Con el paso de las semanas y con el nuevo gobierno en Reino Unido, el Brexit comienza a verse desde una perspectiva distinta. Estos son para los expertos de Banque de Luxembourg Investments, la gestora de fondos del Banco de Luxemburgo, los diez factores que no hay que perder de vista:
1.- El impacto político de la salida de la UE del Reino Unido es mucho mayor que el impacto económico.
2.- Un comentario rápido sobre un evento que tiene pocos precedentes históricos se puede calificar esencialmente como especulación y no debería influir en una estrategia orientada a las inversiones a largo plazo.
3.- La mayoría de comentaristas se han centrado en el lado pesimista del evento (una mayor volatilidad y un aumento del riesgo de recesión). El lado optimista sería que ver que el Brexit actúa como un elemento de cambio para la UE, que podría conducir reformas estructurales y en última instancia, a reducir la UE a una zona de libre comercio.
4.- La reacción inicial de los mercados financieros fue lo que podría esperarse: los rendimientos de los bonos soberanos cayeron, la libra se ha depreciado, las cotizaciones bursátiles han retrocedido y los precios de los valores refugio se han incrementado.
5.- Dado que la incertidumbre política sigue siendo alta y los riesgos políticos están sesgados a la baja, la deuda pública y los valores refugio permanecerán bien respaldados.
6.- El Brexit proporciona una excusa para una mayor flexibilización monetaria que debería limitar las caídas en las bolsas.
7.- En un entorno que se caracterice por una incertidumbre prolongada, los inversores valoran la calidad y la visibilidad. Dentro de los mercados de renta variable, estos atributos generalmente no se encuentran dentro de los sectores muy cíclicos o dentro del sector financiero.
8.- La fijación de precios de los activos financieros en el sur de Europa depende de manera crítica de la credibilidad de la Unión Monetaria. Estos activos serían los principales perdedores en el caso de que aumeten el riesgo de una ruptura de la zona euro.
9.- Asia, por otro lado podría beneficiarse de un ciclo de ajuste monetario de Estados Unidos menos agresivo.
10.- A más largo plazo, el Brexit refleja una creciente y arraigada tendencia anti-sistema fundamentada en la desigualdad de ingresos y en la pérdida de confianza en las instituciones (políticas, así como monetaria). Esto no es favorable para las bolsas, dado que el capital se ha beneficiado enormemente de lo que esto representa: el libre comercio, la desregulación, la globalización y la inmigración. Las valoraciones bursátiles no reflejan esto.