La quinta edición del Funds Society Investment Summit se celebró los pasados 21 y 22 de septiembre en el Monasterio de Santa María de Valbuena y contó con la participación de seis gestoras, que ofrecieron sus ideas de renta fija (M&G Investments, Man Group, Aegon AM y La Française AM), mientras Dunas Capital presentó su fondo multiactivo más flexible y ODDO BHF AM se centró en la renta variable temática, con las oportunidades que ofrece la inteligencia artificial.
En este segundo artículo, resumimos las ideas presentadas por La Française AM, ODDO BHF AM y Dunas Capital.
La Française AM: fondos a vencimiento que ayuden a captar las oportunidades en high yield
La renta fija ha sido indiscutible protagonista en este foro y La Française AM capitaliza esta oportunidad en sus fondos de deuda a vencimiento, presentados en el summit: “Quédense con la palabra oportunidad porque es la realidad, es lo que ofrece el mercado de bonos actualmente”, decía Reyes García-Reol, responsable de Desarrollo de Negocio de La Française Group en Iberia. “Vemos oportunidad en el mercado de crédito, sobre todo high yield, con cupones ahora más elevados. En 2024 esperamos volatilidad en los spreads, pero son esos momentos en los que vale la pena ir entrando poco a poco, pues es muy difícil hacer market timing. La idea es que hoy sí que estamos remunerados por ese riesgo que tomamos, que no era el caso hace tres años”, añadió.
La entidad presentó dos fondos de renta fija a vencimiento, carteras diversificadas, gestionadas activamente y con un enfoque en los fundamentales, apostando siempre por las geografías y sectores donde ven mejores ideas. El bancario es ahora uno de sus sectores favoritos, y el peso es fuerte en las carteras, gracias a la selección de un equipo especializado en deuda financiera. “Para clientes que quieran construir una cartera a 3-5 años, estos vehículos ofrecen diversificación y gestión profesional en un entorno macro donde puede haber incertidumbre”, resumió García-Reol.
En los últimos meses, el mercado se ha “inundado” de fondos a vencimiento, de rentabilidad objetivo, garantizados…. aprovechando las mayores rentabilidades fruto de las subidas de tipos. En La Française AM llevan dos décadas lanzando fondos a vencimiento, que ya suman 37 versiones con diferentes fórmulas –deuda gubernamental, crédito grado de inversión…- y que se caracterizan por contar con ventanas de comercialización muy amplias y por la ausencia de comisiones de suscripción y reembolso en ningún momento de la vida del fondo –las carteras, eso sí, se cierran a suscripciones en una determinada fecha-. A diferencia de otros del mercado, los fondos no se marcan una rentabilidad objetivo y cuentan con una gestión activa para evitar volatilidad y defaults. Es decir, funcionan como fondos normales de crédito, solo que cuentan con una fecha de vencimiento.
“Algunas de las razones para elegir un fondo a vencimiento son que se invierte a largo plazo, sorteando la volatilidad de los diferenciales; el riesgo de duración va decreciendo según pasa el tiempo; hay una gran diversificación en las carteras para limitar el impacto de los defaults; utilizamos un enfoque bottom-up para evitar estos últimos; invertimos de forma activa, con un turn over destacable; y la liquidez siempre está ahí (debido a la ausencia de comisiones de entrada o salida)”, corroboraba Victoire Dubrujeaud, gestora de los fondos high yield en La Française AM.
Las dos estrategias presentadas en el foro –una centrada en una cartera de deuda con bajo impacto en carbono y la otra en el mercado de high yield global- fueron lanzadas en 2019 e invierten en crédito con grado de inversión y high yield, con esa gestión activa y un peso potente en este último segmento. La Française Carbon Impact 2026 aúna dos de los expertises del grupo: los fondos a vencimiento y la inversión sostenible con la estrategia de impacto de carbono. Se trata de un fondo a vencimiento en 2026 que invierte en deuda con grado de inversión y high yield -con una exposición a este último segmento del 70%-. Por su parte, el fondo La Française Rendement Global 2028 es un fondo a vencimiento en 2028 que invierte en high yield global (EE.UU., Europa y mercados emergentes, invirtiendo solo en hard currency) y con una cartera muy diversificada, que cubre además el riesgo divisa.
