En opinión de Lazard Asset Management, los activos financieros en general no están baratos ni en relación con sus medias históricas ni en términos absolutos. Por ello, consideran que la selección de activos será fundamental para generar rendimientos en los próximos años, a medida que se normalice el crecimiento mundial y que el “dinero fácil” de los rallies de mercado de los últimos años sea más difícil de conseguir.
En este escenario, la gestora considera a la renta fija como la clase de activo menos atractivo, con la excepción de la deuda de los mercados emergentes. Y es que en comparación, las valoraciones de las bolsas son altas, pero más atractivas que la deuda.
“Dentro de la renta fija, somos particularmente negativos en deuda soberana de los mercados desarrollados. En la zona del euro, por ejemplo, los rendimientos nominales son negativos en el 50% de los bonos de gobierno, lo que significa que, en muchos casos, se garantiza que los inversores perderán dinero al invertir en estos activos. En términos reales, una gran mayoría de la deuda pública de la zona euro tiene un rendimiento negativo”, señala Ron Temple, director de renta variable de Estados Unidos de Lazard Asset Management.
Temple explica que los rendimientos de los bonos del Tesoro de Estados Unidos son más altos, pero eso se mide en comparación con una barra extraordinariamente baja. “Con un IPC subyacente en Estados Unidos oscilando entre el 1,7% y el 2,3% en el último año, el rendimiento real de un bono del Tesoro a 10 años apenas ha sido positivo”, matiza.
La visión negativa de la gestora sobre la deuda soberana de los mercados desarrollados considera, no es solo es sobre los rendimientos actuales sino también sobre la expectativa de que el extremo largo de la curva se venderá durante los próximos 6 a 12 meses, a medida que el BCE reduzca las compras de activos, la Fed continúe normalizando su política y la economía mundial siga siendo resistente, elevando las expectativas de inflación y difuminando las preocupaciones negativas persistentes.
Mirando más allá de los mercados desarrollados, “vemos que la deuda soberana de los mercados emergentes es particularmente atractiva con un rendimiento superior al 6%. A la luz de las reformas estructurales desde el Taper Tantrum de 2013, vemos sólidos rendimientos relativos y absolutos además de sus beneficios de diversificación”, afirma Temple.
Oportunidades en renta variable
En su opinión, en el mercado de renta variable, las valoraciones presentan primas por encima de sus niveles históricos. Utilizando la relación entre la medina de los últimos 10 años / PER como punto de referencia para cada mercado, Temple comparte las siguientes conclusiones:
- El índice S&P 500 cotiza con una prima de 4 veces en relación con su promedio histórico. Esta valoración es incómoda, pero también cree que Estados Unidos todavía tiene opciones de seguir subiendo entre un 10% y un 15% con la reforma fiscal.
- El índice MSCI Europe cotiza con una prima de 3,2x en relación con el promedio histórico. La gestora considera que hay espacio para la recuperación de beneficios que en Estados Unidos, pero también reconoce que las perspectivas de crecimiento futuro son menos convincentes, ya que Europa carece de una exposición significativa al sector de la tecnología, un impulsor clave de la innovación. La tecnología comprende el 24% del índice S&P 500 frente a solo el 5% del índice MSCI Europe.
- El índice MSCI Emerging Markets cotiza con una prima de 2x, exigente, pero menos extrema en relación con su promedio histórico. Temple observa más beneficios al alza en los mercados emergentes, ya que los años de altos gastos de capital que deprimen los retornos ahora comienzan a generar rendimientos. “El desafío con los mercados emergentes es que esta etiqueta se aplica a una amplia y diversa gama de economías y empresas”, afirma.
- El índice MSCI Japan es el único de los principales índices mundiales que no cotiza con una sustancial prima –sólo de 0.3x P / E mediana de 10 años–. Considera que las empresas japonesas aún tienen un amplio margen para mejorar sus rendimientos, ya que el contexto macroeconómico ha mejorado y las reformas de gobierno corporativo de los últimos años han posicionado a muchas compañías para aumentar sus beneficios.
A pesar de las primas de valoración de estos mercados, la gestora siendo positiva con la renta variable debido a que los aumentos de beneficios probablemente excedan el 10% para todos los principales mercados en los próximos 12 meses.