Los dividendos mundiales ascendieron a 218.700 millones de dólares en el primer trimestre, lo que refleja una tasa de crecimiento subyacente del 5,4% interanual según el último Global Dividend Index de Janus Henderson. Estamos ante el incremento subyacente más rápido desde finales de 2015, que pone de manifiesto la ágil transmisión de la aceleración de la economía mundial a los beneficios empresariales.
El crecimiento de los dividendos se mostró sólido en la mayoría de los sectores y en todas las zonas geográficas salvo en Europa, donde las empresas que realizan distribuciones en el primer trimestre son demasiado escasas como para esbozar una tendencia. A pesar del fuerte crecimiento subyacente en la remuneración al accionista, los dividendos extraordinarios, caracterizados por su volatilidad, cayeron en picado tras alcanzar niveles casi récord en el primer trimestre de 2016, por lo que en base general el importe total distribuido a escala global en el trimestre inaugural cayó un 0,3% interanual.
El descenso de los dividendos extraordinarios fue especialmente pronunciado en EE.UU., donde cayeron 7.000 millones de dólares en base interanual. Esto fue suficiente como para lastrar el total de dividendos distribuidos en el país un 0,7%, hasta 106.900 millones de dólares, lo que empañó el repunte del 5,3% en la tasa de crecimiento subyacente de los repartos en EE.UU. que revirtió la marcada ralentización que se había perpetuado durante todo 2016.
El sector bancario estadounidense, que solía ser la principal fuente de dividendos del país antes de la crisis financiera, ha vuelto a incrementar drásticamente la remuneración al accionista y está acortando distancia con el sector petrolero, que lleva luchando contra la caída de los precios del crudo los últimos dos años. Las distribuciones de dividendos en EE.UU. son más homogéneas que en otras partes del mundo, por lo que las firmas de este país han representado un porcentaje desproporcionadamente elevado en los repartos mundiales durante el primer trimestre.
En el mismo periodo del ejercicio anterior, también asistimos a abultados dividendos extraordinarios en Hong Kong, Singapur y Australia. Estos han sido muy inferiores este año y han lastrado los dividendos de la región Asia-Pacífico (excl. Japón) un 2,8% interanual en base general. Tras descontar los dividendos extraordinarios y demás factores secundarios, los repartos aumentaron un nada desdeñable 14,6% en tasa subyacente. Destacan en concreto las sólidas cifras arrojadas por Australia: todas las empresas de este país incluidas en el índice de Janus Henderson mantuvieron o incrementaron su remuneración al accionista.
Los dividendos australianos totales aumentaron un 30,6% interanual, impulsados por la recuperación de BHP Billiton. En Hong Kong, más allá de la volatilidad de los dividendos extraordinarios, los repartos regulares aumentaron un 2,9%, mientras que Singapur se anotó un crecimiento subyacente del 20% gracias sobre todo al fabricante de semiconductores Broadcom, que duplicó su dividendo en tasa interanual.
En Europa, a la espera del segundo trimestre
El primer trimestre es relativamente poco importante en Europa, dado que la mayoría de empresas europeas suelen abonar dividendos una vez al año exclusivamente y lo hacen en el segundo trimestre. Los dividendos británicos cayeron un 5,3% interanual en tasa general en dólares, lastrados por la debilidad de la libra esterlina. No obstante, después de tener en cuenta la depreciación de la libra y demás factores, el crecimiento subyacente fue del 7,1%. La mitad de esta alza se debe a un aumento inesperadamente cuantioso del dividendo del grupo minero BHP Billiton, que ahora se beneficia de una revalorización de los precios de las materias primas tras haber recortado su remuneración al accionista en 2016.
En el universo emergente, pese al aumento de los precios de las materias primas y los indicios de estabilización en las economías emergentes, el crecimiento de los dividendos fue irregular y mostró una gran dependencia de Rusia, donde las distribuciones de dividendos son bastante irregulares e impredecibles. Estos cayeron en la India, Brasil y Sudáfrica, en base subyacente. Casi ninguna empresa china distribuye dividendos en el primer trimestre.
Revisión al alza para el conjunto del año
La mejora progresiva del panorama económico mundial para 2017 ha llevado a Janus Henderson a revisar al alza su previsión de dividendos. En términos subyacentes, el equipo de Global Equity Income prevé actualmente un crecimiento anual del 3,9% (frente al 3,2% de enero), con un crecimiento general de los repartos del 1,5% (frente al 0,3% anterior). El mayor avance en tasa general refleja una modesta reversión de la fortaleza del dólar estadounidense este año. La revisión al alza de 18.000 millones de dólares sitúa la previsión global en 1,176 billones de dólares.
Alex Crooke, responsable de Global Equity Income en Janus Henderson, comenta que «2017 ha comenzado con un tono realmente esperanzador para los inversores centrados en la percepción de rentas periódicas, al menos, si miramos más allá de los dividendos extraordinarios. El crecimiento fue generalizado en numerosos sectores y países. Las perspectivas para la economía mundial parecen mejor orientadas ahora que en cualquier momento de los últimos años. Esto implica que las empresas pueden incrementar sus beneficios y sus dividendos a un ritmo más rápido. En este momento, el repunte se está materializando más rápido de lo que preveíamos, y también con mayor solidez, por lo que revisamos ligeramente al alza nuestra previsión para el ejercicio a pesar del desplome de los dividendos extraordinarios en el primer trimestre. Y lo que es más importante, la ligera depreciación del dólar hace que el alentador crecimiento de los dividendos en tasa subyacente a escala mundial no se vea tan lastrado por el cambio de divisa al convertirlos a dólares».