En cuanto a la situación de los mercados, Dubrujeaud dibujó un entorno con positivas noticias macroeconómicas –con perspectivas de soft landing, que no de recesión, en EE.UU. y una inflación en proceso de relajación- y también en los fundamentales –empresas con necesidades de financiación limitadas en el corto plazo y con mucha liquidez sobre la mesa-. “Las ratios de defaults deberían subir moderadamente en los países desarrollados, ya que siguen en niveles históricamente bajos, pero no anticipamos un alza fuerte porque la liquidez es aún potente”, decía la gestora. En este contexto, ven claras oportunidades en high yield, aunque el punto de entrada no es fácil de establecer: «Una de las cuestiones más difíciles es establecer un buen punto de entrada en el mercado de bonos: tradicionalmente en high yield, da buenos resultados invertir antes de que llegue el pico de defaults”, indicó la experta. En su opinión, posiblemente aún tendremos defaults hasta finales de 2024 pero, en medio de la volatilidad, se irán creando atractivos puntos de entrada. “La oportunidad la ofrecerán los momentos de volatilidad, porque si esperas que todas las luces se pongan en verde, la mayoría de la rentabilidad ya se habrá hecho”, advirtió la gestora.
Por sectores, la apuesta es clara por los bancos: “Nos gustan mucho porque son un macro proxy –anticipan las mejoras macroeconómicas- y están sobrecapitalizados”, además de ofrecer atractivas rentabilidades y cupones. Los dos fondos presentados cuentan con altas posiciones en el sector financiero (de en torno al 33% en el de carbono y del 16% en el de high yield, a 31 de agosto de 2023). Eso sí, están fuera de los bancos regionales estadounidenses debido a la volatilidad que podría generar una nueva ronda de regulación bancaria tras el estrés sufrido en los últimos meses. “Posiblemente los bancos tier 2 de EE.UU. afrontarán regulación y volatilidad. No todos morirán, pues la Fed es consciente de que más subidas de tipos de interés están presionando a alguna parte de sus negocios. Pero la nueva ronda de regulación traerá volatilidad e incertidumbre. La crisis también podría impactar en Europa, con casos como el de Credit Suisse, que están llevando a una fuerte concentración en el sector”, analizó la gestora.
Inteligencia artificial: renta variable temática con gran potencial, con ODDO BHF AM
Aunque el actual es un entorno muy propicio para la renta fija, la renta variable sigue ofreciendo ideas muy interesantes. Así lo dejó claro Leonardo López, CAIA, Country Head Iberia & Latam de ODDO BHF AM, tras dibujar un escenario macroeconómico de aterrizaje suave y tipos tocando máximos. “Las previsiones de crecimiento se han revisado al alza en EE.UU., a la baja en China y permanecen estables en la eurozona, mientras el consumo crece más que la economía -sobre todo en EE.UU. y de forma más tímida en Europa debido a la crisis energética y al debilitamiento del crédito- y la inflación cae en China mientras en el resto de mercados se estabiliza en niveles cercanos a los objetivos de los bancos centrales. Estamos llegando al fin de las políticas monetarias agresivas, que todavía no han perturbado la liquidez bancaria pero podrían empezar a transmitirse a la economía. Así las cosas, nuestras perspectivas apuntan a un aterrizaje suave en EE.UU., una contracción de la actividad en algunos países de la eurozona y un crecimiento limitado en China, que tiene que crecer sin estímulos”. En el terreno monetario, la Fed podría haber marcado ya el fin de las subidas de tipos, que sin embargo se mantendrán altos durante bastante tiempo -con recortes que podrían tener que esperar a la segunda mitad de 2024 si la inflación baja del 2,5%-, mientras Europa afronta el riesgo de una última alza, aunque en general el BCE está alineada con la Fed, de forma que ven los tipos tocando máximos salvo que inflación dé sorpresas.
