldo al real. Según argumentan, las reservas de divisas siguen siendo elevadas y actualmente equivalen a unos 12 meses de importaciones. En su opinión, “tanto los elevados precios de las materias primas como los altos tipos de interés reales positivos, un nivel todavía amplio de reservas de divisas y unos términos comerciales elevados, deberían permitir que el BRL siga registrando ganancias frente al dólar estadounidense a lo largo de 2023”.
Respecto a la rupia, los analistas de Ebury se mantienen relativamente neutrales, aunque creen que está bien situada para repuntar desde los niveles actuales frente al dólar estadounidense. Según explican, la estrategia más agresiva del Banco de la Reserva de la India (RBI) en cuanto al endurecimiento de la política monetaria debería favorecer a la rupia. “Es importante destacar que el RBI parece tener margen para seguir interviniendo en el mercado de divisas y mantener la rupia dentro de un rango más estrecho que muchos de los otros bancos, y más o menos estable en términos trade-weighted. Seguimos esperando que la rupia se aprecie frente al dólar según nuestras previsiones, aunque recientemente hemos rebajado nuestras proyecciones sobre la rupia ante el deterioro de los fundamentos macroeconómicos del país y el aumento de la preocupación por la recesión mundial”, reconocen.
Por último, destacan que, de forma poco habitual, el yuan chino ha sido una de las divisas con peor rendimiento. Según explican, “esto se debe sobre todo a la política china de cero COVID, que sigue lastrando la actividad económica, y a la preocupación por la actual crisis inmobiliaria que vive el país”.
En términos generales, el informe mantiene una opinión generalmente positiva sobre la mayoría de monedas de los BRICS que se analizan en este informe frente al dólar. “Creemos que la mayoría se recuperará de niveles muy débiles y, en algunos casos, infravalorados, una vez que la Reserva Federal comience a poner fin a su ciclo de endurecimiento a principios de 2023. También observamos que en esta ocasión las economías de los países BRICS que se cubren en este informe se encuentran en una posición mucho más sólida que en la que se encontraban en los anteriores ciclos de de endurecimiento de la Reserva Federal. Esta situación se caracteriza por unos niveles de deuda externa comparativamente bajos, unas reservas de divisas suficientes (en relación con los meses de cobertura de las importaciones) y unos saldos por cuenta corriente sólidos. Sin embargo, la amenaza de una desaceleración de la actividad económica a nivel mundial, impulsada en gran medida por una elevada inflación que aún no ha alcanzado su punto máximo en muchos casos, representa un importante riesgo para esta opinión”, concluyen los analistas en su informe.