Viento en popa. Cuando se mira la intervención que está haciendo el Banco Central de Chile (BCCh) en el mercado cambiario local, la percepción de los actores económicos locales es que parece estar siendo exitosa. Y es que después de haber subido por primera vez en la historia de la línea de los 1.000 pesos chilenos hace menos de dos semanas, el dólar ronda los 930 pesos actualmente.
Sin embargo, mirando hacia delante, se ven nubarrones en el horizonte. Con las condiciones actuales, dicen agentes del mercado, los próximos meses serán volátiles para el tipo de cambio.
Impulsado por las ansiedades de una posible recesión en Estados Unidos, el dólar en Chile empezó a escalar con fuerza a principios de junio. Desde el piso más reciente, de 815,6 pesos el 3 de junio, se encumbró un vertiginoso 28% hasta el récord de 1.043 pesos que encontró el 15 de julio.
En ese momento, el Banco Central decidió intervenir, lo que le insufló vida al alicaído peso automáticamente, empujándolo hasta los 922 pesos por dólar en que cerró la sesión de este martes. Una caída de cerca de 12% desde el peak.
Si bien en el mercado ven como apropiado el timing de la intervención, proyectando que debería mantener a la paridad en un rango por ahora, sí advierten que las condiciones internacionales e internas auguran volatilidad en la cotización a futuro.
Déficit de cuenta corriente
Para Francisco Matthews, socio fundador de NetGo, uno de los ingredientes fundamentales para el mercado cambiario es el déficit de cuenta corriente.
En un contexto en que se espera que el déficit fiscal se cierre de aquí a fin de año, la variable de esa brecha se ve como clave para la paridad, comenta el ejecutivo. “En el mediano plazo, todo va a depender de si el país cierra el déficit de cuenta corriente o no”, señala.
En esa línea, Matthews advierte que “no es fácil” cerrar una brecha como la que Chile tiene actualmente, correspondiente al 7% del PIB. Lograrlo, agrega, “depende en gran parte del precio del cobre”, un commodity que también ha sido presa de la volatilidad.
El metal, principal exportación de Chile, ha estado cayendo con fuerza en los últimos meses. Después del peak que marcó a principios de marzo, sobre 4,80 dólares por libra, ha caído 29% hasta los 3,44 dólares que marcó este martes.
Escenario político
¿Y el factor político? Mientras que algunos sostienen que el escenario de mayor incertidumbre –con la votación sobre la nueva Constitución agendada para el 4 de septiembre– ya está en los precios de los activos locales, para otros, el tropiezo del peso chileno evidencia un castigo por inestabilidad.
Según explica el gerente de Estudios de Inversiones de Euroamerica, Luis Felipe Alarcón, desde las protestas que estallaron en el país por el alza del costo de vida en octubre de 2019, el mercado les exige un premio a los activos locales. Y eso se ha reflejado en el tipo de cambio.
“Uno puede estimar fácilmente que había efectivamente un sobre-castigo muy alto al peso, que finalmente desembocó en que el Central tuvo que intervenir”, señala el economista.
Hacia delante, advierte, la ansiedad podría seguir instalada, incluso después del plebiscito de septiembre. Con el crecimiento de campañas con llamados a “Aprobar o reformar” o “Rechazar con reforma”, comenta Alarcón, “la incertidumbre puede continuar por mucho tiempo”.
Factores globales
Por el lado internacional, el economista senior de Bci, Antonio Moncado, señala que el panorama se ve complejo, marcado por las ansiedades en torno a la mayor economía del mundo. “El agudizamiento de un escenario recesivo en Estados Unidos podría llevar a un fortalecimiento extra en el dólar global”, advierte.
En esa línea, el economista destacó que el último World Economic Outlook del Fondo Monetario Internacional (FMI), publicado este martes, proyecta un panorama más sombrío para 2022, lo que “podría generar episodios de apreciación sobre-normales en el dólar global”.
La moneda estadounidense ha visto un aumento importante a nivel global, aunque en una menor magnitud que el dólar en Chile. El indicador multilateral Dollar Index ha subido un 5% desde el cierre de mayo, mientras que el dólar observado chileno se ha encumbrado casi 14% en ese mismo período.
Proyecciones
Los agentes locales concuerdan en que la volatilidad está para quedarse. Por lo mismo, proyectando precios a futuro, el rango en que se espera que el tipo de cambio evolucione es amplio.
En NetGo, Matthews anticipa que la paridad se mueva entre los 900 y los 1.000 pesos chilenos, con los movimientos dictados por la evolución de variables como datos económicos extranjeros y precios del cobre, entre otros.
Mirando más hacia delante, todo dependerá de que Chile cierre su déficit de cuenta corriente. Si no lo cierra, advierte el ejecutivo, “no sé dónde está el techo”.
Moncado, de Bci, prevé que el cruce de divisas local terminará el año en torno a 930 pesos, con los movimientos entre los 900 y los 950 pesos como “los más habituales dentro del corto plazo”.
Este escenario, eso sí, corre el riesgo de que se agudice la tensión global ante una eventual recesión en Estados Unidos, lo que podría darle un impulso al dólar en los mercados globales.
Por su parte, Alarcón, de Euroamerica, augura que un escenario con fundamentos relativamente estables debería producir un tipo de cambio bajo 900, como objetivo. Sin embargo, el rango es amplio, considerando la poca visibilidad y multitud de factores: “Puede ser entre 970 y 850 pesos”, comenta.
La intervención
Citando problemas en la formación de precios, el Banco Central de Chile anunció un programa de intervención el 14 de julio, por un monto de hasta 25.000 millones de dólares. Este período, señalaron, se extenderá desde el 18 de julio hasta el 30 de septiembre de este año.
Este programa incluye la venta de divisas spot, a través del cual liquidaron 200 millones de dólares diarios durante la semana pasada. Esta semana, han vendido 150 millones de dólares el lunes y el martes, totalizando una enajenación de 1.300 millones de dólares a la fecha.
En el mercado ven el timing de la intervención como apropiado. “El Banco Central entendió que el alza del dólar es un fenómeno que tenía que darse”, destaca Matthews, de NetGo, y “no se puso ansioso”.
Hacia futuro, si bien advierten que los efectos podrían diluirse con el pasar de las sesiones y que la intervención podría terminar antes de su fecha anunciada, en Bci señalan que el ente rector podría tener que cambiar de ritmo. “Uno podría suponer que podríamos seguir viendo niveles elevados de tipo de cambio, y por ello el BCCh posiblemente va a redefinir los montos que podría llevar adelante en una intervención hacia las próximas semanas”, comenta Moncado.