En este entorno, las convicciones de la gestora se centran también en la renta fija (principalmente en crédito high yield de duración baja, que ofrece un carry interesante para jugar), pero también en bonos con grado de inversión (donde queda por ganar en cuanto al estrechamiento de diferenciales). En renta variable, “un posicionamiento estratégico en inteligencia artificial y bienes de lujo es necesario para una cartera de largo y medio plazo. También nos gusta la renta variable europea: es hora de empezar a rotar hacia activos más defensivos”, defendía López.
Pero la gran idea presentada fue la inteligencia artificial. “La IA es una auténtica revolución en todas las industrias: es la quinta revolución industrial gracias a la IA generativa, y los datos son el nuevo petróleo de esta revolución. A día de hoy usamos el 1% de todos los datos que se generan en el planeta porque los sistemas analíticos no van más allá, pero la IA tiene esa potencia para captar y utilizar esos datos, y ha multiplicado sus capacidades por 3.000 en los últimos 10 años y las duplica cada tres meses. Es un mercado que se espera que crezca a una tasa anual constante del 19% hasta 2026”. Como ejemplo, López recordó que Chat GPT, que nació hace apenas un año, está llevando a la IA al momento iPhone, demostrando que es muy fácil de usar y mostrando solo la punta del iceberg, con la IA generativa evolucionando a la velocidad de la luz, en sistemas de texto, código… “En vídeo tal vez las películas lleguen a ser una prolongación de nuestros sueños”, aventuraba el experto.
Y, en este entorno, como inversores, tener exposición a la inteligencia artificial resulta prometedor. “Todavía no es tarde, estamos empezando…; además las valoraciones no están cerca de una situación de burbuja y estamos en vísperas de una auténtica revolución. Lo que es arriesgado es no estar invertido en inteligencia artificial; hay que estar invertidos de manera estructural”, defendió López. Para los que comparan la situación con estallido de la burbuja puntocom en el 2000, desde la entidad argumentan: hoy al frente de esta temática, a diferencia de lo ocurrido hace más de 20 años, hay compañías rentables, mega corporaciones con liquidez en sus bolsillos… y los tipos de interés están en un entorno de estabilización. “La situación no se parece para nada a la del 2000. Hay que estar invertidos de manera estructural en la temática”, zanjaba el experto.
En este contexto, la gestora presentó el fondo ODDO BHF Artificial Intelligence, un producto temático global lanzado en 2018, que utiliza la propia inteligencia artificial para invertir en las empresas más prometedoras que se benefician de la IA -no sólo valores tecnológicos relacionados con la IA, sino empresas de diversos sectores que integran la IA en su proceso interno, o que se benefician de ella-. En particular, ofrece exposición directa a subtemas como software, hardware, Internet media, atención sanitaria y valores cíclicos de inteligencia artificial… porque el ecosistema es amplio. Es un fondo artículo 9 bajo la clasificación SFDR, basándose en su estrategia de descarbonización (reducción del carbono del 30%). “Usamos la IA para complementar el talento de los gestores, con un claro objetivo de descarbonización y una exposición diversificada, porque la IA no es una tendencia tecnológica sino transversal a todos los sectores de la economía”, resumió López. Entre los sectores a los que tiene exposición el fondo actualmente se encuentran semiconductores, juegos para móviles, biotech, ciberseguridad, smart mobility, comercio social y online…
En cuanto al proceso de inversión, tiene su origen en la propia IA que, gracias a un algoritmo ligado al lenguaje –con un mapa semántico en constante evolución-, analiza ocurrencias, publicaciones y sentimiento y, buscando en datos no estructurados –el algoritmo lee 4 millones de textos al día-, hace una primera selección de compañías. Más adelante realiza un filtro de sostenibilidad, con exclusiones sectoriales, ligadas a pactos de la ONU y ratings de ESG, de forma que el universo queda limitado a cerca de 200 nombres. En un paso posterior se aplica un modelo cuantitativo en el que se analiza la valoración, el momentum, el tamaño ajustado al riesgo… y se ofrece a las compañías una puntuación, generando un ranking de entidades en base a su contribución a la IA. Es ahí cuando se pasa el relevo al talento humano, y los gestores construyen una cartera formada por entre 30 y 60 valores (el fondo cuenta en la actualidad con 52) y diversificada (por geografías, sectores y capitalización). Hoy el 85% del fondo está en EE.UU., tras reducir en los últimos meses exposición a emergentes, ya que los gestores creen que China está perdiendo la carrera de la IA frente a EE.UU., y un 65% en tecnología, con semiconductores software liderando la exposición sectorial.
