Lograr una rentabilidad aceptable invirtiendo en deuda europea se ha convertido en una de las metas más complicadas de alcanzar para los inversores. Sin embargo, los expertos de Lazard Frères Gestion ven una oportunidad, tomando más riesgo, en la deuda subordinada financiera, ya que “el entorno actual es mucho más positivo para los bancos y las compañías de seguros en Europa debido a la recuperación macroeconómica, el aumento de los tipos y la mayor claridad en la regulación”, justifica François Lavier, gestor del fondo Objectif Credit de la gestora.
Precisamente, en el mes de junio el fondo gestionado por Lavier fue uno de los mejores de renta fija comercializados en España dentro del grupo de fondos de inversión con un patrimonio igual o superior a 100 millones de euros. En junio finalizó el mes con una rentabilidad del 0,51% y en lo que va de año acumula un rendimiento del 6,57%, porcentaje que prácticamente dobla en los últimos doce meses. Con ello, el fondo está cumpliendo con las previsiones de rentabilidad que la gestora manejaba a comienzos de año para este producto (rentabilidad para el 2017 entre el 4% y el 7% y horquilla de rentabilidad entre el 5% y el 10%).
La estrategia se basa en la gestión activa de la cartera, que se invierte fundamentalmente en títulos de deuda subordinada (un tipo de deuda más arriesgada que la deuda sénior/garantizada). Dentro del universo de la deuda, el gestor francés encuentra más valor en emisiones de categoría AT1 (CoCos) con calificaciones A y AA, especialmente en Reino Unido y Francia.
“Creemos que la deuda financiera híbrida/subordinada está en gran parte infrarrepresentadas en la asignación de activos de los grandes inversores. Con fundamentales mejorando para el sector financiero, valoraciones todavía baratas y la demanda de los inversores que sin duda continuará, creemos que 2017 será un año muy bueno para este segmento”, argumenta su inversión Lavier.
Cabe destacar que el fondo Objectif Credit Fi no se ha visto afectado por los procesos de venta y liquidación de entidades bancarias europeas, como Banco Popular, Popolare di Vicenza, Veneto Banca y Monte dei Paschi. Lavier explica que evitó invertir en deuda de estas entidades porque “no nos convencían sus balances y nunca nos adherimos al discurso ni la estrategia de sus directivas”.