En plena crisis sanitaria, el activismo accionarial se enfrenta a una clara caída de su actividad. Marzo registró el número más bajo de campañas iniciadas desde 2013 y el capital desplegado en el mes es el menor desde 2016. Según el informe del primer trimestre de Lazard sobre inversores activistas, este ha sido el comportamiento del sector durante la pandemia.
Justo antes de la crisis sanitaria, los inversores activistas registraban una fuerte actividad a nivel global en enero y febrero de 2020 con 42 campañas iniciadas en 42 empresas y un despliegue de capital de superior a los 13.000 millones de dólares. Este aumento, impulsado por Europa registró una actividad récord en términos de campañas y capital desplegado. Así, según los datos de Lazard, los activistas locales están iniciando cada vez más campañas en Europa. Estos representan el 71% de la actividad en el primer trimestre de 2020, en comparación con el 58% en 2019.
Sin embargo, desde el brote de virus en marzo, los inversores activistas han recortado significativamente su actividad con una reducción del 38% de campañas iniciadas de febrero a marzo. Esto es, un 27% menos respecto a marzo de 2019. Así, el número de campañas iniciadas en marzo ha sido el más bajo desde 2013 y, en cuanto al capital desplegado, se trata del dato registrado más bajo desde 2016. Además, la baja actividad de marzo ha sido constante en EE.UU., Europa y APAC.
“La caída de la actividad se observa claramente, con una media de campañas iniciadas semanales que caen de 7 en febrero a 4 en marzo y un capital medio desplegado semanal de 2.800 millones de dólares en febrero que cae por debajo de 1.000 millones de dólares en marzo”, destacan desde Lazard.
Impacto de la crisis sanitaria en campañas existentes
No obstante, algunos inversores activistas han aprovechado la disparidad del mercado y han aumentado la presión y/o sus posiciones en campañas ya existentes. Asimismo, otros activistas han optado por suspender o aplazar campañas en medio de la extrema volatilidad del mercado. En marzo, se llevaron a cabo 10 campañas en marzo como, por ejemplo, Starboard/Box o Elliott/Twitter, mientras que otras campañas fueran suspendidas o aplazadas por las condiciones del mercado. Es el caso de Land&Buildings/American Homes 4 Rent o Bluebell/Lufthansa.
Impacto de la crisis sanitaria en el panorama global del activismo
“A medida que el comportamiento y las prioridades de las compañías cambien en este nuevo paradigma de mercado, también lo hará la capacidad de los inversores activistas por presionar públicamente el cambio”, subraya Lazard. Además, la gestora afirma que la volatilidad del mercado y la incertidumbre relacionada con la duración y la gravedad de la crisis, así como el riesgo de ser criticados por oportunistas, mantendrá la actividad global moderada a corto plazo.
Asimismo, y debido a la suspensión de la actividad de fusiones y adquisiciones y la lucha de las compañías por preservar su liquidez, los fondos activistas tienen menos opciones. No obstante, algunos activistas relevantes como Icahn y Starboard han mantenido su nivel de actividad en plena crisis sanitaria.
“Se espera que solo las empresas activistas más sofisticadas y bien capitalizadas salgan de la crisis relativamente indemnes, ya que las empresas más pequeñas están sujetas a salidas de capital constantes”, advierten desde Lazard. Si bien los activistas se enfrentarán a nuevos obstáculos con el aumento de la actividad de las píldoras de veneno y la participación del gobierno en la equidad, desde Lazard esperan que la actividad aumente considerablemente después de la crisis sanitaria.
Implicaciones de la crisis sanitaria en el ESG
Por otro lado, la gestora destaca que los grandes fondos indexados han reforzado sus expectativas en cuanto a sostenibilidad y han proporcionado más especificidad sobre cómo las empresas deben informar y responder. Así, señalan que el progreso no debe reducirse por la pandemia.
“En un momento de crisis, donde las deficiencias de gobernanza quedan a descubierto, los inversores buscarán comprender qué acciones han tomado las empresas en respuesta a la pandemia, particularmente en lo que se refiere a la gestión del capital humano, la compensación ejecutiva y la estrategia comercial”, aseguran desde Lazard.
Asimismo, y pesar del caos del mercado, los criterios ESG y los fondos sostenibles han superado a los fondos convencionales a nivel mundial en el primer trimestre. “El fuerte rendimiento del primer trimestre contradice las últimas observaciones que etiquetaban la sostenibilidad como un ‘bien de lujo’”, asegura el informe.