“El fondo tiene sentido por cuatro razones: ofrece diversificación (no solo está expuesto a tecnología); un factor diferencial en sostenibilidad; un proceso innovador y una dinámica de rentabilidad sólida que en lo que va de año suma un 30%. La estrategia está a punto de cumplir cinco años y ha ofrecido un comportamiento sólido y con menor volatilidad que otras soluciones gracias en parte a la diversificación”, apostilló López.
Más deuda corporativa que equity en el Dunas Valor Flexible
Como colofón a las ideas ofrecidas en el universo de renta fija y variable, Dunas Capital presentó su buque insignia, Dunas Valor Flexible, un producto multiactivo catalogado como artículo 8+ del reglamento SFDR, con enfoque de retorno absoluto y liquidez diaria, que regula la exposición a ambos mercados en función de la situación del entorno, con mucha flexibilidad. De hecho, la gestora se define como “cross-asset”, es decir, siguen los criterios de la filosofía value (análisis fundamental, inversión a largo plazo, rotación baja etc.) pero aplicándola a todos los instrumentos financieros que emite una empresa, no se quedan solo en el equity, recordaba Borja Fernández-Galiano, Head of Sales en Dunas Capital. Y, en este sentido, a la hora de analizar las oportunidades que ofrece una empresa, actualmente y de forma mayoritaria es el crédito, frente a las acciones, el que ofrece mejores opciones de inversión desde una perspectiva riesgo-rentabilidad.
“Si ajustamos la relación rentabilidad-riesgo de equity y bonos de algunas compañías, vemos que no tiene sentido invertir en acciones y por ello hemos bajado el peso en renta variable en nuestras carteras. Creo que en los próximos meses seguiremos con esta tendencia”, corroboró Alfonso Benito, director de Inversiones de Dunas Capital.
El fondo (en su clase I) ha ofrecido una rentabilidad acorde a su objetivo de Euribor 12 meses + 400 puntos básicos desde su lanzamiento (en octubre de 2017), destacando el año 2022, donde consiguió alcanzar una rentabilidad positiva del 3,24%, y superior al 6% en lo que respecta a 2023 (con datos de agosto). La rentabilidad que ofrece a día de hoy la cartera de renta fija del fondo (6,5% a nivel cartera y 4,8% a nivel fondo) es algo que, según Benito, ha venido dado por el mercado, pero el gran mérito consiste en lograr esos retornos sin perder valor liquidativo. “El año pasado no tuvimos rentabilidades negativas porque a finales de 2021 la sensibilidad del fondo al movimiento de tipos era de -1,5 años, ya que no tenía sentido estar largo de duración con los tipos en negativo. La duración de crédito ofrecía diferenciales de 40-42 puntos básicos, con lo que era un absoluto sinsentido invertir en empresas que se financiaban al cero, por lo que tuvimos una sensibilidad muy baja al riesgo de crédito y llenamos la cartera con instrumentos menos convencionales, como la financiación de la autovía de la Roda a Alicante, y también renta variable. Pero según fueron subiendo los tipos, adoptamos más duraciones y redujimos el peso en bolsa”, hizo balance el experto del posicionamiento de la cartera. Y precisamente ahora, considera que merece más la pena tomar más peso en deuda de las compañías que en sus acciones.
