MSCI echó un jarro de agua fría a las expectativas de los mercados y del gobierno argentino, que esperaba recuperar la categorización de “emergente”. MSCI mantuvo al país como “mercado de frontera”, situación existente desde 2009.
MSCI señaló como positivos los cambios recientes en la economía argentina:»desde diciembre de 2015 por el Banco Central Argentino que abolió las restricciones cambiarias y los controles de capital que habían estado en vigor en los últimos años. Esos cambios dieron como resultado entre otras cosas: «1) una moneda flotante; 2) la eliminación de los límites de reservas líquidas y repatriación de mensual que afectaban al mercado de títulos y 3), la eliminación de las trabas para la entrada y salida de inversión de capital», informó el banco en una nota.
Pero los analistas de MSCI consideran que la “irreversibilidad de los cambios recientes todavía debe ser evaluada».
Argentina celebra este año elecciones de medio mandato, unos comicios que podrían tener impacto en la gobernabilidad del país.
Jonatan Kon Oppel, director de Inversiones y Gestión, consideró que «la decisión de mantener a Argentina en revisión para ser mercado emergente deja claro que si bien el país logró hacer cambios importantes en materia de políticas económicas, la sostenibilidad de estos cambios es tan importante como las políticas en si mismas».
El analista añadió que «falta poco para las elecciones y al gobierno aún le faltan bancas en el Congreso para realizar los cambios estructurales que necesita.»
La bolsa argentina vivió una jornada negra como consecuencia de la decisión de MSCI. El dólar llegó a superar la cifra récord de 16 pesos argentinos. El desplome bursátil afecto a las empresas chilenas cotizadas en la bolsa argentina.
Los valores argentinos también retrocedieron en Wall Street, la estatal petrora YPF se vio especialmente afectada.
MSCI anunció que la calificación argentina volverá a ser revisada en 2018.