El último trimestre el índice JPM GBI-EM Global Diversified de deuda de mercados emergentes en moneda local ha subido un 2,7% en dólares, con una revalorización de los bonos, mientras las divisas se debilitaban un 0,5%, en un período volátil debido al referéndum del Brexit, las posturas más conciliadoras de los bancos centrales en los países desarrollados y la menor rentabilidad a vencimiento de la deuda del Tesoro de EE.UU. a diez años.
Según las consideraciones de Simon Lue-Fong, director de deuda emergente de Pictet AM, hace diez años la deuda de mercados emergentes experimentaba ciclos de caídas seguidos de rallies, pero de corta duración. Actualmente, sin embargo, la deuda emergente en moneda local lleva tres años bajistas. Muchos inversores han entrado demasiado temprano y están frustrados. De todas formas, las denominaciones en dólares no han registrado más de un año seguido de caídas.
En este período Pictet AM ha identificado los principales factores macroeconómicos responsables de las bajadas de las monedas y con ello de las rentabilidades, siendo consistentes cuando muchas personas han malentendido o ignorado las señales. Efectivamente, la debilidad se debe a un crecimiento económico inusualmente bajo. Entre 1990 y principios de 2012 estas economías crecían por debajo de la tendencia de dos a seis trimestres. Pero ahora llevan por debajo de potencial 15 trimestres consecutivos y, sin desencadenantes nacionales o globales, Simon Lue-Fong no ve fortaleza a corto plazo. El estímulo monetario o fiscal está limitado y sus monedas están llevando el peso del ajuste. Su demanda interna ya es relativamente sólida, así que la solución está en el exterior.
En concreto hay que prestar especial atención a las exportaciones nominales, que aún no se han recuperado desde la segunda mitad de 2011 y están altamente correlacionadas con el crecimiento de su PIB y sus divisas. Antes, cuando la economía EE.UU. aflojaba, el relevo lo tomaban Europa o Japón y recientemente China. Pero ahora, mientras Europa tiene sus propios problemas económicos, Japón ha fracasado en sus esfuerzos de recuperación durante 25 años. Por su parte las autoridades de China buscan disminuir gradualmente el crecimiento para reequilibrar su economía y no hay ninguna «nueva China» en el horizonte. No puede ser Brasil, ni tampoco India, que lucha con demasiados obstáculos burocráticos.
Más cerca del final del ciclo bajista de deuda emergente
Hay que tener en cuenta que las crisis de emergentes de los años 80 y 90 terminaron en gran parte cuando se suscribieron acuerdos con el Fondo Monetario Internacional o Washington. Entonces estos países comenzaron a gestionar mejor sus presupuestos fiscales, con bancos centrales independientes y objetivos de inflación. Pero, tras la crisis financiera global en 2008 se consideró que los emergentes salvarían al mundo y en algunos casos los inversores fueron demasiado alcistas y los últimos años ha bajado la euforia respecto a Brasil, Sudáfrica y Turquía. De todas formas, muchos emergentes han hecho lo correcto, permitiendo que sus divisas floten y afronten el peso del ajuste. Puede no ser suficiente, pero cuando estas monedas bajan por debajo de valor razonable hay oportunidad y actualmente están 25% infravaloradas.
Además en la reunión de Shanghai de febrero del G20 los ministros de finanzas reconocieron que las principales economías no pueden devaluar sus monedas al mismo tiempo, lo que provocó rally de monedas emergentes hasta finales de abril. Más recientemente la Reserva Federal se ha vuelto más acomodaticia, facilitando las cosas a los bancos centrales de emergentes, preocupados por mantener el ritmo de aumento de tipos de interés de EEUU y mantener el diferencial de rentabilidad a vencimiento de su deuda para atraer inversión. De hecho, el máximo en deuda en moneda local de emergentes se produjo en mayo de 2013, antes que la Reserva Federal anunciara que iba a empezar a reducir su programa de expansión cuantitativa.
En Pictet AM mantienen una posición cautelosa, pues los emergentes pueden tener que recurrir a herramientas de política menos ortodoxas para estimular exportaciones y crecimiento. “Estamos más cerca del final de este ciclo y hay oportunidades, si bien la diferenciación es crucial y probablemente va a seguir siendo una característica fundamental de nuestra inversión” comenta Simon Lue-Fong.
Oportunidades en América Latina
En Asia suroriental hay mercados interesantes, como Vietnam, aunque no está en el índice y su deuda negociable es de poco volumen. Ha solucionado gran parte de sus problemas de crédito, bancos y vivienda. Además, la deuda de Malasia esta barata tras el escándalo de su fondo de inversiones estatal, investigado por presunta corrupción. De todas formas, la región en conjunto muestra baja rentabilidad a vencimiento por ser inversión más segura.
En América Latina ha habido mucha turbulencia política los últimos años, lo que crea oportunidades. El nuevo gobierno de Argentina, técnicamente competente, está decidido a llevar la inflación desde 40% al 5% para finales de 2018 e incluso si se queda a mitad de camino será un gran éxito.
“Argentina no está en los índices de deuda emergente local, pero a principios de este año compramos algunas de sus letras del Tesoro. Es arriesgado, pero cotizaba con rentabilidad del 38% y elevada demanda, generando revalorización de la moneda y obligando a su Gobierno a tratar de limitar las compras de extranjeros. Por su parte Brasil tiene problemas, pero puede estar encaminándose también a un gobierno tecnocrático. Además, Venezuela está peor, pero puede mejorar los próximos 18 meses. El caso es que la política monetaria en Latinoamérica ha cambiado poco, siguiendo a la Reserva Federal”, comenta Lue-Fong.
Más optimistas en monedas asiáticas
En Pictet AM son más optimistas en monedas asiáticas, pues su producción manufacturera y crecimiento son más estables, beneficiándose de los bajos precios de las materias primas. En tipos de interés locales, hay pocas oportunidades, principalmente en Asia, donde la política monetaria está en suspenso o ha adoptado sesgo expansivo. A diferencia de otros emergentes Asia está empezando a mostrar pequeñas mejoras en las exportaciones, aunque la desaceleración de China está teniendo efecto y no creen que haya alcanzado el punto de sobre-ponderar. Se mantienen cautelosos en monedas vulnerables vinculadas a materias primas, de economías de bajo crecimiento y déficits por cuenta corriente, sometidas a presión de calificación crediticia, como rand sudafricano y real brasileño. Cuando se alcance un punto de inflexión respaldado por fundamentales el peso mexicano y la rupia india -ambos con buenas perspectivas de crecimiento y reformas estructurales- pueden pasar a sobre-ponderar.
Perspectivas atractivas a largo plazo
No obstante las perspectivas a largo plazo siguen atractivas en comparación con otras clases de activos de renta fija. La deuda emergente tiende a aumentar de peso en las carteras, especialmente en un mundo donde están desapareciendo las rentabilidades a vencimiento en mercado desarrollados. Además, China es un mercado enorme y bien establecido de deuda local, aún no en los índices internacionales -Pictet AM dispone de acceso y puede invertir fuera del índice-. Una vez se incluya, pues las autoridades chinas dan los pasos para abrir su mercado offshore, atraerá inversión.