Aunque parece que los precios internacionales del petróleo permanecerán en niveles históricamente bajos durante algún tiempo y la volatilidad probablemente siga siendo alta a corto plazo, Fidelity cree que existen motivos que invitan a pensar con moderado optimismo que el suelo y la consolidación de los precios podrían estar cerca. En concreto, la firma enumera tres factores:
La inversión petrolera mundial se ha hundido y los productores están recortando los nuevos proyectos, pero un factor determinante es que la producción de petróleo proveniente del fracking en EE.UU. va a descender 0,5 millones de barriles diarios en 2016 según las previsiones, lo que ayudará a reducir el desequilibrio mundial entre oferta y demanda.
Si la Fed se ve obligada a aminorar el ritmo de normalización de los tipos, se frenaría o incluso se invertiría la tendencia al alza del dólar, una de las causas principales de la debilidad del petróleo.
Además, en los bajos niveles actuales, hay muy poca demanda de coberturas sobre el precio del petróleo y las posiciones vendedoras especulativas parecen haberse reducido últimamente.
En términos económicos generales, la caída del petróleo es deflacionista y funcionalmente se asemeja mucho a una transferencia de riqueza desde las naciones exportadoras hacia las importadoras. Por tanto, en teoría los grandes importadores de petróleo se benefician de su bajo precios, mientras que los grandes exportadores salen perjudicados.
Sin embargo, en la práctica el abaratamiento de las importaciones se compensa en mayor o menor medida en muchos países importadores de petróleo con los siguientes factores:
- Un bajo nivel de inversión en el sector energético.
- La propensión de los consumidores a ahorrar lo que dejan de gastar en su factura energética.
- El posible agravamiento de los riesgos deflacionistas.
Estados Unidos es un excelente ejemplo de la interacción de todos estos factores, por el acusado descenso de la inversión en la industria del fracking, por su inflación cercana al cero y por las señales de que, hasta ahora, los consumidores han destinado al ahorro la mayor parte de los beneficios del abaratamiento del crudo. El beneficio de los fuertes descensos de los precios de la energía ronda los 358.000 millones de dólares. Sin embargo, el ahorro de las familias estadounidenses ha aumentado alrededor de 333.000 millones de dólares, lo que sugiere que la mayor parte de este efecto positivo se ha ahorrado hasta ahora.
“La pregunta clave ahora es si los beneficios imprevistos del abaratamiento de la energía se están gastando o ahorrando. Desgraciadamente, las pruebas sugieren lo segundo. La presunción de que la bolsa se comportará bien este año depende de que estas ganancias inesperadas o rentas adicionales se gasten, de tal modo que el consumo pueda ser el próximo motor del crecimiento económico en EE.UU., recogiendo así el testigo del sector empresarial. Aunque estamos viendo las primeras señales de aceleración en los datos del sector automovilístico y la vivienda, todavía no son importantes ni están generalizadas en toda la economía”, sostiene Dominic Rossi, director mundial de inversiones del área de Renta Variable de Fidelity.
Implicaciones para la inversión
El petróleo es una variable esencial en la economía mundial, de ahí que los bajos precios actuales tengan muchas implicaciones en los diferentes sectores y en las cotizaciones bursátiles. Generalmente, las áreas en las que el petróleo constituye una partida de costes clave se están beneficiando, mientras que a las áreas donde los ingresos guardan una correlación positiva con los precios del petróleo les perjudica.
“Desde la perspectiva de la renta variable con reparto de dividendo, sigo siendo cauto sobre las grandes petroleras. Los dividendos del sector petrolero no estaban cubiertos por flujos de caja libre a 75 dólares por barril. Esos dividendos están aún más amenazados ahora y para poder hacer frente a los pagos habría que vender activos o aumentar la deuda. Sigo estando muy atento al sector a la vista de los movimientos que hemos observado en las cotizaciones, pero continúo sin encontrarme cómodo con los niveles de valoración”, explica Daniel Roberts, gestor de carteras de renta variable mundial de Fidelity.
Algunos ejemplos de beneficiarios del precio del petróleo:
- Automóviles: el abaratamiento del petróleo estimula la demanda de automóviles, en especial vehículos con niveles elevados de consumo, como los SUV. Ejemplo de acción: GM
- Agricultura: el abaratamiento del petróleo suele reducir los costes de explotación agrarios, como la maquinaria, los fertilizantes y el transporte. Ejemplo de acción: Kubota Corp
- Productos químicos: el crudo puede representar el grueso de los costes de materias primas de muchas empresas químicas, por lo que su abaratamiento es positivo. Ejemplo de acción: Akzo Nobel
Algunos ejemplos de perjudicados por el precio del petróleo:
- Exploración y producción de petróleo: la caída de los precios del crudo es claramente negativa para las empresas especializadas en exploración y producción, especialmente para aquellas con costes y niveles de apalancamiento más elevados. Ejemplo de acción: Whiting Petroleum.
- Bienes de producción energética: el descenso de los precios del crudo conlleva menos inversiones en exploración y producción, lo que, a su vez, reduce la demanda de bienes de producción energética. Ejemplo de acción: Diamond Offshore Drilling
- Energías alternativas/limpias: los bajos precios del crudo reducen el atractivo económico de muchos productos centrados en las energías renovables/limpias. Ejemplo de acción: Tesla Motors.
David Buckle, responsable de análisis cuantitativo del área de Renta Fija de Fidelity, cree que con independencia de que los beneficios del abaratamiento del crudo se ahorren o se gasten, sigue siendo un factor positivo a largo plazo para la economía, ya que o bien permite reducir el endeudamiento o bien aumentar el consumo. “Hasta ahora, se ha optado por el desendeudamiento. Existe una relación estrecha entre el precio del petróleo y el dólar estadounidense, y dado que pensamos -atendiendo a los diferenciales de tipos de interés- que la fortaleza del dólar está tocando a su fin, creemos que los precios del petróleo no caerán mucho más desde los niveles actuales. La demanda de petróleo no se ha frenado, por lo que esta caída de los precios no debería interpretarse como un indicio de desaceleración económica”, explica.