“Vemos la compañía y analizamos si merece más la pena invertir en su equity o en el bono. Por ejemplo, la acción de Telefónica, incluyendo el dividendo, ha perdido un 25% en cuatro años, con una volatilidad del 30%, mientras el bono emitido en 2019 ofrece una rentabilidad anualizada en ese periodo del 4%, en un entorno de subida de tipos y diferenciales. Si ajustamos los factores rentabilidad-riesgo, no tiene sentido invertir en las acciones. Por este tipo de situaciones bajamos el peso en renta variable, porque merece más la pena invertir en la deuda y creo que en los próximos años continuará esta tendencia”, insistió Benito. En esta parte de la cartera, apuestan con fuerza por compañías de seguros, cuyos híbridos con grado de inversión cuentan con un alto rating y ofrecen rentabilidades cercanas al 7%, sin riesgo de quiebra. “AIG quebró por su negocio de derivados de crédito, por intentar ser un banco; las aseguradoras tradicionales es difícil que quiebren”, aseguró.
Y ese análisis llega a una conclusión contraria en firmas como Verallia, Total Energies, Roche, Logista, Sanifi…: “No pagan híbridos ni tienen recurrencia de ingresos, pero tienen altos dividendos y merece la pena invertir en sus acciones como complemento de la cartera de renta fija. Si logramos un 6,5% en la cartera de deuda y un 9% en renta variable, podemos dar al fondo un 8% de retorno”, decía el experto. Siempre asegurando que, cuando las bolsas caen un 10%, el fondo apenas tiene sensibilidad a esos descensos. “Nuestra cartera tiene algo de alfa pero poca beta. Somos de cena y copita, no de marcha hasta el amanecer. Si quieres preservar capital no puedes invertir en compañías que podrían caer en un día un 40%, no entra dentro de nuestra filosofía de inversión”, añadió.
Y es que en el ADN de Dunas Capital está grabada a fuego la preservación de Capital, herencia de su pasado asegurador. El grupo Dunas empezó su andadura en España en 2016 a través de la compara de la plataforma de inversión Inverseguros, que fue renombrada y germen para la creación de un grupo con cinco áreas de negocio (y que ya cuenta con 2.500 millones de euros de activos bajo gestión -2.300 en activos tradicionales y 200 millones en alternativos-): dos de gestión de activos, Dunas AM y Dunas Pensiones (que replica los fondos), la sociedad de valores Inverseguros, Dunas Real Estate y Dunas Real Assets (con inversiones en private equity, aviones, energías renovables, …). “Había hueco para una gestora con producto más sofisticado e innovador y obsesionada con la preservación de capital, algo lógico teniendo en cuenta que el ADN del equipo gestor proviene de una compañía de seguros”, explicaba Fernández-Galiano.
La firma cuenta con carteras de retorno absoluto, con distintos niveles de riesgo (Dunas Valor Prudente, Equilibrado y Flexible), multiactivo y multiestrategia (las tres, con la misma filosofía de inversión, proceso, equipo y en muchas ocasiones la misma cartera, pero con distintas posiciones de riesgo y ponderación de acciones o bonos) y un fondo de renta variable estadounidense ESG –fondo indexado que invierte en parte ESG del S&P 500, con cobertura de divisa-. En concreto, Dunas Valor Flexible tiene un objetivo de rentabilidad de Euribor 12meses + 400 puntos básicos en el medio plazo y una volatilidad objetivo del 10% (máxima del 15%) con un enfoque de preservación de capital en plazos de cinco años.