Deutsche Bank considera que es hora de “enfrentarse a la realidad” en 2018. Los retornos serán probablemente positivos, pero más bajos que en 2017, y con niveles elevados de volatilidad.
“Tengo la firme convicción de que hay que invertir y seguir invirtiendo”, asegura Christian Nolting, director de Inversiones Global para Deutsche Bank Wealth Management, “pero creo que debemos ser realistas sobre lo que es posible e intentar evitar en todo momento caer en la complacencia; un riesgo potencial en el próximo año”.
Pese a este realismo, Nolting es optimista y reconoce que, al final 2017 ha resultado ser un buen año para los inversores. Acaba un año con un crecimiento mundial sincronizado, lo que se ha reflejado en unas sólidas rentabilidades de los activos más arriesgados. Al mismo tiempo, los inversores se han acostumbrado a unos niveles de volatilidad bajos.
“De cara a 2018, es probable que los niveles de crecimiento del PIB se mantengan similares a los del 2017, y que los activos de riesgo continúen revalorizándose. No obstante, no hay que suponer que el continuo crecimiento económico implique unos niveles de rentabilidad de inversión tan elevados como en 2017, ni que estas rentabilidades se repitan a lo largo del próximo año. En pocas palabras, es necesario realizar un contraste de la realidad dentro del entorno de inversión”, afirma.
En su opinión, gestores e inversores deben estar preparados para unos mayores niveles de volatilidad. “Nuestro escenario macroeconómico principal es que el crecimiento se impondrá a la geopolítica, pero merece la pena considerar algunos escenarios de riesgo alternativos y lo que podrían suponer. La política no será el único riesgo a tener en cuenta y también habrá que estar atentos a la inflación, por ejemplo”, explica Nolting.
Entre los temas más importantes para el 2018, destaca las consecuencias que tenga la transición de los bancos centrales; dado el entorno de esfuerzos para volver a una política monetaria más tradicional que se vivirá. Según apunta, “creemos que van a actuar con mucha cautela y que se evitará afectar a las principales clases de activos. Sin embargo, incluso una leve retirada de las políticas de apoyo podría afectar a las rentabilidades de algunas clases de activo. Por ello, recomendaríamos poner el foco en la renta fija: debemos enfocarnos en cada segmento de esta clase de activo y formarnos una opinión realista sobre lo que es posible”.
Las 10 claves del año
Para tener una radiografía de lo que son las perspectivas de Deutsche Bank para 2018, Nolting apunta 10 temas clave:
- Persona precavida vale por dos: se deberá estar preparado para hacer frente a la volatilidad y otros peligros.
- El crecimiento se impondrá a la geopolítica: la dinámica de crecimiento tendrá más protagonismo que la política.
- Transición de los bancos centrales: una paulatina reducción de las compras de activos podría tener un impacto sobre el retorno de distintas inversiones.
- La renta fija en el foco: algunos títulos de esta clase de activos tendrán un mejor rendimiento que otros.
- Queda algo de oxígeno para la renta variable: ganancias modestas respecto a los niveles actuales, si los beneficios cumplen.
- El “nuevo” mercado de renta variable emergente asiática: mayor rentabilidad apoyada por las valoraciones y el sector tecnológico.
- Explorar inversiones alternativas: las menores expectativas de encontrar buenas oportunidades deberían llevar a explorar inversiones alternativas.
- Motores dinámicos de los tipos de cambios: distintos factores tendrán impacto en los tipos de cambio en 2018.
- Petróleo, un déjà vu: el potencial de crecimiento de la producción estadounidense mantendrá el nivel de los precios estable.
- Las temáticas del mañana, contadas hoy: este año se añaden dos temas más a tener en cuenta a largo plazo: la movilidad inteligente y la inteligencia artificial (IA).